El primer caso de anorexia se dio en Catalina de Siena. Con 26 años su idea
de dedicar su vida a Dios altero con los planes de sus padres de casarla. La
llevó a encerrarse en su habitación a maltratarse no comiendo consiguiendo
ingresar al final en la orden dominicana pero con la mitad de su peso. Falleció
a los 28 años de edad.
Aparecen
muchos casos de anorexia en las religiosas de la edad media. El ayuno era un
medio para que el espíritu triunfara y no la carne. Estar sin comer era
considerado como un signo de santidad. A esta anorexia sufrida por el
seguimiento a Dios se llamó " Anorexia santa"
La palabra
anorexia era utilizada por los médicos como sinónimo de falta de apetito,
inapetencia y ciertos trastornos del estómago.
Richard Morton
fue el primero que hizo una descripción del cuadro de anorexia. Describió a una
paciente de 18 años que presentaba los síntomas propios de la anorexia
nerviosa: adelgazamiento, dedicación obsesiva al estudio, pérdida de apetito.
Morton se
refiere siempre a la enfermedad como un trastorno nervioso y es curioso saber
que curó a esta chica alejándola de su familia y de los estudios.
En el siglo XX
se conoce la anorexia nerviosa como un miedo a engordar, pero antes del siglo
XX no se tenía muy claro si las muchachas que la padecían tenían miedo a
engordar o no. Esto se cuestionaba ya que muchas motivaciones eran religiosas o
espirituales.
La opinión de
Freud era que todos los apetitos eran manifestaciones de la libido o impulsos
sexuales por lo que asoció comer o no comer a la presencia o ausencia de
impulsos sexuales básicos. El ayuno suponía a Freud la repugnancia o el
malestar provocado por el alimento. Pero Freud no dio ninguna importancia a los
factores socioculturales en la anorexia nerviosa.
Las sociedades
primitivas: en las sociedades primitivas, las mujeres gordas tenían más
atractivo sexual que las delgadas. Una mujer gorda constituía una señal de
status elevado, de prestigio.
En todas las
culturas se han llevado a cabo procedimientos para cambiar alguna característica
corporal para incrementar el atractivo sexual y social. Utilizando pinturas,
cosméticos pero hasta la llegada del mundo moderno no se encuentran culturas
donde se pretende tener más atractivo social aumentando o disminuyendo su
cuerpo.
La anorexia nerviosa
es un trastorno del comportamiento alimentario que se caracteriza por una
pérdida significativa del peso corporal producida normalmente por la decisión
voluntaria de adelgazar. Este adelgazamiento se consigue suprimiendo o
reduciendo el consumo de alimentos, especialmente "los que engordan"
y también con cierta frecuencia mediante vómitos, uso indebido de laxantes,
ejercicio físico exagerado y consumo de anorexígenos, diuréticos...
El paciente
anoréxico experimenta un intenso miedo al aumento de peso a pesar de que éste
disminuye cada vez más y de una manera alarmante. Se produce una distorsión de
la imagen corporal, lo que obliga a mantener la dieta.
El hecho de la
pérdida de peso es negado prácticamente siempre por el enfermo y no suele tener
conciencia de la enfermedad. Esta malnutrición produce alteraciones, síntomas y
trastornos: hipotensión, alteraciones de la piel, caída de cabello, trastornos
gastrointestinales, etc. También se dan síntomas de ansiedad, depresión y
obsesivos. Esta malnutrición también provoca tristeza, irritabilidad,
aislamiento social e incluso ideas de muerte y suicidio.
Las
preocupaciones por el alimento se hacen auténticamente obsesivas. Los
pensamientos y actitudes relacionados con el cuerpo, el peso y la alimentación,
y la evolución de la enfermedad indican que después del diagnóstico, un 25% de
las pacientes siguen siendo anoréxicas, un 40 % tiene síntomas depresivos y un
25% obsesivos. La mortalidad se sitúa entre el 8 y el 10% pero cuando la
enfermedad dura más de 30 años este dato se eleva al 18%.
Aproximadamente
la mitad de las pacientes anoréxicas experimentan episodios bulímicos, esto es
también un trastorno del comportamiento alimentario caracterizado por la
presencia de episodios en los que el enfermo ingiere cantidades de alimento
superiores a lo normal, aunque en principio el bulímico no desea en absoluto
ese atracón. Después de estos atracones, siguen vómitos, laxantes,
diuréticos...
En la
aparición de la anorexia intervienen factores socioculturales, es
la presión por parte de la sociedad, de los medios de comunicación, el anhelo
de delgadez.
Intervienen
también factores individuales, como son los cambios corporales que
obligan a fijar la atención sobre el propio cuerpo. Es este el momento en que
el adolescente compara su imagen corporal con el modelo estético corporal
presente en su medio social
Se habla
también de la familia como factor importante en la aparición de la anorexia
aunque no es algo específico en la enfermedad. De todas formas una vez que la
anorexia está en marcha, los conflictos familiares cobran gran importancia.
SEÑALES DE
ALARMA DE LA ANOREXIA NERVIOSA
- Comer como
si estuviera a dieta, a pesar de que ya está muy delgada.
- Usar ropas
muy holgadas o demasiado grandes.
- Estar
preocupadas por el peso, por conseguir dietas y por la figura
- Experimenta
cambios de personalidad
- Experimenta
vértigos, desmayos, pérdida de conocimiento y dificultad para concentrarse.
- Temor a
aumentar de peso o engordar.
- Percepción
distorsionada del peso, tamaño o figura de su cuerpo.
- En las
mujeres, la ausencia de al menos tres ciclos menstruales consecutivos.
- Ausencia de
otro trastorno físico o psiquiátrico que pudiera justificar la pérdida de peso
o la negativa de comer.
- Comienzo del
tratamiento antes de los 25 años de edad.
- Presencia de
al menos 2 síntomas fisiológicos asociados a la anorexia nerviosa. Éstos son:
* Abuso de
laxantes, diuréticos o píldoras de dieta.
* Hacer
ejercicio de manera excesiva. Puede que hasta 5 o 6 horas al día.
*
Osteoporosis. Los huesos se vuelven más frágiles.
Síntomas
físicos de inanición
·
Piel fría, algunas veces con tonalidad azulada.
·
Dolor al sentarse.
- Desarrollo
de vello muy fino por todo el cuerpo.
- Hipotensión,
o presión anormalmente baja.
- Corazón
debilitado.
- Indigestión
después de la escasa comida que consume.
- Sensación de
debilidad o cansancio.
- Problemas de
sueño.
- Anemia
debido a la falta de hierro y proteínas.
-
Anormalidades hormonales: ausencia de los períodos menstruales.
- IMAGEN
CORPORAL: la mayoría de las anoréxicas perciben una imagen corporal
distorsionada porque se ven demasiado gordas sin hacer caso de lo escuálido que
está su aspecto.
Uno de sus
principales temores es llegar a estar gorda y la decisión de mantener un peso
corporal bastante bajo a cualquier precio.
- UN
ACONTECIMIENTO CRUCIAL: éste se refiere a la inmediata adultez de la joven
y la independencia que la sociedad espera que ella logre. A medida que se
vuelve más delgada y más débil, la anoréxica requiere más atención de quienes
la rodean, y ya no tiene que preocuparse por salir sola ya que sino, supondría
un mayor control sobre su vida propia.
- SATISFACE
VARIAS NECESIDADES CONFLICTIVAS: la libera de parte del estrés de entrar en
la adultez y lograr la independencia, mientras que atrae la atención de los
padres y ofrece una medida de control de su propia existencia.
- Anoréxicas
austeras: comienzan perdiendo peso a través de dietas y ejercicio, por lo
general ayudadas con laxantes, píldoras de dieta y/o diuréticos.
- Anoréxicas voraces:
muestran características de la bulimia nerviosa, es decir, que pasan por
atracones y vómitos.
Otros tipos de
características son las que presentan estas chicas:
- Un historial
de ligero sobrepeso: estas chicas comienzan teniendo un ligero sobrepeso por lo
que comienzan con dietas estrictas y luego no se detienen cuando llegan al peso
buscado sino que, se agradan, y continúan perdiendo peso.
- Un excesivo
deseo de agradar a los demás y evitar situaciones estresantes: intentan agradar
a los demás a expensas de su propia felicidad por lo que desarrollan una
personalidad rígida, expresada en una excesiva necesidad de seguir reglas y una
tendencia a criticar a los demás. Intentan mantener el control sobre su entorno
porque no tienen control sobre su propia vida.
Esto además
conlleva a que tengan miedo a enfrentarse a situaciones nuevas y así les surgen
los problemas de identidad y control.
- Elección de
una afición o una carrera que concede gran importancia al peso: las carreras de
bailarina, actriz, modelo y deportista, fomentan esta enfermedad porque se le
concede un alto valor a poseer un aspecto delgado y saludable.
Hay una serie
de factores que también son determinantes dentro de la anorexia que son:
- Factores
familiares: muchas de las afectadas proceden de familias afectuosas y cariñosas
pero hay una serie de factores que la van a conllevar a la anorexia. Está
comprobado que las familias de las anoréxicas están situadas en los estratos
socioeconómicos medios y altas de la sociedad. Tal hecho supone conductas,
valores y relaciones personales diferentes de la persona que pertenecen a otros
estratos además de existir una tendencia a que los padres de las anoréxicas
tengan edades avanzadas.
Concesión de
una gran importancia emocional a la comida, el comer, el peso y el aspecto: este caso
puede ocurrir cuando los padres están relacionados con algún tipo de relación
estrecha con la comida: restaurantes, trabajan en la industria alimentaria...
Casos de
anorexia nerviosa en la familia y trastornos anémicos en familiares cercanos: la mayoría de
los casos suelen darse porque algún familiar haya ya padecido anorexia o algún
trastorno emocional como depresión o manía depresiva.
Insistencia
exagerada en el aspecto y los logros por parte de uno o ambos padres: muchas veces
se someten a dietas para agradar a uno de sus padres lo que la lleva a abarcar
sentimientos negativos como la cólera.
Una relación
excesivamente estrecha con los padres, excesivo control: los padres
llevan un excesivo control sobre ellas llegando a tomar sus propias decisiones
y gobernando su propia vida porque tienen puestas muchas expectativas en ellas.
Otros
problemas de la familia: muchos trastornos que puedan haber dentro de ella como
el alcoholismo lo que lleva a la niña a que se centren en ella y descuiden sus
problemas.
Todos estos
problemas están entrelazados. Los trastornos vienen por pasar toda la vida en
un entorno social y familiar particular. Los miembros de una familia casi nunca
se dan cuenta del impacto de su conducta en la futura paciente.
El modelo de
belleza femenino de la época de Rubens es muy distinto al actual. Los cambios
históricos acarean cambios culturales y cambios en los patrones estéticos y
corporales.
La imagen de
un modelo ideal de belleza, compartido y reconocido socialmente, supone una
presión altamente significativa en todos y cada uno de los miembros de la
población. Las mujeres que encarnan o se identifican con ese modelo tienen
razones para valorarse positivamente. Quienes no reúnen estas características,
padecen baja autoestima.
En el
establecimiento de los modelos estéticos, intervienen multitud de factores
aunque en cada país tenga su prototipo de belleza específico. Por ejemplo, en
la India, donde escasea el alimento, la obesidad es signo de prestigio social y
de potencial socioeconómico..
Los
estereotipos estéticos suelen extenderse en las sociedades complejas en sentido
descendente, es decir, de las clases más elevadas a las más bajas.
En las sociedades
más desarrolladas, hay una relación inversa entre clase social y obesidad.
Huenemann (1969) verificó que el 11,6 % de la población adolescente femenina de
clase baja eran obesas mientras que las de clase alta sólo había un 5,4 %.
Pero para que
la restricción ingestiva se inicie no basta con que la persona tome la decisión
de reducir las dimensiones de su cuerpo, sino que es necesario que sufra las
influencias sociales.
Éstas se
canalizan a través de los demás y del ambiente.
Nos hallamos
inmersos en una sociedad donde TV, prensa, radio, internet, bombardean
continuamente a los ciudadanos con múltiples mensajes.
También se
sabe que los valores del mundo anglosajones, en especial EEUU, ejercen una gran
influencia sobre el resto del mundo y que pronto serán implantados en otros
países.
En relación
con los grupos de jóvenes más afectados por la anorexia, Garnel y Garfinkel
realizaron algunos estudios concluyéndolos con la afirmación de que toda la
presión sociocultural todavía es mayor en determinados grupos homogeneizados
que están en función de ciertos intereses y actividades. Éste es el caso del
estudiante de música y danza o en modelos de alta costura.
Entran en
patología el 30% de los bailarines, el 18% de los gimnastas, el 13,3% de los
modelos. Este estudio confirmó el resultado obtenido por Garner y Garfinkel.
La coacción
publicitaria: hasta ahora nos hemos referido a los medios de comunicación como
portavoces y creadores de los estereotipos estéticos corporales que surgen en
la población.
El cine, la fotografía,
los reportajes sobre métodos de adelgazamiento contribuyen a determinar el
estado de opinión y evaluación corporal. Pero, además, todo este mundo de
palabras e imágenes van a crear un importantísimo mercado descubierto por los
comerciales y productores de más de mil recursos de adelgazamiento.
Se realizó un
análisis de publicidad de pro-adelgazamiento en 1985. De todas las revistas que
se publicaron en España se eligieron aquellas que contaban con un 60% de
lectores del sexo femenino que a la vez tenían una difusión de más de 100.000
ejemplares. De aquí se seleccionaron diez que constituyeron el 80% de todas las
revistas leídas por la población femenina.
De estas
revistas, se analizaron todos los anuncios que aparecían seleccionando todos
aquellos que de manera directa o indirecta incitaban al uso o consumo de
productos para adelgazar.
Los resultados
fueron éstos:
Anuncios
Directos ....................... 10,43%
Anuncios
Indirectos ....................... 14,24%
Anuncios
Totales ....................... 24,64%
Con esto se
constata que casi uno de cada cuatro anuncios que llegan a un público femenino
invitan de alguna manera a la mujer, a perder peso.
También se
midió el coeficiente de Impacto. Éste mide la capacidad de difusión de un
mensaje en una población dada. Como se ve en la tabla toman prioridad aquellos
productos que son de actuación específica e inmediata, como es el caso de las
cremas y pomadas adelgazantes. En segundo lugar aparecen los alimentos de tipo
calórico.
También se
llegó a la conclusión que la mayor difusión de esta publicidad se produce,
principalmente en mujeres de 15 a 24 años de edad. Esto es solo un botón de
muestra para darnos cuenta del bombardeo al que estamos sometidos los jóvenes y
adolescentes.
Cada época ha
tenido unos prototipos de belleza. En la década de los 50, existían dos
modelos: uno el de Marilin Monroe con caderas anchas, cintura ceñida etc. y el
de Grace Kelly tendiente a lo rectilíneo, era la delgadez extrema. Las
seguidoras de Marilin eran mucho más vulgares que las de Kelly que eran chicas
aristocráticas.
En los años
60, se da el fenómeno Twiggy. Una chica inglesa, francamente esquelética, que
se introdujo como un ciclón en el mundo de la moda de América y Europa.
Publicaciones
como " Vogue " trasladaron sus escuálidas dimensiones a los ojos de
todo el mundo occidental. El impacto que produjo constituyó un ejemplo de la
eficacia de los medios de comunicación y de las campañas de publicidad.
El anhelo de
la delgadez sigue vigente. Un estudio pionero de Garner verificó de las medidas
de las modelos fotografiadas en las páginas centrales del Playboy y otras
revistas, fueron disminuyendo cada vez más. Eran más delgadas.
Del culto a lo
utópico: Kim Cherin desde una perspectiva feminista hace una importante crítica
acerca de esta sociedad generadora de la actual epidemia de anoréxicas y
bulímicas
En 1981 ya
señalaba que E.E.U.U. se gastaba 10 billones de dólares anuales en servicios y
productos relacionados con la búsqueda y pérdidas de peso y que 20 millones de personas
seguían una dieta rigurosa.
La
preocupación por el peso y la imagen corporal está tan extendida que en la
sociedad actual, es un fenómeno que puede considerarse como normal en la
experiencia femenina; lo anormal es la no- preocupación por el cuerpo.
Ésta
preocupación e insatisfacción suscitada por el propio cuerpo, tiene que
encontrar alguna vía de solución. Los afectados intentan resolver sus problemas
eligiendo entre las múltiples alternativas y mejores. Ésta es la técnica para
adelgazar más difundida y más peligrosa en cuanto al riesgo de sufrir
trastornos del comportamiento alimentario.
Los
porcentajes más altos se referían a chicas que estaban en Colleges donde del
50% al 61% practicaban dietas. También concluyeron en que había más personas de
peso manual siguiendo dietas que personas con sobrepeso.
Pero lo más
grave es que en 1985 y 1990 creció el porcentaje de personas que considerándose
a sí mismas delgadas trataban de adelgazar. Del 0,7% se pasó al 4% y en
adolescentes las cifras aún eran más preocupantes. El 20% de chicas
adolescentes con infrapeso estaban siguiendo dietas adelgazantes.
Éste es el
panorama descrito con algunas pinceladas ilustrativas que hacen patente la
preocupación por el cuerpo y sus medidas supuestamente excesivas. Es como si la
gente aceptara la presión social y haya llegado a convencerse de que este
prejuicio es intentar adelgazar, reducir las dimensiones y de manera
competitiva.
Se está
reduciendo la edad en que más se experimenta e interioriza la presión
pro-adelgazamiento. Serían todavía niñas las que emplearon métodos peligrosos
para perder peso.
La
interiorización en los niños de los modelos estéticos corporales empieza a
edades muy tempranas, al igual que los anhelos por adelgazar y llevar a cabo
alguna dieta. Éstas suelen llevarse a cabo (sobre todo en el caso de las niñas)
en colaboración y correspondencia de las madres.
Se percibía
como más frecuente y presente la acción adelgazante ejercida por las madres,
madres que en un 86% habían practicado dietas en alguna ocasión y que en un 57%
lo habían hecho más de tres veces a lo largo de sus vidas. Éste es uno de los
trabajos que pone de manifiesto el papel de la familia en la transmisión de
valores en este caso, alimentario-corporal.
Esta
transmisión de valores y costumbres aumentan cuando las madres han padecido o
padecen trastornos en el comportamiento alimentario.
Comer con
prisas: El modelo de familias tradicional tenía establecido la ingestión de
tres comidas: desayuno, comida y cena que no sólo eran ocasión para alimentarse
sino también de reunirse, comunicarse, en definitiva, de convivir.
Ahora cada vez
son más las personas de una misma familia que realizan sus comidas por separado
y lejos del hogar. Las "comidas rápidas" y en general escasas, han
ocupado el lugar de las comidas lentas y hogareñas. La estructura de una comida
con dos platos y postre se han ido sustituyendo por bocadillos y hamburguesas
que además se ingieren con prisas.
Estos hábitos
son más frecuentes en adolescentes y jóvenes de enseñanzas medias y
universitarios, es decir, la parte de la población de mayor riesgo para los
trastornos en la alimentación. Es justo, en estas edades, donde se debe
cuidarse más en la alimentación
Las ocasiones
para comer en grupo son múltiples: aniversarios, sesiones de trabajo,
despedidas o cenas de parejas. Para el adelgazador, estas ocasiones suscita
pesadumbre, angustias y arrepentimientos y como consecuencia se sitúa en una
disyuntiva: o rechazar a la vida social o compensar esos excesos con ayunos y
restricciones posteriores.
Ésta es una de
las principales razones del aislamiento social progresivo que sufren los
pacientes anoréxicos y bulímicos. Sienten temor a reunirse con amigos alrededor
de una mesa con platos o similares.
La desorganización incrementa los riesgos de
patología alimentaria.
El rechazo
social: Uno de los rechazos sociales más claros es el rechazo al obeso, tanto
que a un niño de seis años de edad ya lo tiene totalmente interiorizado. Se ha
observado que los niños a esta edad atribuyen características positivas (bueno,
simpático, feliz...) a una persona delgada y características
negativas(tramposo, sucio, lento...) a una persona gruesa.
La obesidad
está considerada como la consecuencia de un vicio y el obeso una persona que se
entrega a él, es decir, que el obeso es obeso porque quiere ya que come sin
control con glotonería.
Este rechazo
tiene varias manifestaciones. Se observó que en una serie de colegios
prestigiosos, el número de chicas obesas admitidas era desproporcionadamente
menor que el de chicas delgadas. Esto sucedía sin que existieran diferencias
significativas ni en el cociente intelectual ni en el expediente escolar
previo. Sólo los prejuicios podrían explicar estos hechos.
En el caso de
las mujeres la situación se agrava aún más. La promoción profesional es mucho
más asequible para las delgadas que para las que no lo son. Citemos como
ejemplo el caso de los auxiliares de vuelo o azafatas que pueden ser despedidas
por tener problemas de sobrepeso y ciertas compañías controlan las medidas de
sus muslos, caderas... hasta acostumbrarla a establecer unos límites.
Como se puede
observar la presión social sobre las mujeres es mucho más acentuada. Ha podido
también verificarse que las mujeres más emprendedoras y social y laboralmente
más activas son las que prefieren un cuerpo delgado y a las más voluminosas se
les atribuye funciones de madre, esposa...
Todos estos
perjuicios hacen referencia al atractivo físico, pero nos olvidamos que el
atractivo físico no se reduce al volumen del cuerpo sino que es mucho más; el
rostro, el cabello, las manos, los ojos, formas de moverse, color de la piel...
Métodos para
adelgazar: la consecuencia más grave de las dietas restrictivas consiste en la
facilitación y precipitación de trastornos en la alimentación. La restricción
de alimentos es el factor de riesgo inmediato más evidente de la anorexia
nerviosa.
El mercado del
adelgazamiento: los medios de comunicación junto con mensajes verbales lanzan
imágenes de cuerpos que sutil o burdamente van destilando mensajes y señales
que facilitan la difusión y consiguiente interiorización de la cultura de la
delgadez.
Un factor
importante a tener en cuenta en el mundo de la moda son las modelos. Sin ellas
casi no habría difusión de las tendencias de la moda. Ellas protagonizan las
exhibiciones de todo género en revistas, en televisión, carteles urbanos etc.
Sus siluetas, sus figuras extremadamente delgadas parecen ejercer influencias
decisivas en muchas adolescentes, jóvenes y algunas nostálgicas de la juventud.
John Casablanca
fundador y presidente de una de las agencias de modelos más importantes del
mundo, con 24 establecimientos en Europa y América ha declarado recientemente
en una entrevista que "vivimos en una época muy sensual en la que los
cuerpos lo ceden todo. Lo mismo un coche que la moda" y en esa misma
entrevista reconoce que han pasado varios años volcado con las anoréxicas. Y es
que esta esbelta delgadez tan deseada por los diseñadores y que tantas modelos
tienen, está al borde de lo patológico.
Estas son
algunas de las informaciones que la prensa del corazón nos da acerca del estilo
de vida de muchas de ellas. Por ejemplo, Kate Moss que mide sólo 1,70 m. y pesa
sólo 44 kilos, su régimen alimentario habitual es de huevos, carne, verdura y
mucho café. Claudia Schiffer no come carne, sólo pescado y verdura y Michael
Jackson no supera las 550 calorías diarias (1995).
El
desconocimiento de alternativas para adelgazar, fuera de la restricción de
alimentos es el peor método para adelgazar ya que es el que más propicia el
trastorno patológico.
Los malos
hábitos en relación con las comidas: hacerlas rápidas,
escasas, sin saber bien cuáles son sus contenidos...
Perjuicios y
mala transmisión de valores: aceptar y mantener vigentes los prejuicios por
pequeños e insignificantes que puedan favorecer al desarrollo de ésta
patología.
La
manipulación: desde los diversos medios de comunicación (prensa,
revistas, TV) somos invadidos y manipulados hasta el punto de llegar a ser
víctimas de unos pocos (especialistas en marketing, diseñadores, empresarios
del mundo de la dietética, modistos etc.).
Las medidas
que tomaríamos para remediar un poco esta situación las haríamos desde tres
focos:
. La
familia: ya que actúa como filtro para los más jóvenes y pequeños de la
casa de toda la presión social que de fuera recibe, y también porque en ella es
donde se cuaja los valores y donde pueden aparecer los perjuicios. La familia
(los padres) pueden así proteger a los niños hasta que puedan ser críticos e
interpretar la realidad por sí solos.
Estamos de
acuerdo en que los padres deben enseñar a los niños a que "tomen
medidas" a la hora de comer; a comer sin glotonería pero no por cuestiones
de peso sino por cuestiones de educación y del saber estar.
En cuanto a
las madres que han padecido trastornos en el comportamiento alimentario sería
muy bueno (aunque difícil) que supieran distinguir y separar entre sus vidas y
las patologías que han sufrido y las de sus hijos que pueden ser muy distintas.
Los padres son
también los responsables de la alimentación de sus hijos. Son también los
encargados de que (en la medida de lo posible) se respeten unas normas en
cuanto a las comidas. No sólo por disciplina, orden o tradición sino para un
buen desarrollo del niño o adolescente.
La educación: a través de
los profesores junto con los padres es como se transmiten los valores. Por esta
razón en nuestras manos (educadores) está evitar cosas como que un niño de peso
mayor presente una baja autoestima, o que ya a la edad de 6 años los niños
relacionen delgado con bueno y grueso con malo; o que el concepto de atractivo
físico se reduzca al volumen de una persona.
También serán
conscientes de las incongruencias de estos altos diseñadores y quizá el día de
mañana sean los directores de colegios prestigiosos y entonces sabrán que los
alumnos gruesos pueden aportar a un colegio otras cosas (mucho más importantes)
que muchos delgados no aportarán en la vida (como puede ser la alegría en el
colegio, facilitar la comunicación, calidez entre la gente...).
Medios de
comunicación: de la misma manera que son medios para difundir las
ansías para adelgazar han de ser medios para dar información de cuáles son las
maneras más saludables (ejercicio físico, control médico...).
TRASTORNO DE
LA ANOREXIA.
Cambios
conductuales: los pensamientos de las anoréxicas suelen preceder a la acción.
Así se manifiestan los distintos comportamientos que vamos a ver:
Comportamiento
ingestivo: los primeros cambios son el inicio de una dieta restrictiva. Suele
iniciarse limitando y/o suprimiendo los hidratos de carbono mediante la
reducción o supresión de grasas y acaba en la limitación de la ingesta
proteínica.
Suelen
utilizar varios recursos para seguir la dieta:
- Vómitos.
- Uso de
laxantes: suelen padecer estreñimiento y para vencerlo utilizan laxantes ya que
piensan que "a más retención, más peso". Su problema es la falta de
información.
- La
utilización de diuréticos: disminuyen así la retención líquida y, por tanto, de
peso.
Las conductas
que realizan son extravagantes, raras e incluso compulsivas. Aumenta todo lo
relacionado con la alimentación y el peso: conversaciones, lecturas... Se
informa de todo lo relacionado con las mil y una dietas posibles, el uso de
cremas, colecciona libros, recetas... Suele incluso preocuparse hasta de lo que
se comen en su casa.
Hiperactividad: es la
práctica de la actividad física de manera obsesiva. Así camina varios
kilómetros al día, estudia paseando o de pie, hace abdominales para realizar un
mayor gasto calórico.
La alteración
del sueño se encuentra entre lo conductual y lo fisiológico. La anoréxica
decide dormir menos porque así, al estar despierta, hace más gasto calórico.
Comportamiento
familiar: es el primer sitio donde la anoréxica ataca porque es el lugar en el que
se realizan las midas, ya que la alimentación cuenta con un importante
componente emocional. Las madres son las que imponen su papel de
"alimentadores" ya que la alimentación es igual a salud y no
alimentarse es enfermedad. En consecuencia, la disminución de la ingesta
alimenticia por parte de la anoréxica, desencadena la ansiedad familiar.
Una vez en
marcha la ansiedad, se producirá el consiguiente repertorio de intervenciones
con finalidad correctiva. Cuando una palabra o un gesto consiguen resultados
positivos en la ingesta, son considerados como comportamientos que resultan
reforzados positiva o negativamente. Así aumenta el intervencionismo familiar,
es decir, un conjunto de estímulos de distinto orden que forzosamente va a
influir sobre el comportamiento de la anoréxica.
Conducta
social y sexual: el sentimiento de ser diferente, de no poder ser
comprendida por los demás, la ocultación de su problema, la evitación de
situaciones donde la comida se plantea como obligación o como tentación. Todos
éstos y muchos otros factores contribuyen a la irregularidad y/o inestabilidad
de los intercambios sociales.
El interés
sexual de la anoréxica está disminuido o acumulado. Ellas suelen darse cuenta
de que serían más atractivas si tuvieran más peso. A pesar de ello, desean
perder más kilos. Las cosas suceden como si su apariencia le permitiera evitar
muchas de las expectativas asociadas a la madurez y el desarrollo físico.
Trastornos
afectivos: existe una relación entre la anorexia nerviosa y los trastornos
afectivos ya que las anoréxicas suelen manifestar síntomas depresivos:
tristeza, llanto frecuente, insomnio... Todo ello relacionado con la pérdida de
peso.
Cambios
biológicos: no siempre el problema de la pérdida de peso es el que lleva a los
familiares de las anoréxicas a la consulta médica sino manifestaciones clínicas
consecuencias de la anorexia nerviosa: estreñimiento, insomnio, aparición de
intensa debilidad muscular, calambres...
Exploración
física general: su deseo de pérdida de kilos a veces ha sido
comentado y comienza con una dieta que va a sobrepasar.
Las anoréxicas
van a presentar un aspecto marchito y envejecido, con una faz triste que
intentan aparentar desarrollando una actividad física normal o exagerada.
Físicamente,
la piel aparece seca e incluso agrietada y tiene un aumento de la pigmentación
de la piel. Las palmas de las manos y las plantas de los pies presentan una
coloración amarillenta y fríos produciendo que las uñas se vuelvan más
quebradizas y no es raro que se produzca una caída de cabello. Aún así se
atenúan las proporciones femeninas normales características, manteniéndose el
desarrollo mamario o encontrándose a lo sumo una cierta reducción de tamaño.
También se
puede encontrar en la exploración de alteraciones dentarias, la descomposición
del esmalte y la caries provocados por los repetidos episodios de vómitos.
Manifestaciones
cardiovasculares: suelen producirse braquicardias e hipotensión. En el
corazón se describe el adelgazamiento de la pared del ventrículo izquierdo,
disminución del tamaño de las cavidades y disminución del trabajo cardíaco. Al
igual que sucede en otros casos de malnutrición, hay una alteración en los
mecanismos aeróbicos y se produciría una menor contracción cardíaca, que se
consiguen con la normalización del estado nutricional.
La mayoría de
los estudios dinámicos cardiovasculares realizados en la anorexia nerviosa
muestran una disminución del volumen sanguíneo y del volumen cardíaco
proporcionales a la pérdida de peso.
Según las
estadísticas, la mortalidad de las anoréxicas varía entre un 4 y un 30%, y en
un cierto número de estos casos representan muertes súbitas y no esperadas
atribuibles por algunos a arritmias secundarias, a alteraciones electrolíticas
debido a vómitos o abuso de laxantes.
Manifestaciones
gastrointestinales: las enfermas anoréxicas presentan un vaciado
gástrico retardado y una disminución del movimiento intestinal que produce
sensación molesta de hinchazón y flatulencia que en muchos casos se acompañan
de dolor abdominal y estreñimiento. Éste y la sensación de hinchazón son lo que
suele inducir a la toma de laxantes. Incluso algunas pacientes se producen
diarreas porque creen que les ayuda a perder peso y de esta manera facilitan su
acostumbramiento.
Manifestaciones
hematológicas: la anemia es relativamente frecuente. En la mayoría
de las pacientes, la anemia es normocrómica, pero en algunas es ferropénica
(ingesta deficiente de hierro).
En algunas
anorexias se han hecho descripciones de descensos en las concentraciones
plasmáticas de ácido fólico, de disminución de los depósitos medulares de
hierro y de la capacidad de su fijación en relación con grupos controles.
Otros cambios
biológicos: uno de ellos es la elevación de las concentraciones
séricas de carótenos, responsables de la pigmentación amarillenta que presentan
algunas pacientes y no aparece en otras formas de malnutrición.
Trastornos
hipotalámicos y endocrinos: en la anorexia nerviosa existe una distorsión de los
mecanismos reguladores centrales que controlan el equilibrio físico y
emocional, con la aparición de un trastorno psico-neuroendocrino-metabólico en
el que la pérdida de peso y la desnutrición que la acompañan serían
responsables de la manifestación reversible con la recuperación del estado
nutricional.
Eje hipotalámico-hipófiso-gonadal: una de las
manifestaciones es la aparición de la amenorrea secundaria que sigue a la
pérdida de peso que llevan a la conducta anoréxica.
Se ha
comprobado que con estos cambios dietéticos se producen cambios hormonales que
llegan a modificar el ciclo menstrual normal. Pero con la recuperación del peso
corporal dentro de los valores normales generalmente aparecen los ciclos
menstruales de nuevo.
El ejercicio
físico intenso se asocia a retrasos en la edad de aparición de la menstruación
y a una mayor incidencia de trastorno menstrual.
Los ovarios de
las pacientes son mucho más pequeños que los de las mujeres hormonales. Con la
recuperación del peso, el tamaño ovárico se normaliza y su estructura llega a
ser quística, sin cambios en el estroma, y de una forma semejante a lo que
ocurre en el curso del desarrollo puberal normal.
Eje
hipotalámico-hipófiso-tiroideo: algunos de los
síntomas y signos de la anorexia nerviosa semejan muchas de las manifestaciones
que acompañan al hipotiroidismo tales como: piel seca, estreñimiento,
hipotermia y sensibilidad aumentada al frío.
Eje
hipotalámico-hipófiso-suprarenal: se describen en la
anorexia nerviosa cambios en los niveles de hormonas glucocorticoides y
concretamente aumentos de variables de cortisol. La producción neta de cortisol
está aumentada en estas pacientes y las concentraciones de cortisol libre en la
orina también son altas.
Hormona de
crecimiento: en la anorexia nerviosa las concentraciones de esta
hormona son variables estando elevadas en el 50 % de los casos.
Aún cuando las
cifras de esta hormona son altas, no aparecen los característicos efectos
anabólicos y de estimulación de crecimiento. En la anorexia nerviosa el aumento
de secreción de la hormona de crecimiento podría servir para obtener energía,
al estimular la movilización de los depósitos de grasa y favorecer la liposis.
Hormona
antidiurética: Muchas de las pacientes no pueden concentrar su
orina cuando son sometidas a una situación de privación de agua. Casi la mitad
de los pacientes anoréxicos presentan un cuadro que podría diagnosticarse de
diabetes insípida parcial.
Termorregulación: en los
trastornos hipotalámicos se describen fallos en la adaptación del organismo a
estados agudos de hipotermia o hipertermia. En general, en los individuos que
presentan pérdidas importantes de peso les aparecen también defectos en la
regulación de la temperatura.
En la anorexia
nerviosa ante un clima frío aparece una caída rápida de la temperatura
corporal: sin presentarse escalofríos. En un ambiente caluroso la elevación de
la temperatura corporal se produce de una forma más rápida que en sujetos
normales, existiendo un significativo retraso en la aparición de la
vasodilatación.
Metabolismo
hidrocarbonado: en la anorexia mental, la insulina y los niveles de
glucosa se encuentran más bajos de lo normal además de presentar una
intolerancia a la sobrecarga de glucosa.
Trastornos
culturales: ha habido múltiples hechos históricos, sociales y culturales que
aparecen asociados a los trastornos alimenticios. Así se pasa por las santas
anoréxicas, doncellas ayunadoras, deportistas y bailarinas.
Durante
siglos, los sacrificios y mortificaciones transcendían al individuo y todo se
realizaba a través de motivaciones religiosas, pocas veces sin ellas, o el
estar ayudando a los demás. Buscaban la "perfección moral" y ahora
hemos pasado a la persecución de la "perfección corporal".
En nuestro
tiempo las mujeres, pero sobre todo las adolescentes, están preocupadas por su
cuerpo y distorsionan su imagen corporal practicando fuertes deportes y dietas
estrictas. No se aspira al ser sino al parecer es como un
"narcicismo" en el que en última instancia depende la aprobación real
o supuesta de los demás y que solo importa la silueta.
Los trastornos
del comportamiento alimentario en la sociedad actual se han convertido en un
valor central de nuestra cultura constituyendo una serie de riesgos sobre todo
para la salud. Se está viviendo y compartiendo con el sentimiento de que la
delgadez corporal se asocia, de algún modo de belleza, elegancia, prestigio,
juventud, aceptación social... y esto ha sido todo aprendido porque no hemos
nacido con estos sentimientos, actitudes y creencias.
Actualmente la
sociedad está muy determinada por el culto al cuerpo como pasa en las películas,
chicas jóvenes de cuerpos esbeltos y delgados. Parece como si la belleza
estuviera al alcance de todos. Es el "aparento, luego soy... así".
La búsqueda de
esta silueta hace que se recurra a unos procedimientos, en los que interviene
la cirugía: intervenciones quirúrgicas estéticas y plásticas, silicona,
liposucciones y lipoesculturas, trasplante de órganos, prótesis de todo tipo...
ANOREXIA
NERVIOSA EN LOS VARONES.
La anorexia es
más frecuente en las mujeres que en los varones pero esto no quiere decir que
no haya hombres que lo padezcan, son pocos pero los hay. Debido a que son pocos
los varones que la padecen, se ha llegado a considerar diferente de la anorexia
femenina. Se han hecho comparaciones entre las características clínicas y
evolutivas de varones y mujeres anoréxicos:
- Fobia ante
el peso
- Ideal de
delgadez
- Edad media
de inicio del trastorno
- Clase
socioeconómica de procedencia
-
Características del peso previo
- Duración de
la enfermedad en el momento de la consulta
- Seguimiento
de dietas de adelgazamiento
- Orden en la
familia, número de hermanos
- Tipo de
relaciones infantiles con compañeros/ as
- Actividad
sexual premorbida
- Rendimiento
académico
- Enfermedades
mentales en los padres
- Trastornos
de peso en la familia
DIFERENCIAS
- En algunos
de los procedimientos empleados para luchar contra el aumento de peso, las
mujeres utilizan más laxantes.
- Los varones
han practicado más deportes que las mujeres.
- Los
controles de seguimiento entre los 2 y los 20 años después de la consulta
parecen señalar unos resultados más optimistas en los varones, pero sin
alcanzar diferencias significativas.
Hay una
aparente existencia de una proporción sexual y más concretamente de
homosexualidad en los varones anoréxicos.
En la práctica
clínica se observa que los varones anoréxicos mas que "estar
delgados" desean " no estar gordos", por eso se preocupan por
conseguir una cierta musculatura para " impresionar a las chicas".
Además los varones adolescentes experimentan mucha mayor presión social hacia
el ejercicio físico intenso, asumiendo y practicando lo que se ha denominado
" fisicalidad".
Cabe destacar
en el tema de los varones anoréxicos el uso de esteroides anabolizantes. Estos
productos, derivados de la testosterona, fueron administrados a soldados
alemanes durante la segunda Guerra Mundial. Así se pretendía incrementar su
agresividad y su "espíritu de lucha".
Pero los
anabolizantes además de producir estos cambios en la persona tienen muchas
consecuencias negativas, como producir quistes hepáticos, reducir la variedad
de colesterol protectora, disminuir la producción de espermatozoides y el
tamaño de los testículos, reducir la producción de hormonas sexuales (en ambos
sexos), etc.
Afortunadamente,
el consumo de anabolizantes todavía no es práctica difundida entre los
adolescentes que toman habitualmente estimulantes y anabolizantes para mejorar
su musculatura y su rendimiento deportivo.
La actividad
física practicada con regularidad y moderación es muy recomendable desde el
punto de vista médico, ya que puede ayudar a mejorarse de muchas enfermedades.
Varios estudios realizados entre adolescentes coinciden en que desde el punto
de vista psicopedagógico la actividad física ayuda a controlar estados
emocionales como la depresión, estrés, ansiedad...
El ejercicio
físico aumenta la autoestima, ya que se consigue una imagen corporal positiva.
El ejercicio
físico también tiene sus riesgos como la dependencia a la actividad física.
Morgan propuso los siguientes signos de alarma:
- Insistencia
en practicar ejercicio físico como una obligación.
-
Experimentación de síntomas de "dostinencia" como irritabilidad,
ansiedad y depresión cuando se imposibilita el ejercicio.
-
Mantenimiento del ejercicio físico a pesar de la prohibición médica.
El ejercicio
físico practicado por razones de peso, tono muscular, atractivo personal de
manera obsesiva, está directamente relacionado con trastornos alimentarios y
con insatisfacción de la imagen corporal. Esto supone que al suspender
bruscamente la actividad física se produce la recuperación del peso.
En cambio, una
práctica regular y moderada del ejercicio físico con el fin de mantenerse en
forma y no de adelgazar obsesivamente es muy beneficioso tanto psíquica como
físicamente
EL TRATAMIENTO
DE LA ANOREXIA
La
intervención: a menudo es utilizada por quienes quieren a la persona afectada y
les preocupa su conducta, sea un trastorno de la ingesta, abuso de drogas o
alcohol u otras clases de comportamientos autodestructivos. La intervención
puede ser un medio eficaz de comunicar su preocupación, establecer algunas
reglas y quizás que la persona afectada, decida buscar ayuda.
Para intentar
una intervención es necesario estos dos puntos:
1- Si es
posible, es positivo comentar la intención con un consejero, clérigo o médico
de cabecera.
2- Es
necesario planear la intervención con cuidado. Quienes deben de estar allí,
padres, hermanos, novios... En general las personas idóneas son las más
próximas al paciente, quienes la vean con más frecuencia y aquellas cuyas vidas
se han visto afectadas por su conducta.
3- Es
necesario conocer los hechos para así poder dar a la afectada razón de su
preocupación: No es conveniente criticar y decir " estás destruyendo a
esta familia" es perjudicial y melodramático- aunque pueda ser verdad -.
En su lugar se podría decir que se siente preocupación por su salud, quizá
incluso por su vida.
4- Hay que
mantenerse firme. Puede que no se produzca un milagro de la noche a la mañana,
pero eso no es razón para cambiar su opinión de que existe un problema.
5- Es normal
esperar resistencia de la anoréxica. Obtienen una sensación de orgullo e
identidad del hecho de estar delgadas y se sienten atacadas cuando alguien
trata de cambiarlo.
6- Es
conveniente documentarse. Hay que leer bibliografías sobre el tema de la
ingesta, ver si hay algún programa o campo de apoyo en su comunidad.
7- Hay que
recordar en todo momento el propósito de la intervención. Su objetivo es ayudar
a la persona afectada. Si no se consigue la primera vez, hay que continuar
intentándolo; no hay que renunciar ni perder de vista el objetivo.
8- Es
necesario reconocer los miedos de la paciente. Para una anoréxica, la idea de
cambiar de hábitos mantenidos durante meses, quizá años, asusta de verdad
porque comenzará a pensar o temer que se está intentando convertirla en una
gorda. No hay que minimizar estas preocupaciones aunque parezcan irracionales.
9- No es
conveniente esperar. Es muy importante intervenir pronto porque probablemente
no se conseguirá resultados inmediatos. Quizás se requieran varios días o
varias semanas para que una anoréxica acepte finalmente buscar ayuda.
10- No hay que
olvidar las propias necesidades de quien realiza la intervención. Un trastorno
de ingesta tiene efectos en la vida de la familia. Es bueno a veces de buscar
asistencia sociopsicológica o encontrar un grupo de apoyo para asegurarse de
que se está cuidando de manera correcta.
9.2
Planteamiento del problema: Hay mayores posibilidades de que alguien con
anorexia no quiera buscar ayuda por si misma, se presentará de mala gana
probablemente con uno o dos de los padres. Pero ¿por dónde empezar?
El médico de
cabecera es un buen comienzo. Si ésta no es una opción, actualmente muchos
hospitales disponen de programas para el tratamiento de la ingesta. Cuando se
plantee esta situación, es necesario buscar un programa adecuado para tratar el
trastorno. A la hora de examinarlo habrá que tener en cuenta lo siguiente:
1- Referencias
del personal o personas a cargo del programa.
2- Experiencia
del personal, el tiempo de existencia ese programa y el porcentaje de éxito.
3- Los
componentes del programa, duración del proceso de evaluación y su consistencia.
4- En que
consiste y cuanto dura el proceso o período de internamiento y el tipo de
medicación así como el período de seguimiento.
5- Informarse
acerca de si el seguro pagará todo o una parte del tratamiento.
Por último,
una cuestión importante a tener en cuenta a la hora de comenzar un tratamiento
de la anorexia es que una relación estrecha y de confianza entre paciente y
terapeuta es esencial para la relación terapéutica.
OBJETIVOS DEL
TRATAMIENTO
El éxito de la
terapia depende de muchos factores, entre ellos:
- La propia
personalidad de la paciente y su deseo de cambio.
- La duración
de su trastorno.
- La edad a la
que comenzó la enfermedad.
- Su historia
familiar.
- Nivel de
habilidades sociales y vocacionales.
- La
concurrencia de otros trastornos como la depresión.
Es importante
recordar que no hay una cura milagrosa para los trastornos de la ingesta. Estas
enfermedades implican problemas contra los que las pacientes han luchado y
seguirán luchando durante la mayor parte de sus vidas, pero un buen programa de
tratamiento ayudará a reforzar la autoestima y enseñará a las pacientes a
enfrentarse a sus problemas sin recurrir o incurrir en conductas
autodestructivas. El programa también ayudará a restaurar la salud y la fuerza
física.
En general,
los tres objetivos principales de la terapia son:
1.- Mitigar
los síntomas físicos y peligrosos o que representen una amenaza para la vida.
2.- Enseñar a
la paciente a comer normalmente y a disfrutar de una relación más relajada con
la comida.
3.-
Investigar, con la esperanza de cambiarlos, los pensamientos destructivos en
relación con el comer, el peso y la comida.
EL PROCESO DEL
TRATAMIENTO
Evaluación:
Antes de que alguien inicie un tratamiento, como paciente interno o externo,
debe ser evaluado:
- Su estado
físico y mental general.
- La gravedad
de su trastorno.
- La eventual
existencia de trastornos concurrentes.
- Su voluntad
para cambiar.
Para que la
terapia de resultado, los médicos y terapeutas necesitan la mayor información
acerca de la persona a quien intentan ayudar.
Un trastorno
de la ingesta implica todas las facetas de la vida de alguien:
- Su imagen de
sí misma.
- Su relación
con la familia y amigos.
- Su habilidad
para hacer valer sus derechos y dar a conocer sus necesidades.
La mayor parte
de los afectados obtienen del trastorno una gran parte de su propia imagen. Esta
es la tarea a la que se enfrentan las personas que se enfrentan a un
tratamiento: Asumir que el rasgo del que se está tan orgullosa, es perjudicial.
Por esta
razón, la evaluación ha de ser lo más detallada posible, de manera que el
terapeuta pueda adaptar la terapia a cada paciente.
Cuestionarios: Se han desarrollado
varios cuestionarios, especializados para evaluar a los pacientes. Estos ayudan
a evaluar las actitudes de alguien hacia el peso y figura y clarifican las
características psicológicas como los rasgos de la personalidad, el grado de
desempeño social y problemas similares. Los más usados son:
·
TAIC: Test de actitudes de la ingesta de la comida.
Consiste en 26 preguntas destinadas a medir la presencia de patrones de la
ingesta trastornados y determinar si la paciente sufre anorexia nerviosa.
·
·
ELITIC: Test con 91 preguntas, destinado a medir una
serie de síntomas psicológicos que se piensa que contribuyen al desarrollo y
mantenimiento de los trastornos de la ingesta tales como la tendencia a la
delgadez, insatisfacción corporal, perfeccionismo...
Estos cuestionarios
no se pueden usar en sí mismos para diagnosticar trastornos de la ingesta, lo
que sí pueden hacer es indicar quién es más propensa a tener un trastorno de la
ingesta y cuales pueden ser algunos de sus problemas propios.
La entrevista: La entrevista
de evaluación ayuda al médico o terapeuta a obtener una idea más clara del
estilo de vida de la paciente, así como su peso actual, historial de la dieta,
hábitos de la ingesta...
Otros aspectos
como la asistencia al trabajo o clase, las relaciones con el novio o marido o
amigas y la familia y las ocupaciones exteriores, son de interés porque arrojan
luz sobre sus habilidades de desempeño, el grado de independencia y la medida
de su aislamiento.
El médico,
durante la entrevista, tendrá gran interés en conocer los intentos pasados y
presentes de estar a dieta, atracarse y vomitar; el uso de los laxantes,
diuréticos y píldoras dietéticas.
Por último el
entrevistador querrá saber si la persona está preparada para cambiar y sobre
todo si está dispuesta a recibir terapia.
Por otra
parte, también es importante una evaluación física. Si una mujer presenta una
figura emaciada y es incapaz de pensar con claridad o se muestra agitada y/o
con otros signos de desequilibrio, puede requerir hospitalización inmediata. Un
deterioro físico tan extremo, afecta al funcionamiento mental y la capacidad de
obtener beneficios de la terapia.
Opciones del
tratamiento: Después de la evaluación, se recibirán las recomendaciones para la
paciente para iniciar el tratamiento.
Psicoterapia
individual: quizá el aspecto más importante de la terapia es el
desarrollo de una relación cálida entre la paciente y el terapeuta.
Psicoterapia
tradicional: Los medios de esta psicoterapia animan a la paciente
a reflexionar acerca de su infancia, sueños y sentimientos no expresados para,
de ese modo, adquirir una nueva percepción de su conducta actual.
Al reconocer
el papel de estas influencias subliminales, la paciente adquirirá una nueva
percepción de sus acciones y las cambiará.
Por otra
parte, a medida que la paciente consigue el control de su ingesta, la
psicoterapia tradicional puede ayudarla a identificar y manejar algunos de los
sentimientos que contribuyeran al trastorno.
Modificación
de la conducta: Esta forma de terapia ignora por completo los
sentimientos subyacentes y se centra sólo en la conducta cambiante. La
modificación de la conducta actúa sobre un principio: reforzar una conducta
deseada mediante premios y castigar o ignorar una conducta no deseada.
Cuando se
aplicó por primera vez este método, dio buenos resultados, pero por desgracia
sólo fueron temporalmente. Las pacientes encontraron la estancia en el hospital
tan desagradable que realizaron las conductas deseadas sólo es suficiente para
ser dadas de alta y una vez fuera, volvieron a sus viejas costumbres.
Terapia
conductista cognitiva: (la TCC) combina los mejores aspectos de la
psicoterapia tradicional y la modificación de la conducta.
Esta terapia
implica los siguientes pasos:
·
Intensificar el conocimiento de la paciente, de sus
propios patrones de pensamiento.
·
Enseñarle a reconocer la conexión entre ciertos
sentimientos, los pensamientos autodestructivos y la conducta de la ingesta
trastornada.
·
Sustituir las creencias erróneas por ideas más
apropiadas.
·
Cambiar gradualmente las suposiciones fundamentales
que subyacen en el desarrollo de los trastornos de la ingesta.
Se suele
asumir " creencias erróneas" en un momento u otro; la diferencia es
que para una enferma de anorexia tienen más extremas estas creencias. Algunos
de estos pensamientos típicos son:
- Pensamiento
blanco o negro/ todo o nada: que consiste en la convicción de que si todo
no es perfecto, el desastre está a la vuelta de la esquina.
- Errores
de atribución: por ejemplo, cuando una anoréxica afirma tajantemente que ha
engordado un kilo sólo por haber comido un pastel la semana pasada cuando en
realidad ese aumento de peso se debía a que estaba en la fecha del período
menstrual, que siempre la hacía retener líquidos.
- Pensamiento
mágico: la menor indulgencia en una comida " prohibida "
significa obesidad instantánea. Algunas personas aseguran: " Mi cuerpo no
tolera los hidratos de carbono, los convierte instantáneamente en grasa" o
" soy adicta al azúcar", " pruebo algo dulce y pierdo el
control". Tales ideas atribuyen propiedades irreales y casi mágicas a la
comida y al cuerpo humano.
- Personalización:
Anne, una anoréxica de 15 años, pasó las vacaciones en un tratamiento del
trastorno de la ingesta y cuando regresó al instituto había engordado 3 o 4
kilos. Su profesora la vio y le dijo: " ¡¡ Anne, estás estupenda!!, ¿Has
pasado un buen verano?". Durante el resto del día Anne se lamentó:
"¿Habré engordado tanto que la gente lo nota?, ¿Sabía ella que yo estaba
sometida a una terapia?". Anne había tomado el cortés comentario de su
profesora como un drama, reflejo quizá de la baja autoestima que la caracteriza
por su enfermedad.
- Exageración:
la reacción de Anne ante el comentario de su profesora constituye un ejemplo de
exageración: la tendencia a desorbitar las cosas. El comentario de la profesora
se convirtió en una creencia.
TCC se ha
practicado con buenos resultados en pacientes de bulimia y ha sido recomendado
para el tratamiento de la anorexia nerviosa pero su efecto a largo plazo en
esta última no se conoce con seguridad.
Terapia de
grupos: para las personas que nunca lo han intentado, la idea de la terapia puede
resultar aterradora. Descubrir sus pensamientos más íntimos, hacer frente a sus
miedos... y la idea de hacerlo en grupo puede convertirlo en algo peor.
Sin embargo,
el propósito de la terapia de grupo es justamente lo contrario: busca
proporcionar una fortalecedora red de personas que saben lo que la persona
(paciente) está sufriendo y quieren ayudarla.
Los grupos de
terapia exigen un compromiso firme. Algunos pueden durar sólo unas semanas,
pero otros se prolongan durante un año o más.
Terapia de familia: muchos
terapeutas la recomiendan en enfermas anoréxicas jóvenes que con frecuencia
viven con sus padres.
Esta terapia
permite observar a los patrones trastornados que ayudaron a dar origen al
trastorno de la ingesta. Durante la terapia, el terapeuta puede contemplar cómo
se comunican los miembros de la familia entre sí. A la larga todo esto puede
ayudar a que la paciente reconozca los patrones negativos de la familia, a que
se vuelva más firme y a que la familia en conjunto aprenda mejores maneras de
ayudar a que cada miembro logre satisfacer sus necesidades.
- Trata a la
familia entera como paciente.
- Tres etapas:
·
INICIAL
* Etapa de
evaluación.
* El terapeuta
conoce a los miembros de la familia.
* Juntos
elaboran un plan para ayudar a la enferma.
* Desempeño de
la familia como unidad.
·
MEDIA
* Los padres
aprenderán a ayudar a su hijo/a crecer y éste aprenderá a ser más
independiente.
·
ÚLTIMA
* El terapeuta
apartará a la familia de la terapia.
Terapia
nutricional: el objetivo de esta terapia es ayudar a la paciente
a asumir que puede comer todo lo que quiera con moderación. Para lograrlo ella
debe estar libre del temor a que todo lo que coma le hará engordar.
Deberá
enfrentarse a una firme prueba de que está demasiado delgada, pérdida de la
menstruación, el hecho de que siente frío todo el tiempo... Éste simple
enfoque, reconociendo los miedos de la paciente pero insistiendo en que coma de
todos modos, ha obtenido resultados excelentes.
El grupo
recuerda a la paciente que no es la única, que otras mujeres se han visto
envueltas en la misma conducta y no obstante se han recuperado.
Una desventaja
de estos grupos es que a diferencia de los grupos de terapia, no exigen
asistencia regular.
Grupos de
autoayuda: la autoayuda se refiere a aquellos grupos integrados enteramente por
personas que padecen trastornos de la ingesta de comida. No hay miembros
profesionales. En este grupo se anima a los miembros a contar sus historias
personales, como solían ser las cosas para ellos/as y como son ahora.
Grupos de apoyo: estos grupos
suponen la ayuda de uno o más profesionales, aunque sus papeles pueden cambiar
a medida que cambian las necesidades de los miembros del grupo.
Los terapeutas
suelen formular preguntas y orientar comentarios.
Comilones
anónimos: la filosofía que subyace aquí es que la ingesta compulsiva es una
enfermedad progresiva.
Para ellos la
enfermedad se puede controlar con doce pasos:
1º. Admitir
que una se encuentra impotente ante la comida.
2º. Admitir
que una fuerza superior puede devolver "la cordura" al afectado.
3º. Entregar
la voluntad y la vida de una a Dios.
Los pasos
restantes exigen que le miembro se enfrente a sus errores y los explique.
¿ QUIÉN
NECESITA UN HOSPITAL?.
La terapia de
paciente externa para trastornos de la ingesta a menudo tiene éxito, pero hay
casos en que ésta debe permanecer en el hospital. Esto ocurre cuando:
- Hay
deterioros físicos graves o que representan un riesgo para la vida. Uno de los
objetivos de la hospitalización es impedir que la paciente se haga más daño adicional
mientras recibe la terapia.
- Se detectan
trastornos concurrentes como abuso de drogas, alcohol o miedos inmotivados.
Mientras estos problemas no sean tratados, el trastorno de la ingesta no se
podrá resolver realmente.
SESIÓN:
- Evaluación
y etapa de diagnóstico: de dos semanas antes de la admisión.
- Etapa de
paciente interna: que dura unas seis semanas y consiste en:
* Consejo y
terapia nutricional para aumentar de peso.
* Evaluación
médica.
* Terapia
individual diaria.
* Terapia de
grupo diaria.
* Terapia de
familia.
- Seguimiento
durante un año de las terapias anteriores llevadas a cabo durante la
hospitalización: de acuerdo con las necesidades de la paciente.
MÁS AYUDA
Importancia de
la autoestima en la anorexia.
La baja
autoestima es una característica común de los diferentes trastornos de la
ingesta ya que refleja el temor de la paciente en que si " se
abandona" y se muestra al mundo tal y como es en realidad será rechazada
inmediatamente.
Uno de los
objetivos de la buena terapia del trastorno de la ingesta es conseguir que la
paciente aprecie su propia valía intrínseca.
Razones de la
baja autoestima: ¿ Cómo desarrolla alguien una baja autoestima?
Participan varios factores:
- Creencia de
que la figura determina la valía: Las personas con trastornos de la ingesta han
llegado a creer que son despreciables e inaceptables a menos que estén
delgadas, y por supuesto, nunca consiguen estar lo suficientemente delgadas
para sentirse satisfechas.
- Dependencia
de factores exteriores para determinar la propia valía: en lugar de quererse y
valorarse internamente, miden su valía a través de señales exteriores, por
ejemplo: la calificación de un examen, la marca de una carrera, la aprobación
por parte de los amigos...
- Pensar en sí
mismas como inútiles e incompetentes: Si una persona se siente impotente
respecto de su vida o entorno, es evidente que no será capaz de desarrollar
mucho respeto por sí misma.
Consejos para
estimular la autoestima:
- Dedicarse a
algo que la paciente ya haga bien: desarrollar una nueva actividad implica
paciencia y el riesgo de no poseer actitudes para ella, de manera que hay que
asegurarse de que la enferma opera de baja autoestima o persona, se dedique a
algo que ya sabe que hace bien.
- Inventar
" abogado del diablo" imaginario o pedir a algún amigo que lo sea: de
esta manera alguien con baja autoestima puede empezar a comprender lo negativo
que resulta confiar en un refuerzo exterior para sentirse bien consigo misma.
- ¿ Porqué no
tener mejor aspecto sin preocuparse del peso?. Es bueno imaginar un mundo en el
que el peso de las personas fuese inalterable. "¿Seguiría tomando medio
pomelo de postre en lugar de la tarta de chocolate?.
- Actuar como
si fuese delgada, como si fuese hermosa. Paradójicamente, las personas que
actúan como si se quisieran comienzan a obtener una mejor reacción del resto
del mundo, lo que les hace más fácil quererse de verdad.
- Observar a
las personas de alrededor. Esto es más eficaz si se pertenece a un club o
gimnasio, donde las personas pasean en diversos grados de desnudez. ¿Cuántos
cuerpos perfectos se ven?. Además lo que para alguien puede ser perfecto para
otra persona puede no serlo.
- Hay que
aprender a aceptarse. Es genial desarrollar un plan de nutrición y ejercicio
saludable, dejando bien sentado que no se está buscando un plan de
adelgazamiento sino sólo orientaciones para comer, una dieta normal y
saludable. Lo mismo vale para un programa de ejercicio: hay que dejar sentado
que se está haciendo ejercicio para beneficiar el corazón, huesos... no para
lograr una figura imposible.
- Es bueno
unirse a un grupo de autoayuda o apoyo. Un grupo compuesto por otras personas
que experimentan lo mismo, esto las ayudará a ver que no están solas.
Sugerencias
para la familia: los trastornos de la ingesta afectan a toda la familia. Es
imposible simular que todo está bien; muchos padres se preguntan: " ¿Es mi
culpa? ¿He hecho algo mal?". Es importante recordar que los trastornos de
la ingesta pueden tener muchas causas pero no se puede negar que la presencia
de un trastorno a menudo indica un problema básico en la dinámica de la familia
aunque también hay que entender que la enferma está tan influida por la cultura
global como por su crianza.
Es importante
saber que sólo en contados casos los trastornos de la ingesta logran solución
sin ayuda profesional. La familia no puede culparse de la falta de actividades
que sólo se puede esperar de un profesional especializado.
Si creemos que
alguien querido padece anorexia, hay que decírselo con franqueza, no se debe callar
con la esperanza de que sólo es una etapa; cuanto más persista la enfermedad
más se agravará la paciente y más difícil será tratarla, además siempre existe
la posibilidad de que la enferma esté suplicando ayuda en silencio, esperando
secretamente que alguien la advierta su difícil situación y ayuda a encontrar
una salida.
ALGUNOS
CONSEJOS:
- Sosegarse
antes de comenzar, no emocionarse expresando la preocupación de manera severa y
comprensible.
- Esperar
resistencia. Las anoréxicas aseguran mantenerse en perfecto estado de salud.
- Es necesario
mantenerse firme en que a pesar de lo que la enferma diga o niegue, necesita
ayuda. Dejar sentado que lo que nos preocupa es su salud y su vida.
- Es bueno
hacer a la enferma responsable de su conducta.
- Estar dispuesto
a obtener ayuda nosotros mismos, ya que los trastornos de la ingesta afectan a
las personas que la rodean también.
- Es bueno
asegurarse que las propias necesidades de la familia son satisfechas. Existen
grupos de apoyo para familiares de personas afectadas.
Al considerar
un tratamiento, se ha dado el primer paso y más importante hacia la
recuperación: se ha comprendido que existe un problema, eso requiere mucho
coraje.
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