El
colesterol es un lípido que se encuentra en los tejidos corporales y en el
plasma sanguíneo de los vertebrados. Se presenta en altas concentraciones en el
hígado, médula espinal, páncreas y cerebro.
El nombre de colesterol procede del griego kole (bilis) y stereos (sólido), por haberse identificado por primera vez en los cálculos de la vesícula biliar por Michel Eugène Chevreul quien dio el nombre de colesterina.
Cuando el colesterol se eleva por encima de unos niveles que se consideran como normales, se produce una enfermedad conocida como hipercolesterolemia. Se consideran normales, valores de colesterol en la sangre iguales o inferiores a 200 mg/dl.
En esta enfermedad, las placas que contienen colesterol se depositan en las paredes de las arterias, en especial en las de pequeño y mediano tamaño, reduciendo su diámetro interior y el flujo de la sangre.
El cierre total de las arterias, como el que puede darse en las arterias coronarias provocando un ataque al corazón, se desarrolla en lugares donde las paredes arteriales se han endurecido por el efecto de estas placas.
El hígado manufactura al colesterol y nuestro cuerpo lo utiliza de varias maneras, entre ellas como combustible en las células y en la formación de vitamina D. Nuestras células también necesitan cierta cantidad de colesterol para mantener sus membranas flexibles y permeables. Nuestras hormonas sexuales, como el estrógeno y la testosterona son hechas a base de colesterol. Normalmente el cuerpo humano utiliza el colesterol que necesita y elimina el resto, sin embargo, en algunas personas el hígado produce el colesterol más rápidamente de lo que el cuerpo puede eliminarlo. Existe una forma dramática de este problema llamada hipercolesterolemia familiar en la que las personas tienen muy poca capacidad para absorber el colesterol. En las células de nuestro cuerpo, especialmente en las del hígado hay unos receptores que se unen a las partículas que transportan el colesterol y lo elimina de la circulación sanguínea. Las personas que padecen de hipercolesterolemia familiar tienen, por razones genéticas, muy pocos o ninguno de estos receptores. En estas personas los niveles de colesterol en la sangre se encuentran extremadamente elevados.
El nivel de colesterol también puede aumentar como resultado de la dieta ya que el colesterol se encuentra en numerosos alimentos. Una dieta elevada en colesterol y grasas saturadas puede causar un aumento considerable en el nivel de colesterol y otros tipos de grasas asociadas a éste. Se cree que este tipo de dieta no solamente provee una cantidad de colesterol excesivo sino que hace que las células del hígado produzcan menos receptores de colesterol.
La mayor parte de las personas hoy son conscientes de la importancia de mantener bajos los niveles de colesterol en sangre si se quiere tener una buena calidad de vida. Algo que en la actualidad puede conseguirse sin problemas manteniendo simplemente una dieta equilibrada, haciendo algo de ejercicio regular y, por qué no, permitiendo opciones alternativas que nos ayudan a estabilizar nuestro torrente sanguíneo como es el caso de la Acupuntura.
HIPERCOLESTEROLEMIAS
El colesterol plasmático sólo existe en la forma de complejos macromoleculares llamados lipoproteínas. Actualmente se reconoce ampliamente el papel causal del colesterol presente en las lipoproteínas de baja densidad (LDL) en la patogenia de la arteriosclerosis, que es el colesterol que viaja desde el hígado hasta la sangre y es el llamado "malo"; en esta condición el colesterol se acumula en las paredes de las arterias, formando un coágulo que obstruye la arteria y el resultado es un ataque cardíaco o una apoplejía. De esta manera, la existencia sostenida de niveles elevados de colesterol LDL por encima de los valores recomendados, incrementa el riesgo de sufrir eventos cardiovasculares, (principalmente infarto de miocardio agudo) hasta diez años después de su determinación.
De manera interesante, el colesterol presente en las lipoproteínas de alta densidad (HDL), o el colesterol "bueno" (¿?), que viaja desde la sangre y los tejidos hasta el hígado para ser eliminado; ejercería un rol protector del sistema cardiovascular. Así, el colesterol tiene un impacto dual y complejo sobre la fisiopatología de la arteriosclerosis, por lo que la estimación del riesgo cardiovascular basado sólo en los niveles totales de colesterol plasmático es claramente insuficiente.
El nivel del colesterol en la sangre se mide en miligramos por decilitro (mg/dl) y se han definido los niveles de colesterol plasmático total (la suma del colesterol presente en todas las clases de lipoproteínas), por la Sociedad Norteamericana de Cardiología son:
El nombre de colesterol procede del griego kole (bilis) y stereos (sólido), por haberse identificado por primera vez en los cálculos de la vesícula biliar por Michel Eugène Chevreul quien dio el nombre de colesterina.
Cuando el colesterol se eleva por encima de unos niveles que se consideran como normales, se produce una enfermedad conocida como hipercolesterolemia. Se consideran normales, valores de colesterol en la sangre iguales o inferiores a 200 mg/dl.
En esta enfermedad, las placas que contienen colesterol se depositan en las paredes de las arterias, en especial en las de pequeño y mediano tamaño, reduciendo su diámetro interior y el flujo de la sangre.
El cierre total de las arterias, como el que puede darse en las arterias coronarias provocando un ataque al corazón, se desarrolla en lugares donde las paredes arteriales se han endurecido por el efecto de estas placas.
El hígado manufactura al colesterol y nuestro cuerpo lo utiliza de varias maneras, entre ellas como combustible en las células y en la formación de vitamina D. Nuestras células también necesitan cierta cantidad de colesterol para mantener sus membranas flexibles y permeables. Nuestras hormonas sexuales, como el estrógeno y la testosterona son hechas a base de colesterol. Normalmente el cuerpo humano utiliza el colesterol que necesita y elimina el resto, sin embargo, en algunas personas el hígado produce el colesterol más rápidamente de lo que el cuerpo puede eliminarlo. Existe una forma dramática de este problema llamada hipercolesterolemia familiar en la que las personas tienen muy poca capacidad para absorber el colesterol. En las células de nuestro cuerpo, especialmente en las del hígado hay unos receptores que se unen a las partículas que transportan el colesterol y lo elimina de la circulación sanguínea. Las personas que padecen de hipercolesterolemia familiar tienen, por razones genéticas, muy pocos o ninguno de estos receptores. En estas personas los niveles de colesterol en la sangre se encuentran extremadamente elevados.
El nivel de colesterol también puede aumentar como resultado de la dieta ya que el colesterol se encuentra en numerosos alimentos. Una dieta elevada en colesterol y grasas saturadas puede causar un aumento considerable en el nivel de colesterol y otros tipos de grasas asociadas a éste. Se cree que este tipo de dieta no solamente provee una cantidad de colesterol excesivo sino que hace que las células del hígado produzcan menos receptores de colesterol.
La mayor parte de las personas hoy son conscientes de la importancia de mantener bajos los niveles de colesterol en sangre si se quiere tener una buena calidad de vida. Algo que en la actualidad puede conseguirse sin problemas manteniendo simplemente una dieta equilibrada, haciendo algo de ejercicio regular y, por qué no, permitiendo opciones alternativas que nos ayudan a estabilizar nuestro torrente sanguíneo como es el caso de la Acupuntura.
HIPERCOLESTEROLEMIAS
El colesterol plasmático sólo existe en la forma de complejos macromoleculares llamados lipoproteínas. Actualmente se reconoce ampliamente el papel causal del colesterol presente en las lipoproteínas de baja densidad (LDL) en la patogenia de la arteriosclerosis, que es el colesterol que viaja desde el hígado hasta la sangre y es el llamado "malo"; en esta condición el colesterol se acumula en las paredes de las arterias, formando un coágulo que obstruye la arteria y el resultado es un ataque cardíaco o una apoplejía. De esta manera, la existencia sostenida de niveles elevados de colesterol LDL por encima de los valores recomendados, incrementa el riesgo de sufrir eventos cardiovasculares, (principalmente infarto de miocardio agudo) hasta diez años después de su determinación.
De manera interesante, el colesterol presente en las lipoproteínas de alta densidad (HDL), o el colesterol "bueno" (¿?), que viaja desde la sangre y los tejidos hasta el hígado para ser eliminado; ejercería un rol protector del sistema cardiovascular. Así, el colesterol tiene un impacto dual y complejo sobre la fisiopatología de la arteriosclerosis, por lo que la estimación del riesgo cardiovascular basado sólo en los niveles totales de colesterol plasmático es claramente insuficiente.
El nivel del colesterol en la sangre se mide en miligramos por decilitro (mg/dl) y se han definido los niveles de colesterol plasmático total (la suma del colesterol presente en todas las clases de lipoproteínas), por la Sociedad Norteamericana de Cardiología son:
- Colesterolemia por debajo de
200 mg/dl: es la concentración deseable para la población general, pues
por lo general correlaciona con un bajo riesgo de enfermedad
cardiovascular.
- Colesterolemia entre 200 y 239
mg/dl: existe un riesgo intermedio en la población general, pero es
elevado en personas con otros factores de riesgo como la diabetes
mellitus.
- Colesterolemia mayor de 240
mg/dl: puede determinar un alto riesgo cardiovascular y se recomienda
iniciar un cambio en el estilo de vida, sobre todo en lo concerniente a la
dieta y al ejercicio físico.
En sentido estricto, el nivel deseable de colesterol LDL debe definirse clínicamente para cada sujeto en función de su riesgo cardiovascular individual, el cual está determinado por la presencia de diversos factores de riesgo, entre los que destacan:
- Edad y sexo
- Antecedentes familiares
- Hábito tabáquico
- Presencia de hipertensión
arterial
- Niveles de colesterol HDL
En personas
con riesgo cardiovascular alto, es decir, aquellas con una probabilidad de más
de un 20% de sufrir un evento cardiovascular mayor o letal en un periodo de 10
años, tales como pacientes diabéticos o que previamente hayan tenido uno de
estos eventos. Actualmente la recomendación es mantener su colesterol LDL en
menos de 100 mg/dl. Incluso en los pacientes que se catalogan de muy alto
riesgo se recomienda un colesterol de LDL igual o menor a 70 mg/dl.
Un nivel elevado de colesterol típicamente no presenta síntomas específicos a menos que lleve mucho tiempo, así pues, es necesario que cuidemos nuestro cuerpo sin someterlo a un desgaste excesivo de energía, para que nuestras reservas energéticas que están directamente relacionadas con la grasa mantengan su equilibrio.
TRIGLICERIDOS
Los triglicéridos son el principal tipo de grasa transportado por el organismo. Recibe el nombre de su estructura química; por ser acilgliceroles, un tipo de lípidos formados por una molécula de glicerol, que tiene esterificada sus tres grupos hidroxilo, por tres ácidos grasos saturados o insaturados.
Luego de comer, el organismo digiere las grasas de los alimentos y libera triglicéridos a la sangre. Estos son transportados a todo el organismo para dar energía o para ser almacenados como grasa.
El hígado también produce triglicéridos y cambia algunos a colesterol. El hígado puede cambiar cualquier fuente de exceso de calorías en triglicéridos.
Los niveles de triglicéridos varían con la edad, y también dependen de qué tan reciente ingirió alimentos antes del examen. La medición es más precisa si no se ha comido en las 12 horas previas al examen. El valor normal es de 150 mg/dl. Para quienes sufren problemas cardiacos, los niveles de esta sustancia deben ser inferiores a los 100 mg/dl.
FUNCIÓN DE LOS TRIGLICÉRIDOS
Los triglicéridos representan el mayor porcentaje del componente graso de los alimentos y constituyen la forma como el organismo deposita la energía sobrante de los excesos en las comidas, el exceso va a terminar depositado bajo la forma de triglicéridos. Esta grasa se deposita bajo la piel o en lugares no visibles, la cual no va a pasar desapercibida por mucho tiempo. El aumento de triglicéridos en la sangre se llama hipertrigliceridemia y es un factor de riesgo cardiovascular.
Los triglicéridos constituyen la principal reserva energética del organismo. Son buenos aislantes térmicos que se almacenan en los tejidos adiposos subcutáneo. Son productores de calor metabólico, durante su degradación; un gramo de grasa produce 9-4 kilocalorías. Da protección mecánica, como los constituyentes de los tejidos adiposos que están situados en la planta del pie, palma de la mano y rodeando el riñón (acolchándolo y evitando su desprendimiento).
TRIGLICÉRIDOS Y COLESTEROL
Casi todos los lípidos de la dieta se absorben de la mucosa intestinal al sistema linfático. Sólo los ácidos grasos de cadena media se absorben directamente hacia la sangre portal, evitando el sistema linfático. Los lípidos de la dieta son transportados en la linfa como quilomicrones: partículas de triglicéridos, colesterol y fosfolípidos, junto con una pequeña cantidad de proteína, absorbidas a su superficie externa.
Dentro de la célula, son reesterificadas en triglicéridos y fosfolípidos para almacenarse. Los quilomicrones remanentes son seleccionados por los receptores del hígado. Los quilomicrones también intercambian fosfolípidos, colesterol y apolipoproteínas con las lipoproteínas de alta densidad (HDL).
La mayoría de la energía de los lípidos en el cuerpo se suministra a los tejidos en la forma de ácidos grasos libres (AGL), los cuales se liberan desde las células grasas en un proceso conocido como lipólisis.
En el tejido adiposo se almacenan las reservas de energía de los lípidos. La mayoría de las células adiposas humanas están presentes en el tejido subcutáneo (50%), alrededor de los órganos internos en la cavidad abdominal (45%) y en el tejido intramuscular (5%). Estas células grasas pueden almacenar más del 95% de su volumen en forma de triglicéridos. El almacenamiento de grasa no es estático; aun y cuando el total permanece igual, los triglicéridos están en un estado de constante intercambio.
ACUPUNTURA, COLESTEROL Y TRIGLICÉRIDOS
Casi todos los tejidos pueden utilizar los ácidos grasos como energía. El glicerol, (principal ácido graso que forma a los triglicéridos y colesterol), puede oxidarse sólo en pocos tejidos de manera que la mayoría se transporta al hígado donde se oxida para obtener energía o se utiliza para sintetizar nuevos triglicéridos.
El hígado principal centro de metabolismo de los lípidos, es el gran responsable de la regulación de los niveles de los lípidos en el cuerpo y que se precipitan en arterias y/o venas no depende tanto de su tasa sino de su movilidad al momento de pasar a la sangre.
Su tasa de coagulabilidad o de precipitación depende del "humor del hígado". Para entender esto debemos fijarnos en que las grasas son energía o movimiento almacenado; la energía anima todo proceso psicofisiológico, y en el caso del hígado está asociado al carácter colérico: decidido emprendedor, valiente. Así pues, la energía o Qi del hígado está frustrada, en desarmonía, desbalanceada, porque no logra sacar adelante sus proyectos, ésta se bloquea o ralentiza y pierde vibración tendiendo por ello a coagularse, formar cálculos y a pegarse en las arterias, teniendo vital importancia para su control un aspecto energético denominado Qi. (8).
FUNCIONES DEL QI EN EL ORGANISMO
Generalmente hablando, el Qi tiene muchas funciones en el organismo. Cuando ocurre un desbalance son vistos como desequilibrio de las funciones del Qi. Un prolapso, por ejemplo, es visto como el desequilibrio en la habilidad del Qi a proveer estabilidad e increciente de las funciones de los órganos en particular. En estos casos con ciertos puntos acupunturales logramos efectos fuertes en el increciente y la estabilidad, tales puntos como el GV 20, pudiera usarse para ayudar a rebalancear y armonizar el Qi y por ende el organismo.
Las principales funciones del Qi en el organismo son las siguientes:
Un nivel elevado de colesterol típicamente no presenta síntomas específicos a menos que lleve mucho tiempo, así pues, es necesario que cuidemos nuestro cuerpo sin someterlo a un desgaste excesivo de energía, para que nuestras reservas energéticas que están directamente relacionadas con la grasa mantengan su equilibrio.
TRIGLICERIDOS
Los triglicéridos son el principal tipo de grasa transportado por el organismo. Recibe el nombre de su estructura química; por ser acilgliceroles, un tipo de lípidos formados por una molécula de glicerol, que tiene esterificada sus tres grupos hidroxilo, por tres ácidos grasos saturados o insaturados.
Luego de comer, el organismo digiere las grasas de los alimentos y libera triglicéridos a la sangre. Estos son transportados a todo el organismo para dar energía o para ser almacenados como grasa.
El hígado también produce triglicéridos y cambia algunos a colesterol. El hígado puede cambiar cualquier fuente de exceso de calorías en triglicéridos.
Los niveles de triglicéridos varían con la edad, y también dependen de qué tan reciente ingirió alimentos antes del examen. La medición es más precisa si no se ha comido en las 12 horas previas al examen. El valor normal es de 150 mg/dl. Para quienes sufren problemas cardiacos, los niveles de esta sustancia deben ser inferiores a los 100 mg/dl.
FUNCIÓN DE LOS TRIGLICÉRIDOS
Los triglicéridos representan el mayor porcentaje del componente graso de los alimentos y constituyen la forma como el organismo deposita la energía sobrante de los excesos en las comidas, el exceso va a terminar depositado bajo la forma de triglicéridos. Esta grasa se deposita bajo la piel o en lugares no visibles, la cual no va a pasar desapercibida por mucho tiempo. El aumento de triglicéridos en la sangre se llama hipertrigliceridemia y es un factor de riesgo cardiovascular.
Los triglicéridos constituyen la principal reserva energética del organismo. Son buenos aislantes térmicos que se almacenan en los tejidos adiposos subcutáneo. Son productores de calor metabólico, durante su degradación; un gramo de grasa produce 9-4 kilocalorías. Da protección mecánica, como los constituyentes de los tejidos adiposos que están situados en la planta del pie, palma de la mano y rodeando el riñón (acolchándolo y evitando su desprendimiento).
TRIGLICÉRIDOS Y COLESTEROL
Casi todos los lípidos de la dieta se absorben de la mucosa intestinal al sistema linfático. Sólo los ácidos grasos de cadena media se absorben directamente hacia la sangre portal, evitando el sistema linfático. Los lípidos de la dieta son transportados en la linfa como quilomicrones: partículas de triglicéridos, colesterol y fosfolípidos, junto con una pequeña cantidad de proteína, absorbidas a su superficie externa.
Dentro de la célula, son reesterificadas en triglicéridos y fosfolípidos para almacenarse. Los quilomicrones remanentes son seleccionados por los receptores del hígado. Los quilomicrones también intercambian fosfolípidos, colesterol y apolipoproteínas con las lipoproteínas de alta densidad (HDL).
La mayoría de la energía de los lípidos en el cuerpo se suministra a los tejidos en la forma de ácidos grasos libres (AGL), los cuales se liberan desde las células grasas en un proceso conocido como lipólisis.
En el tejido adiposo se almacenan las reservas de energía de los lípidos. La mayoría de las células adiposas humanas están presentes en el tejido subcutáneo (50%), alrededor de los órganos internos en la cavidad abdominal (45%) y en el tejido intramuscular (5%). Estas células grasas pueden almacenar más del 95% de su volumen en forma de triglicéridos. El almacenamiento de grasa no es estático; aun y cuando el total permanece igual, los triglicéridos están en un estado de constante intercambio.
ACUPUNTURA, COLESTEROL Y TRIGLICÉRIDOS
Casi todos los tejidos pueden utilizar los ácidos grasos como energía. El glicerol, (principal ácido graso que forma a los triglicéridos y colesterol), puede oxidarse sólo en pocos tejidos de manera que la mayoría se transporta al hígado donde se oxida para obtener energía o se utiliza para sintetizar nuevos triglicéridos.
El hígado principal centro de metabolismo de los lípidos, es el gran responsable de la regulación de los niveles de los lípidos en el cuerpo y que se precipitan en arterias y/o venas no depende tanto de su tasa sino de su movilidad al momento de pasar a la sangre.
Su tasa de coagulabilidad o de precipitación depende del "humor del hígado". Para entender esto debemos fijarnos en que las grasas son energía o movimiento almacenado; la energía anima todo proceso psicofisiológico, y en el caso del hígado está asociado al carácter colérico: decidido emprendedor, valiente. Así pues, la energía o Qi del hígado está frustrada, en desarmonía, desbalanceada, porque no logra sacar adelante sus proyectos, ésta se bloquea o ralentiza y pierde vibración tendiendo por ello a coagularse, formar cálculos y a pegarse en las arterias, teniendo vital importancia para su control un aspecto energético denominado Qi. (8).
FUNCIONES DEL QI EN EL ORGANISMO
Generalmente hablando, el Qi tiene muchas funciones en el organismo. Cuando ocurre un desbalance son vistos como desequilibrio de las funciones del Qi. Un prolapso, por ejemplo, es visto como el desequilibrio en la habilidad del Qi a proveer estabilidad e increciente de las funciones de los órganos en particular. En estos casos con ciertos puntos acupunturales logramos efectos fuertes en el increciente y la estabilidad, tales puntos como el GV 20, pudiera usarse para ayudar a rebalancear y armonizar el Qi y por ende el organismo.
Las principales funciones del Qi en el organismo son las siguientes:
- Funciones de canalización: El Qi
asiste en las funciones de formación y transformación en el organismo, por
ejemplo, función nutricia mediante la cual aporta al yin qi la
sustancia nutritiva formada por la alimentación y los alimentos, y la
formación de la sangre.
- Funciones de protección:
función defensiva de la superficie corporal en contra de los agentes
patógenos externos.
- Increciente y estabilidad de
las funciones: mantener y arreglar órganos en su sitio, producción de
sangre en los vasos sanguíneos, orden de remover y controlar los fluidos
corporales.
- Función de transporte: el Qi
es el primordial en el crecimiento y movimiento del cuerpo.
- Funciones térmicas: Ayuda a
controlar la homeostasis y provee calentamiento y mantenimiento de la
temperatura normal del cuerpo humano.
TRATAMIENTO DEL COLESTEROL Y TRIGLICÉRIDOS POR ACUPUNTURA
El colesterol y los triglicéridos, son pues, un desarreglo alimenticio y metabólico que deja un exceso de grasa que va a depositarse en las arterias y el terreno en general. Por tanto deberemos activar el metabolismo hepatobiliar y bazopancreático, así como estabilizar el Qi.
Activamos: Yuan del Hígado y Bazopáncreas: 3H y 3BP.
Potencia del estómago: 36E.
Los puntos Shu de H, Vb, BP, C: 15V, 18V, 19V, 20V.
Puncionar: Xi: 36VB, 34E, 6C, 6H, 8BP.
Xuehai: BP 10.
FUENTES
1. http://www.chinaviva.com/esp/medicina.asp?Tipo=Introduccion
2. http://www.arrakis.es/~estin/Copia%20de%20masaje%20foto.gif
3. http://www.elbuscador.com.mx/elbuscador/00dic/acupuntura-3.gif
4. http://www.elbuscador.com.mx/elbuscador/00dic/acupuntura-2.gif
5. http://www.sionneau.com/articles/qigong.jpg
6. http://www.kuopiondanit.com/taijiquan/etusivu/taijilogo.gif
7. http://www.dialogica.com.ar/medline/archives/cat_medicina_china.php
8. http://www.alfeon.info
9.http://www.portalesmedicos.com/foros_debate_medicina_salud/showthreaded.php?Cat= Number=18241&page=0&view=expanded&sb=5&o=&fpart=
10. http://www.saludparati.com/colesterol.htm
11. http://geosalud.com/Nutricion/trigliceridos.htm
12. http://www.alimentacion-sana.com.ar
13. http://www.colesterol.com/es/kyh_c_tr.asp
14. http://www.dsalud.com/fitoterapia_numero25.htm
15. http://es.wikipedia.org/wiki/Triglic%C3%A9rido
16. http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000403.htm#visualContent
17. Tlahui-Medic. No. 19, I/2005
18. http://www.yinyanghouse.com/theory/chinese/blood_theory_and_disharmonies
19. http://www.yinyanghouse.com/theory/chinese/what_is_qi
20. http://www.dsalud.com/alimentación_numero38.htm
21. http://www.es.wikipedia.org/wiki/colesterol
22. http://www.dialogica.com.ar
23. http://www.salud y medicinas.com.ar
24. http://www.chinatoday.com.cn
25. http://www.acupuntura-ros.com
26. http://www.wikipedia.org/wiki/acupuntura
27. Rojas Alba, Mario. Acupuntura y Medicina Tradicional China. 2da. Edición. Sustancias Fundamentales.
28. Horton-Szear, Daniel. Metabolismo y Nutrición. Curso Mosby. Harcourt-Brace. Madrid, España.1998.
29. Sodeman. Fisiopatología Clínica de Sodeman. Interamericana McGraw-Hill. México, D. F. 1988.
30. Gayton, Hall. Tratado de Fisiología Medica. Interamericana McGraw-Hill. México, D. F. 1997.
31. Kathleen Mahan, Silvia Escote-Stamp. Nutrición y Dietoterapia de Krause. Novena Edición. McGraw Hill. México, D. F. 1998.
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