El oro es un elemento químico de número atómico 79, situado
en el grupo 11 de la tabla periódica. Es un metal precioso blando de color
amarillo. Su símbolo es Au (del latín
aurum, "brillante amanecer").
Es un metal de transición blando, brillante, amarillo,
pesado, maleable y dúctil. El oro no reacciona con la mayoría de los productos
químicos, pero es sensible al cianuro, al mercurio y al agua regia. Este metal
se encuentra normalmente en estado puro, en forma de pepitas y depósitos
aluviales. Es un elemento que se crea gracias a las condiciones extremas en el
núcleo colapsante de las supernovas. Cuando la reacción de fusión nuclear cesa,
las capas superiores de la estrella se desploman sobre el núcleo estelar,
comprimiendo y calentando la materia hasta el punto de que los núcleos más
ligeros, como por ejemplo el hierro, se fusionan para dar lugar a los metales
más pesados (uranio, oro, etc.). Otras teorías apuntan a que el oro se forma de
gases y líquidos que se elevan desde la estructura interna de la Tierra, los
cuales se trasladan a la superficie a través de fallas de la corteza terrestre.1
Sin embargo, las presiones y temperaturas que se dan en el interior de la
Tierra no son suficientes como para dar lugar a la fusión nuclear de la cual
surge el oro.
El oro es uno de los metales tradicionalmente empleados para
acuñar monedas; se utiliza en la joyería, la industria y la electrónica por su
resistencia a la corrosión. Se ha empleado como símbolo de pureza, valor,
realeza, etc. El principal objetivo de los alquimistas era producir oro
partiendo de otras sustancias como el plomo. Actualmente está comprobado
químicamente que es imposible convertir metales inferiores en oro, de modo que
la cantidad de oro que existe en el mundo es constante.
Etimología. La palabra «oro» proviene del latín aurum
(rastro metalico proviniente del Trilóbito).
Verbo. "Oro" coincide con el indicativo presente
en primera persona del verbo "orar", cuya etimología (del latín os,
oris) es diferente de la del sustantivo.
El símbolo químico
del oro es “Au”
Hay expresiones idiomáticas empleadas en el lenguaje español
que son reconocidas por la Real Academia Española ("regla de oro",
"oportunidad de oro", "siglo de oro", "letras de
oro", "el tiempo es oro").
Adjetivo. Las
cualidades particulares del oro han engendrado la raíz de los calificativos
áureo y dorado en algunas expresiones ("regla áurea", "sueño
dorado").
El oro ha tenido mucha referencia en sentido figurado en el
habla y cultura populares, por ejemplo:
La regla de oro que
refiere a ciertas normas humanas y luego ha sido tomada en varias disciplinas
científicas, con un significado particular en cada una de ellas.
Cuando se califica
algo como valioso o apreciado se dice que es "de oro".
"Oro negro"
se refiere al petróleo, por ser riqueza natural no renovable a nivel mundial.
"Oro rosa"
puede referirse a los camarones, por ser medio de subsistencia de quienes
explotan su captura.
"Oro verde"
es otro nombre con el que se conoce al henequén en Yucatán, al aguacate en
Michoacán, a las esmeraldas en Colombia, a la planta de coca en Perú, al
cannabis y a la soja.
"Oro
blanco" es el calificativo frecuentemente adjudicado al Platino y en otras
ocasiones al clorhidrato de cocaína. También se le conoce al algodón por los
campesinos que se dedican a su cultivo, además del marfil que se obtiene
ilegalmente de los colmillos de los elefantes.
"Oro rojo"
se llama al coral rojo (Corallium rubrum) por los artesanos y joyeros que
trabajan con él para hacer diversas manufacturas y ornatos. Este coral es un
pólipo que forma colonias poco ramificadas de hasta 20 cm. Los pólipos son de
color blanco y la estructura que los une es roja. Se encuentra a partir de 15
metros de profundidad. Por otro lado, también "oro rojo" es el
calificativo que se utiliza en el bajo mundo para referirse a la sangre humana
traficada ilegalmente.
"Oro
líquido" se conoce al aceite de oliva, por la similitud de color entre
estos dos elementos.
El oro ha sido conocido y utilizado por los artesanos desde
el Calcolítico. Artefactos de oro fabricados desde el IV milenio a. C., como
los provenientes de la necrópolis de Varna (primer oro trabajado del mundo ),
han sido encontrados en los Balcanes. Otros artefactos de oro como los
sombreros de oro y el disco de Nebra aparecieron en Europa Central desde el II
milenio a. C. en Edad del Bronce.
En la antigüedad algunos creían que ingerir sus alimentos
diarios servidos en platos de oro podría prolongar su tiempo de vida y retardar
el envejecimiento. También durante la gran peste negra en Europa algunos
alquimistas pensaron que podrían curar a los enfermos haciéndoles ingerir oro
finamente pulverizado.
El oro es sumamente inactivo. Es inalterable por el aire, el
calor, la humedad y la mayoría de los agentes químicos, aunque se disuelve en
mezclas que contienen cloruros, bromuros o yoduro. También se disuelve en otras
mezclas oxidantes, en cianuros alcalinos y en agua regia, una mezcla de ácido
nítrico y ácido clorhídrico. Los cloruros y los cianuros son los compuestos
importantes de oro.
El oro exhibe un color amarillo en bruto. Es considerado
como el metal más maleable y dúctil que se conoce.1 Una onza (31,10 g) de oro
puede moldearse en una lámina que cubra 28 m2. Como es un metal blando, son
frecuentes las aleaciones con otros metales con el fin de proporcionarle
dureza.
Además, es un buen conductor del calor y de la electricidad,
y no le afecta el aire ni la mayoría de los agentes químicos. Tiene una alta
resistencia a la alteración química por parte del calor, la humedad y la
mayoría de los agentes corrosivos, y así está bien adaptado a su uso en la
acuñación de monedas y en la joyería.
El oro puro o de 24k es demasiado blando para ser usado
normalmente y se endurece aleándolo con plata y/o cobre, con lo cual podrá
tener distintos tonos de color o matices. El oro y sus muchas aleaciones se
emplean bastante en joyería, fabricación de monedas y como patrón monetario en
muchos países.
El oro se conoce y se aprecia desde tiempos remotos, no
solamente por su belleza y resistencia a la corrosión, sino también por ser más
fácil de trabajar que otros metales y menos costosa su extracción. Debido a su
relativa rareza, comenzó a usarse como moneda de cambio y como referencia en
las transacciones monetarias internacionales. Hoy por hoy, los países emplean
reservas de oro puro en lingotes que dan cuenta de su riqueza, véase patrón oro.
En joyería fina se denomina oro alto o de 18k aquél que
tiene 18 partes de oro y 6 de otro metal o metales (75% en oro), oro medio o de
14k al que tiene 14 partes de oro y 10 de otros metales (58,33% en oro) y oro
bajo o de 10k al que tiene 10 partes de oro por 14 de otros metales (41,67% en
oro). En joyería, el oro de 18k es muy brillante y vistoso, pero es caro y poco
resistente; el oro medio es el de más amplio uso en joyería, ya que es menos
caro que el oro de 18k y más resistente, y el oro de 10k es el más simple.
Debido a su buena conductividad eléctrica y resistencia a la corrosión, así
como una buena combinación de propiedades químicas y físicas, se comenzó a
emplear a finales del siglo XX como metal en la industria.
En joyería se utilizan diferentes aleaciones de oro alto
para obtener diferentes colores, a saber:
Oro amarillo = 1000 g
de oro amarillo contienen 750 g de oro, 125 g de plata y 125 g de cobre.
Oro rojo = 1000 g de
oro rojo contienen 750 g de oro y 250 g de cobre.
Oro rosa = 1000 g de
oro rosa contienen 750 g de oro, 50 g de plata y 200 g de cobre.
Oro blanco = 1000 g
de oro blanco contienen 750 g de oro y 160 g de paladio y 90 g de plata.
Oro gris = 1000 g de
oro gris contienen 750 g de oro, alrededor de 150 g de níquel y 100 g de cobre.
Oro verde = 1000 g de
oro verde contienen 750 g de oro y 250 g de plata.
Oro azul = 1000g de
oro azul contienen 750 g de oro y 250 g de hierro.
Cabe mencionar que el color que se obtiene, excepto en oro
blanco, es predominantemente amarillo, es decir, el "oro verde" no es
verde, sino amarillo con una tonalidad verdosa.
El cuerpo humano no absorbe bien este metal, pero sus
compuestos pueden ser tóxicos. Hasta el 50% de pacientes con artrosis tratados
con medicamentos que contenían oro han sufrido daños hepáticos y renales.
El oro ejerce funciones críticas en comunicaciones, naves
espaciales, motores de aviones de reacción y otros muchos productos.
Su alta conductividad
eléctrica y resistencia a la oxidación ha permitido un amplio uso como capas
delgadas electrodepositadas sobre la superficie de conexiones eléctricas para
asegurar una conexión buena, de baja resistencia.
Como la plata, el oro
puede formar fuertes amalgamas con el mercurio que a veces se emplea en empastes
dentales.
El oro coloidal
(nanopartículas de oro) es una solución intensamente coloreada que se está
estudiando en muchos laboratorios con fines médicos y biológicos. También es la
forma empleada como pintura dorada en cerámicas.
El ácido cloroaúrico
se emplea en fotografía.
El isótopo de oro
198Au, con un periodo de semidesintegración de 2,7 días, se emplea en algunos
tratamientos de cáncer y otras enfermedades.
Se emplea como
recubrimiento de materiales biológicos permitiendo ser visto a través del
microscopio electrónico de barrido (SEM).
Se emplea como
recubrimiento protector en muchos satélites debido a que es un buen reflector
de la luz infrarroja.
En la mayoría de las
competiciones deportivas es entregada una medalla de oro al ganador,
entregándose también una de plata al subcampeón y una de bronce al tercer
puesto.
Se ha iniciado su uso
en cremas faciales o para la piel.
Se utiliza para la
elaboración de flautas traveseras finas debido a que se calienta con mayor
rapidez que otros materiales facilitando la interpretación del instrumento.
El oro se usó en los
primeros cables en vez del cobre, debido a su gran conductividad. Sin embargo,
fue sustituido por plata debido a los robos que se producían. Asimismo,
cambiaron la plata por cobre por los robos.
El oro no es un elemento esencial para ningún ser vivo. Sin
embargo, en la antigüedad algunos creían que ingerir sus alimentos diarios
servidos en platos de oro podría prolongar su tiempo de vida y retardar el
envejecimiento. También durante la gran peste negra en Europa algunos
alquimistas pensaron que podrían curar a los enfermos haciéndoles ingerir oro
finamente pulverizado. Todo esto son solo supersticiones.
Debido a que es relativamente inerte, se suele encontrar
como metal, a veces como pepitas grandes, pero generalmente se encuentra en
pequeñas inclusiones en algunos minerales, vetas de cuarzo, pizarra, rocas
metamórficas y depósitos aluviales originados de estas fuentes. El oro está
ampliamente distribuido y a menudo se encuentra asociado a los minerales cuarzo
y pirita, y se combina con teluro en los minerales calaverita, silvanita y
otros. Los romanos extraían mucho oro de las minas españolas, pero hoy en día
muchas de las minas de este país están agotadas.
El uso del cianuro facilita la oxidación del oro formándose
Au (CN)22- en la disolución. Para separar el oro se vuelve a reducir empleando,
por ejemplo, zinc. Se ha intentado reemplazar el cianuro por algún otro ligando
debido a los problemas medioambientales que genera, pero o no son rentables o
también son tóxicos. En la actualidad hay miles de comunidades en todo el mundo
en lucha contra compañías mineras por la defensa de sus formas de vida
tradicionales y contra los impactos sociales, económicos y medioambientales que
la actividad minera de extracción de oro por lixiviación con cianuro genera en
su entorno.
Hay una gran cantidad de oro en los mares y océanos, siendo
su concentración de entre 0,1 µg/kg y 2 µg/kg, pero en este caso no hay ningún
método rentable para obtenerlo.
El oro puede encontrarse en la naturaleza en los ríos.
Algunas piedras de los ríos contienen pepitas de oro en su interior. La fuerza
del agua separa las pepitas de la roca y las divide en partículas minúsculas
que se depositan en el fondo del cauce.
Los buscadores de oro localizan estas partículas de oro de
los ríos mediante la técnica del bateo. El utensilio utilizado es la batea, un
recipiente con forma de sartén. La batea se llena con arena y agua del río y se
va moviendo provocando que los materiales de mayor peso, como el oro, sean
depositados en el fondo y la arena superficial se desprenda.
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