El Tao se ha traducido como “vía” o “camino”, sin embargo, el hombre que le dio a este
término un sentido metafísico fue Lao Tsé, en su libro el Tao Te Ching,
como el principio primario que todo lo abarca y sostiene, del cual surgen “los
Diez Mil Seres” —toda la Creación—. Es intangible, inconmensurable e infinito.
Sólo podemos percibirlo mediante nuestros sentidos, cuando se manifiesta, como
algo tangible.
Desde la más remota antigüedad, los chinos han cultivado diversas
prácticas relacionadas con el manejo consciente de la energía sexual y
emocional, para unirse con el Tao, con lo divino, lo intangible e infinito.
Algunos expertos aseguran que los primeros textos taoístas que
hablan de una alquimia sexual interna (Nei Dan) surgen durante el período de
Primavera y Otoño (770-476 a. C.), así como los tratados del emperador Amarillo
durante la Dinastía Han (206 a. C.-220 d. C.)
Desde la visión taoísta, la energía vital dentro del cuerpo humano
tiene diferentes cualidades y se mueve de distintas maneras en cada individuo.
En estas sutiles diferencias está basada la medicina tradicional China, la
acupuntura, la moxibustión, la herbolaria, el arte del Qí Gong
—Yoga chino de la respiración y el manejo de la energía vital—, incluso las
artes marciales chinas.
De la calidad de esta energía vital depende no sólo nuestro estado
de enfermedad o de salud, el proceso de envejecimiento o de rejuvenecimiento y
nuestras emociones negativas o virtudes. Nuestros estados de consciencia
dependen también del flujo y calidad de la energía vital.
Existen tres tipos básicos de energía en la alquimia interior (Nei Dan):
El
Ching (la Esencia). Esta energía se mueve en la zona pélvica del
cuerpo humano, viaja a través del semen, en el hombre; y en el óvulo, en la
mujer: es la “esencia de vida”. Nuestra salud general depende de esta energía.
Si ésta es dilapidada, la persona enfermará y envejecerá prematuramente, pero
si es cultivada y transformada, el individuo se mantendrá sano y retardará su
proceso de envejecimiento.
El Chí
(el Hálito). Esta energía se mueve en el plexo cardíaco del cuerpo humano. Está
relacionada con las emociones. Así, si la persona tiene emociones negativas
recurrentes tales como odio, rencor, celos, arrogancia, impaciencia, tristeza,
depresión, preocupación, miedo, enfermará y envejecerá prematuramente. En
cambio, si cultiva las virtudes de la amabilidad, la tolerancia, el amor
incondicional, el perdón, la alegría de vivir, el abandono a la voluntad superior,
la persona cultivará la salud y retardará su proceso de envejecimiento.
El Shen
(el Espíritu). Esta energía se mueve en el centro de la cabeza del cuerpo
humano y se relaciona con la consciencia espiritual y la creatividad.
La alquimia sexual taoísta consiste básicamente en transformar el Ching
(la esencia) en Chi
(el hálito) y éste en Shen (Espíritu). Existen diversas prácticas para este
propósito como el Arte de la Inyaculación, por medio de la cual el
hombre es capaz de separar el mecanismo neurofisiológico que produce un
orgasmo, del que produce la eyaculación, de manera que pueda tener varios
orgasmos sin eyacular. Transfiere las convulsiones orgásmicas que se darían en
la próstata, a las glándulas superiores como la pineal, la pituitaria, la hipófisis
y el hipotálamo. Provoca estados de éxtasis místicos asociados al erotismo y el
amor, durante un encuentro sexual.
En la mujer, a este fenómeno se le llama “La gran
absorción orgásmica”, que le permite entrar en estados de éxtasis y
experimentar la conexión que tiene con el Tao, con el origen
de la vida, por medio de su útero. Su déficit energético sexual causa
alteraciones internas físicas y espirituales, es una flor marchita necesaria de
educación en el Qi vital propio de su maestro. Éste, en el taoísmo es
considerado como una “antena dimensional”, que cambia hasta el pH de sus
esencias puras al resplandor del rostro y brillo de sus ojos.
“Los nueve orgasmos de la mujer” se consideran como un puente entre
los mundos espiritual y físico, ya que cuando una mujer los experimenta, siente
“la pequeña muerte” que la lleva a hacerse uno con la fuente de toda creación,
con el Tao.
Harvey Rivadeneira Galiano, médico especialista en acupuntura y filosofía tao, explica las enseñanzas y nos
introduce a los secretos Taoístas del sexo y del amor.
Los pilares del Tao de la Sexualidad se basan en cultivar,
conservar, transformar y circular la energía sexual. Conseguir esto nos hace
capaces de usar esta energía (Ching Chi) para sanar y nutrir nuestro cuerpo y
mente.
Desde épocas muy tempranas el manejo de la energía
sexual se ha asociado en china con una gran vitalidad, sentidos potentes,
agudeza de la mente, salud vibrante, magnetismo personal, poderes psíquicos y
habilidad para alargar la vida más allá de sus límites ordinarios.
Contrariamente a la creencia popular, las prácticas
sexuales Taoístas no son una disciplina independiente que exista por ella
misma. Por el contrario, las prácticas sexuales se consideran una rama del
árbol Taoísta de disciplinas que tiene como tronco central las meditaciones
para calmar la mente y abrir el infinito potencial del espíritu humano.
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Reciclar la energía sexual requiere sobre todo que el practicante haya
desarrollado la habilidad de sentir cada parte del cuerpo y especialmente el
movimiento del Qi o fuerza de la vida a través del sistema de meridianos. Sin
la habilidad de sentir el Qi, no hay práctica Taoísta. La habilidad de sentir
cada parte del cuerpo es abrir la comunicación entre la mente y el cuerpo
físico. Al intentar cualquier práctica energética sin las bases de sentir el
cuerpo e identificar el movimiento del Qi, el practicante es energéticamente
ciego e incapaz de determinar cuándo ha de pararse la práctica o cuán
intensamente debe hacerse una técnica.
El riesgo de practicar sin estos dos fundamentos es energía bloqueada en la parte superior del cuerpo, que causa una serie de efectos secundarios indeseables, como dolor de cabeza, insomnio, arritmias, hipertensión, acúfenos y otros. La lista puede ser muy larga.
Cualquier práctica energética tiene el poder de aumentar el flujo de energía
a través del sistema de meridianos. El aumento de flujo es igual a tener
mucho más tráfico atravesando las avenidas de una gran ciudad. Como todos
sabemos si todo el mundo sale de la ciudad durante las vacaciones, el tráfico
será lento y pesado en todas partes. Los embotellamientos hacen surgir el mal
genio y sobrecalientan los motores, además del incremento del cociente de
impaciencia y frustración personales.
Reciclar la energía sexual es algo tan sencillo como mover el Qi acumulado en
el área genital y hacerlo circular a través del sistema nervioso y los
órganos vitales. No obstante, para hacer eso el practicante debería estar muy
familiarizado con los meridianos para guiarla de un lugar a otro de forma
segura.
La superautopista energética del sistema energético humano es la combinación
de meridianos ascendiendo por la columna desde el perineo y descendiendo por
delante del pecho hasta el perineo. Este camino circular recibe una variedad
de nombres tradicionales y es mejor conocida en Occidente como la Órbita
Microcósmica.
De la misma manera que el tráfico en una gran autopista puede ser fluido,
lento o estar totalmente bloqueado, la Órbita Microcósmica puede estar
parcialmente bloqueada y la distribución del flujo del Qi ineficaz. Asi que
una de las prioridades más importantes en el trabajo energético es mantener
la Orbita circulando tan eficazmente como sea posible. Muchos son los
aspirantes a la práctica sexual que se ponen a reciclar la energía sexual sin
saber nada del Qi que circula por la Órbita y terminan con la energía sexual
bloqueada en la cabeza o en el corazón.
El trabajo energético taoísta se conoce por aumentar el flujo de energía y
estimular la vitalidad. Sin embargo, los Taoístas no están sólo interesados
en aumentar el flujo de Qi, más importante es la calidad de este Qi.
Uno de los factores que más prontamente afectan la calidad del Qi personal
son las emociones que se producen en nuestros órganos.
Los antiguos Taoístas descubrieron en el curso de sus meditaciones que
nuestras emociones, tanto positivas como negativas, tienen su punto de
partida en el estado de los órganos vitales. Por ejemplo, el hígado deja
circular el Qi de manera muy fluida, entonces este tipo de movimiento se
experimenta como un estado mental positivo que se expresa en forma de
amabilidad, generosidad y tranquilidad personal. Al contrario, si el flujo
está bloqueado por excesiva tensión y calor en el hígado, la experiencia de
este fluir difícil se manifiesta con ira, agresividad y un estado general de
insatisfacción.
Los taoístas también descubrieron que la energía sexual, que se expresa a
través del esperma en los hombres y el óvulo en las mujeres, es una
composición de las esencias de cada uno de los órganos vitales, el sistema
nervioso, las glándulas, el cerebro y los huesos. En otras palabras, la energía
sexual es un trabajo de equipo donde cada parte del cuerpo contribuye con lo
mejor.
Si en el momento de contribuir a dar fuerza al esperma o al óvulo nuestros
órganos están ocupados por tensiones y emociones negativas, la energía sexual
llevará estas cualidades como parte de su composición. Por eso, es esencial
que el practicante del reciclar sexual ponga toda su atención a la calidad
emocional que surge de sus órganos vitales.
Los taoístas desarrollaron numerosas prácticas para transformar el flujo de
energía en los órganos y así actuar sobre la calidad de las emociones. El
primer método es el de los Seis Sonidos Curativos, que utiliza movimientos
sencillos y los sonidos que armonizan cada uno de los órganos vitales. Un
método más profundo es el que armoniza el elemento correspondiente a cada uno
de los órganos, mientras que resuelve al mismo tiempo situaciones no
resueltas aún cargadas emocionalmente.
Puede decirse que cualquier ejercicio físico que cambia el ritmo de la
respiración y acelera la circulación de la sangre y la energía tendrá un
efecto positivo sobre los órganos y las emociones.
Aunque pueda parecer muy poco relacionado con la práctica sexual, la
habilidad de alinear el cuerpo físico apropiadamente es fundamental en todo
trabajo energético, no sólo para hacer girar la energía sexual.
Se aprende a alinear la estructura a fin de facilitar la circulación del Qi a
través del sistema de meridianos, mientras que al mismo tiempo nos abrimos al
flujo de las energías del universo. Sin una estructura correcta, el Qi tiene
dificultad en su camino a través de todo el organismo. Es como si la gran
autopista de fuera de la ciudad estuviera cubierta de obstáculos y
desviaciones cada pocas millas.
Una estructura correcta es esencial en la práctica sexual a causa de la
naturaleza misma de la energía sexual. A la energía sexual se la ha llamado
“el agua de la vida” en muchas culturas antiguas, porque se observó que,
cuando no se estimula, es tranquila y se comporta como el agua a temperatura
ambiente. Sin embargo, durante la excitación su conducta es como la del agua,
que se calienta y se lleva a ebullición. Como sabemos, el agua a temperatura
ambiente es fácil de manejar, pero el agua hirviendo ya es otro asunto. Tiene
que manejarse con mucho cuidado y hemos de ser cuidadosos cuando la vertemos.
Reciclar la energía sexual estimulada requiere el camino más recto y fácil para alcanzar los órganos vitales y el sistema nervioso. Además de permitir circular la Órbita Microcósmica adecuadamente, la estructura física debería ayudar al flujo de los meridianos aportando la máxima facilidad de movimiento. Alinear la estructura empieza con algo tan sencillo como sentir una cuerda invisible, que sostiene la cima de la cabeza y el sacro empuja hacia abajo. Los taoístas desarrollaron muchas posturas especializadas, que ahora forman parte de la estructura básica de los ejercicios y meditación.
Hombres y mujeres que practican el cultivo de la energía sexual Taoísta no
son conscientes que la finalidad de aprender a controlar la eyaculación y
prolongar el juego sexual tiene relación con lo que cenaron la noche pasada y
con el tipo de comida que predomina en su dieta.
La comida que comemos es una de las cuatro fuentes de energía que tenemos,
con el aire que respiramos, la energía que recibimos del cielo y la tierra y
la energía heredada ancestral, que nos han transmitido nuestros padres.
Cada una de las cuatro fuentes de energía se puede comparar a las patas de
una mesa. Si una de ellas es escasa o débil, desequilibra la mesa y todo lo
que ponemos en ella.
Una dieta con comida concentrada en exceso, como las proteínas animales, hará más difícil la meta de reciclar energía sexual, porque la sensibilidad estará disminuida, al igual que la circulación sanguínea. El exceso de productos animales también dificulta más el trabajo de hacer subir la energía por la espalda en la Orbita Microcósmica, porque esta clase de comidas y la llamada modernamente alimentos basura en general disminuye mucho la energía, que es lo contrario de lo que se busca al reciclar la energía sexual.
En los últimos tiempos han aparecido muchas publicaciones que promueven
diferentes métodos para reciclar la energía sexual. Da la impresión de que es
totalmente seguro concentrarse en unos pocos ejercicios de respiración,
además de algunas contracciones musculares y todo estará bien. La experiencia
nos dice que no es así. La mejor evidencia es la innumerable cantidad de
personas que buscan maestros taoístas para que les ayuden a resolver
problemas energéticos de su práctica sexual aprendida en libros. A menudo, no
hay absolutamente nada malo en los métodos de los libros, tan sólo es que la
práctica carece del contexto de las cinco esencias mencionadas antes.
Es importante que cualquier persona interesada en aprender las prácticas
sexuales taoístas, las sitúe en el contexto de un sistema completo, más que
en un ejercicio aislado. Ésta es la manera más sencilla de honrar el tremendo
poder inherente a la energía creativa del universo concentrada en el placer y
la perpetuidad de la especie.
Por pedido realizado de amables lectores del presente blogger: residentes en diferentes países del planeta; pondré a vuestro conocimiento el Libro de mi autoría, llamado SEXOLOGIA DEL TAO. No se ha publicitado o impreso y es mi responsabilidad para con la humanidad con verdadero sentido de sabiduría llena de humildad con amor, entregar conocimientos ancestrales que no pueden olvidarse con el tiempo en favor y beneficio de la mujer y el hombre en su divina integridad energética universal. Para ello invito a mantener nuestra mente con actitudes virtuosas y llenas de respeto a vuestra identidad energética. |
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