Desigualdad social
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El término desigualdad social se refiere a una situación
socioeconómica (no necesariamente vinculada con la apropiación o usurpación
privada de bienes, recursos y recompensas), en un contexto de competencia y
lucha.
La acción de dar un trato diferente a personas entre las que existen
desigualdades sociales, se llama discriminación.
Esta discriminación puede ser positiva o negativa, según vaya en beneficio o
perjuicio de un determinado grupo.
Desigualdades de ingresos entre países, medidos por el coeficiente de Gini, donde 0 corresponde a la
igualdad perfecta, y 1 a la desigualdad total. Los países en rojo son más
desiguales que los países en verde.
Las desigualdades de ingresos evocan las
disparidades de renta entre individuos, en diferentes naciones del globo; en el
seno de un mismo país, mide las desigualdades entre individuos ricos e
individuos pobres.
La desigualdad social se ha convertido en el foco central de estudio dentro
de la sociología, ya que dentro del estudio de cualquier sociedad encontraremos
el problema de la desigualdad. Según Eduardo López, la desigualdad social es el
resultado de un problema social, y no puede observarse meramente como un
fenómeno natural. Es también un fenómeno histórico y cultural que ha existido
en todas las naciones, hasta convertirse en un problema social para cada una de
ellas. La desigualdad social es la condición por la cual las personas tienen un
acceso desigual a los recursos de todo tipo, a los servicios y a las posiciones
que valora la sociedad. Todo tipo de desigualdad social está fuertemente
asociada a las clases sociales, al género, a la etnia, la religión, etc. Así
que de forma más sencilla podemos definir la desigualdad como el trato
desigual o diferente que indica diferencia o discriminación de un individuo
hacia otro debido a su posición social, económica, religiosa, a su sexo, raza,
color de piel, entre otros.
Las formas más extremas de la desigualdad social toman la forma de opresión
en distintos aspectos. El individuo se ve oprimido de forma económica,
política, religiosa, y cultural. Con este trato, se comienzan a observar en la
sociedad, lo que se conoce como minorías sociales. Es entonces cuando las
grandes entidades o grupos usan la discriminación para mantener control de los
pequeños grupos. Es entonces cuando la desigualdad social, en su manifestación
más extrema causa la exclusión social de estos individuos. La exclusión social
es la ruptura de los lazos entre el individuo y la sociedad.
Generalmente es admitido que valores como la libertad, la justicia, la paz,
el respeto o la solidaridad tienen un carácter universal; de manera que además
de considerarse indispensables, se constituyen en los pilares básicos de todas las
sociedades democráticas. No obstante, no todos tienen el mismo protagonismo, y
no todos son asimilados o interiorizados igualmente. Para ilustrarlo baste
recordar la virulenta reacción de ciertos grupos sociales ante la aprobación,
por ejemplo, de leyes que regulan la igualdad de derechos de las personas con
diferente orientación sexual o el problema que aparece en los países
desarrollados ante la llegada más o menos masiva de inmigrantes y la reacción
de rechazo que, tarde o temprano, muestran algunos sectores de la sociedad: si
bien la solidaridad o el respeto son aceptados como deseables, la realidad
muestra sin duda la doble moral con la que dichos valores son entendidos,
cuando de vivirlos o hacerlos realidad se trata. Otra interpretación posible de
esta situación, sería identificar la evidente diferencia entre la importancia
otorgada a unos valores y otros, con la existencia de una jerarquización entre
ellos. Así, si bien hablamos de grandes valores, universales y atemporales,
encontramos diferentes modos de priorizarlos e, incluso, de interpretarlos, ya
sea en función del contexto social, cultural, político o religioso.
Según el sociólog López Aranguren son varias las posibilidades de respuesta
ante la pregunta: ¿desigualdad de que? , la cual contesta a que tipo de desigualdad
están expuestas las personas en una sociedad. Entre estas respuestas
encontramos la desigualdad de oportunidades, desigualdad jurídica, desigualdad
en el cubrimiento de las necesidades básicas, desigualdad económica, y la
desigualdad de capacidades para conseguir funcionamientos valiosos.
Un trabajo reciente o metaestudio basado la comparación de más de 150
artículos científicos revela que los países con mayores desigualdades
económicas tienen mayores problemas de salud mental y drogas, menores niveles salud física y menor esperanza
de vida, peores rendimientos
académicos y mayores índices
de embarazos juveniles no deseados. En esos casos también se comprobó que no es el
nivel de renta sino la desigualdad económica el factor
explicativo principal. Por lo que los autores de dicho estudio concluyen que
entre los países más desarrollados, los más igualitarios obtienen un mejor
comportamiento en una serie amplia de índices de bienestar social.
Una de las más graves consecuencias de la desigualdad social, es la
desigualdad educativa, que a su vez es una manifestación de la desigualdad de
oportunidades. La desigualdad de oportunidades es cuando las oportunidades para
ocupar cualquier posición no están distribuidas de una forma igualitaria para
todos de acuerdo criterios competitivos, sino que intervienen en la
distribución el status social, los recursos económicos, ideología política,
ideología religiosa, grupo étnico, y el género, etc.
El acceso a la educación siempre se ha caracterizado por ser uno de
exclusividad y prestigio para las clases sociales altas, y uno mediocre y
general para las clases bajas. Distintos países alrededor del mundo son
víctimas de la desigualdad educativa. Un estudio reciente al sistema educativo
chileno, realizado entre abril y junio de 2011, nos demuestra justamente esto.
Durante las últimas dos décadas, el sistema educativo de Chile experimentó un
gran proceso de masificación de la educación, aumentando así los niveles
educativos en la sociedad, sin embargo, esto no trajo consigo una solución al
problema de la desigualdad social. Independientemente de este avance educativo
el nivel de accesibilidad a la educación continúa siendo el mismo. Para los
sectores acomodados, significa la posibilidad de mantener los beneficios
económicos y sociales ya poseídos; para los sectores medios, actúa como
mecanismo de movilidad; y para los sectores pobres, se distingue por no acceder
a la educación o por acceder a una educación de muy mala calidad. Así que el
acceso a la educación a pesar de ser una oportunidad para movilizarse dentro
del marco social, está sujeto a los recursos económicos con los que cuenta el individuo
para poder acceder a la educación que desee:
El acceso a educación
es visto como una oportunidad para movilizarse al interior de la estructura
social, sin embargo, existe conciencia de que esa oportunidad está condicionada
por los recursos económicos disponibles para acceder al sistema
Andrea Greibe Kohn, Oportunidades
educativas y desigualdad: percepciones respecto a la incidencia de la educación
en la estructura social
.
Ivan Illich critica el fortalecimiento de las desigualdades sociales de los
sistemas sanitarios mundiales, y Freidson analiza el poder de los
especialistas. Uno de los factores que impiden que sea no sólo una necesidad de
todos, sino una meta alcanzable, es la desigualdad social. España, al igual que
otros países, tiene la dura tarea de enfrentar esa realidad. Por desgracia, los
políticos sanitarios y los médicos han tardado en reaccionar a esa verdad. El
objetivo para disminuir las carencias y, por tanto de mayor incidencia de
enfermedad es reduciendo las desigualdades sociales. Las clases sociales más
bajas enferman más, mueren antes y son susceptibles de mayor cantidad de
accidentes durante su trabajo. Una de las propuestas más interesantes que se
ofrecen en el libro “Salud y poder” de Rodríguez de Miguel, es la necesidad de
que los médicos aprendan Ciencias Sociales, y los sociólogos aprendan Medicina.
Rousseau, en su obra sobre el origen de
las desigualdades, utilizando lo que él llama el estado natural del hombre,
deriva la desigualdad del hombre del estado social. El hombre no nace con la desigualdad sino
después de que se compara con sus semejantes y ve sus diferencias es cuando
entonces se pierde la igualdad del ser humano. Rousseau dice que la desigualdad
debe su fuerza y su aumento al desarrollo de nuestras facultades y a los
progresos del espíritu humano y se hace al cabo legítima por la institución de
la propiedad y de leyes.
El estudio antropológico y arqueológico de las sociedades ha revelado que
las sociedades paleolíticas eran bastante igualitarias, y salvo las diferencias
de sexo y edad en las tareas, existe poco o ninguna diferenciación adicional.
En general hombres y mujeres de la misma edad tienen habilidades y
conocimientos similares, y parece existe muy poca especialización en las
sociedades de cazadores-recolectores. Esas evidencias,
apuntan las desigualdades en las sociedades humanas se hicieron más marcadas en
las sociedades neolíticas, en las que existía una creciente especialización y,
por tanto, asimetrías en el acceso a los recursos naturales, bienes económicos,
información general y conocimientos. Las élites responsables de centralizar y
organizar la producción y custodia de alimentos, en las sociedades preestatales
en general aprovechan su acceso diferencial a los recursos en beneficio de sus
parientes, lo cual parece ser una de las formas iniciales de desigualdad social
en las sociedades humanas.
La desigualdad económica se contempla como la distribución desigual de
bienes y servicios; ésta se da cuando dos individuos efectúan el mismo trabajo,
pero la ganancia monetaria no es igual para ambos. Esto viene dado por varias
razones. Para Hunt y Colander,11
el factor más importante son las diferencias en las ganancias de los
individuos. Estas diferencias se basan en parte a la ocupación y a las cualidades
personales de las en relación con la demanda. Las ocupaciones que son
clasificadas como trabajos comunes y que todas las personas pueden ejercer con
poco entrenamiento o escasa capacidad tienden a pagar menos. Dentro de cada
grupo ocupacional hay grandes diferencias en el poder adquisitivo,
especialmente en los niveles profesionales y administrativos más altos. Otra
razón es el sexo de los individuos involucrados, es decir, hombre/mujer. Esto
nos lleva a la desigualdad entre sexos. La desigualdad económica se lleva dando
en continuas ocasiones a lo largo de la Historia de la Humanidad, se cree que
incluso desde la Prehistoria. Lo que hace la desigualdad económica en sí es
estratificar o crear clases o niveles en la sociedad, es decir, ricos/clase media/pobres.
Uno de los productos de la estratificación se ve en el sistema capitalista,
jefe/empleado. Las clases sociales son determinadas mayormente por hechos
históricos de un lugar en específico. Las clases sociales o estratificación es,
la desigual distribución de derechos y privilegios, deberes y
responsabilidades, gratificaciones y privaciones, poder social e influencia
dentro de una sociedad. Se entiende que si dos individuos pertenecen a una
misma clase social, los mismos gozan de los mismos privilegios y/o privaciones.
Jóvenes y
niños están conscientes de que existe una disparidad de ingresos entre los
grupos de distintos estatus socio-económicos. En el año 2006 se llevó a cabo
una investigación para
aclarar la controversia que existía sobre cuan consciente estaba la juventud
acerca del problema de la desigualdad económica, y para los investigadores
demostrar el aumento en desigualdades económicas de la últimas dos décadas
dentro de una sociedad globalizada. Los jóvenes entrevistados demostraron que
cada trabajador debía tener un salario más equitativo. Ésta y otras
investigaciones han podido corroborar el entendimiento de niños y adolescentes
sumergidos en una estratificación social en diferentes países, mostrando que
están conscientes de las diferencias en salario y estatus social dentro de las
distintas profesiones. Además se indica que es más marcada la conciencia acerca
de estas diferencias de salarios en los jóvenes de clase media y alta, que en
los de clase baja. A raíz de investigaciones como estas, se define que existen
en la sociedad grandes prejuicios acerca de la riqueza y la pobreza, y que la
juventud ha internalizado esas divisiones socio-económicas que caracterizan a
nuestra sociedad, todas causadas por la disparidad de ingresos.
La democracia puede ser marchitada por la desigualdad socioeconómica, pero
esta desigualdad es casi inevitable dada las normas que rigen la sociedad
democrática.
Desigualdad entre
sexos
Según Raygadas, uno de
los factores centrales en la construcción de desigualdades ha sido la
discriminación sexual. Se han estructurado distinciones sociales y culturales
entre hombres mujeres para convertir las diferencias biológicas del sexo en
jerarquías de poder, estatus e ingresos. También se puede definir como el
reparto de tareas, empleos y profesiones en base al género femenino o
masculino, esta práctica, que era común en la sociedad, solo se empezó a cuestionar
hace veinte años. Las
consecuencias de esta desigualdad son que las mujeres ganan menos que los
hombres, o los hombres menos que las mujeres (haciendo el mismo trabajo, con el
mismo título educativo, las mismas horas). La sociedad salarial no es una
sociedad de igualdad, hay una gran diferencia entre el ingreso que genera un
hombre y el ingreso que genera una mujer y hasta en el acceso a bienes sociales
que tienen cada uno como por ejemplo en la educación y en la cultura. ===
Desigualdad
Conclusión
En conclusión la desigualdad o discrimen es un medio de presión por el cual
los miembros de las altas esferas o estratos sociales impiden que las personas
que están en las esferas bajas puedan subir. Esto hablando de cualquier tema es
decir política, ambiental, economía, cultural y educativa entre otras muchas.
En tanto las personas de las clases bajas luchan por llegar arriba para gozar
de los beneficios. La desigualdad, definida como la existencia de diferencias,
es omnipresente en la naturaleza, según Gandhi. Tenemos que pensar y luchar por la igualdad,
precisamente porque existe una gran desigualdad en el mundo físico. Que los
hombres no son iguales es sólo una verdad a medias, la otra mitad es que lo
son. La interconexión de las diferentes dimensiones de la desigualdad es una
alternativa para comprender la complejidad de este fenómeno. También muestra
que el combate contra la desigualdad tiene que articular acciones en los tres
ámbitos: en el aspecto micro social, en el nivel intermedio y en el ámbito
macro social. A pesar del
estatuto asentado en la Declaración de Independencia estadounidense acerca de
que “todos los hombres fueron creados iguales”, sabemos que en muchas formas la
gente no es igual entre sí. No nace con iguales potencialidades para aprender y
lograr cosas, tampoco nace en ambientes sociales igualmente favorables. Sin
embargo, la igualdad ante la ley y la igualdad de oportunidades son ideales
democráticos fuertemente protegidos.
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