De todas las diez
mil cosas creadas por el cielo, el hombre es la más preciosa.
De todas las cosas
que hacen al hombre próspero, ninguna puede compararse con el acto sexual.
Este se modela a
semejanza del cielo y toma como ejemplo la tierra, regula el Yin y gobierna el
Yang.
Aquellos que
comprenden su importancia podrán nutrir
su naturaleza y prolongar sus años de vida;
Aquellos que no
entiendan el verdadero significado se dañarán a sí mismos y morirán
prematuramente.
Tung Hsûan
Anatomía Humana
La estructura del cuerpo humano en su total
componente funcional, es tan complejo y maravilloso que hasta la presente fecha
el hombre ha podido identificar muy poco de sí mismo. De lo poco que ha
investigado y descubierto, han sido motivo de grandes celebraciones que han
beneficiado positivamente al bienestar del hombre. Lo que llama la atención
poderosamente es que el hombre a perdido su total contacto con la naturaleza
ingresando vertiginosamente a su propia destrucción.
Me corresponde realizar una visión
microcósmica del aparato genital femenino y masculino, con la finalidad de
colaborar y recordar nuestra identidad sexual como seres que perpetuamos la
especie humana, la misma que al pasar del tiempo olvida su propia naturaleza y
su propia identidad de hombre cósmico.
EL HOMBRE
EL
APARATO REPRODUCTOR MASCULINO
El cuerpo del hombre está preparado para desempeñar
eficazmente las funciones propias para la reproducción.
A
cada epidídimo se encuentra ligado un
conducto deferente que junto con los vasos sanguíneos y otros tejidos que le
rodean, se denomina cordón espermático. Desde cada testículo estos conductos
ascienden luego por la porción pùbica de la pelvis y llegan a la cavidad
pelviana, donde los dos cordones se unen y forman adosados unas estructuras
tubulares de aproximadamente de dos centímetros y medio de largo, denominados
conductos eyaculadores, que conectan directamente con la uretra cerca del
cuello de la vejiga. La uretra o conducto urinario es un tubo en forma de S, de
unos veinte centímetros que se extiende en la parte inferior y a todo lo largo
del pene, cuya función es conducir y expeler los espermatozoides en el proceso
de la eyaculaciòn. Los aparatos urinarios y reproductores del hombre están
íntimamente ligados.
Se encuentra compuesta por
tejido glandular, tiene unos cuatro centímetros de diámetro y lo mismo que las
vesículas seminales, segrega un fluido lechoso que acompaña la emisión de espermatozoides. En los hombres
de cierta edad, esta glándula suele dilatarse y obstruir el flujo de la orina a
través de la uretra.
En el momento del orgasmo, durante el acto
sexual, se eyacula aproximadamente una cucharada de té de un liquido blanco
grisáceo denominado esperma, semen o fluido seminal, que contiene los
espermatozoides junto con las secreciones de las vesículas seminales, la
próstata y las glándulas de Cowper. Si el individuo no ha experimentado el
orgasmo durante varios días, el semen puede contener entre sesenta a
cuatrocientos millones de
espermatozoides; en cambio, si ha tenido reiteradas eyaculaciones recientes, el
volumen de fluido seminal y el numero de
espermatozoides disminuirán mucho.
CORTE TRANSVESAL DE LOS ÓRGANOS PELVIANOS MASCULINOS
Para que los espermatozoides lleguen hasta el cuello
del útero, el pene, que en estado normal es un órgano relativamente corto que
cuelga sobre el escroto, sufre una erección y adquiere una estructura firme
y de mayor tamaño.
En el niño recién nacido, el
glande o parte superior del pene esta cubierto por una especie de pliegue
suelto de piel, llamado prepucio, que a veces es extirpado poco después del
nacimiento mediante una operación denominada circuncisión, con el fin de evitar
restricciones del pene que podrían derivar en obstrucciones de la circulación
con efectos a menudo perjudiciales. Esta medida elimina asimismo el peligro de
que se acumulen ciertas secreciones debajo del prepucio, las cuales pueden
ocasionar inflamaciones o infecciones.
En estado de erección, el
pene puede introducirse en la vagina y
elimina el semen con su carga de espermatozoides en lo mas profundo del
aparato reproductor femenino. Las dimensiones de este órgano en su estado
normal no se relacionan específicamente con la talla general del individuo, ni
tampoco con las que adquiere en erección. En algunos hombres aumenta ligeramente de tamaño, en tanto que
en otros puede llegar a duplicar su lago total. El pene de un individuo adulto,
por ejemplo, cuya longitud normal estando fláccido es de unos diez centímetros
suele alargase siete u ocho centímetros al entrar en erección. Cabe señalar por
ultimo que el pene humano carece de todo tipo de estructura ósea, asunto que si
se observa en cambio en algunos animales.
La erección del pene es
gobernada por impulsos nerviosos provenientes de la medula espinal, los cuales
dilatan los vasos sanguíneos de las arterias que recorren el tejido eréctil,
permitiendo que se llenen de sangre. Al mismo tiempo, las venas son
comprimidas, y al aumentar la presión que ejercen dentro del mismo tejido
obligan al órgano a mantenerse firme y erecto.
El clítoris femenino tiene
estructura similar, y bajo los efectos de un estimulo sexual atraviesa por
idénticos cambios, aunque desde luego no son tan manifiestos o definidos como
los del pene.
PENE ERECTO Y TRAYECTO DE LOS ESPERMATOZOIDES
Mientras el pene se
encuentra en erección, tiene lugar la segunda actividad necesaria para que se
realice la emisión de los espermatozoides: la descarga del semen que los
contiene a través de la uretra, y que se produce en el momento oportuno
masculino. En realidad, se cumplen dos procesos bajo el control del sistema
nervioso del hombre: uno es la emisión y el otro la eyaculacion. Antes de que
esta se concrete, los espermatozoides deben desplazarse desde el epidídimo,
donde están depositados, a lo largo del conducto deferente primero y de los
eyaculadores después, para llegar a la uretra. El proceso mediante el cual los
espermatozoides recorren esta parte del aparato reproductor masculino es la
emisión. En este momento los espermatozoides junto con las secreciones de las
glándulas antes mencionadas son violentamente impulsados a lo largo de la
uretra y expelidos fuera del pene, acción que en el verdadero sentido
fisiológico, es conocida como eyaculaciòn. La contracción delos músculos
ubicados a lo largo de la base del pene y de la uretra proporciona la fuerza
necesaria para descargar el semen en el momento de la eyaculaciòn.
Al concluir así el acto
sexual, las venas y arterias del pene vuelven a su estado normal, se frena la
sangre del tejido eréctil y el órgano
vuelve a su estado de flaccidez.
Con este acto, el hombre ha
completado su tarea de la reproducción.
Produjo los espermatozoides y los hizo llegar al cuello del útero de la mujer,
en numero que oscila entre cien y quinientos millones dispuestos ya a viajar.
El porcentaje de consunción de esos corpúsculos es sumamente elevado, pero si
el nuevo medio en que se encuentran esta en condiciones, por lo menos uno habrá
de llegar al óvulo para fecundarlo, con lo cual tendrá lugar la concepción. Una
nueva vida comienza y continua el ciclo de la perpetuidad de la especie humana.
LA PUBERTAD Y EL EFECTO DE LAS HORMONAS EN EL
APARATO REPRODUCTOR MASCULINO
El aparato reproductor
masculino no esta en condiciones de entrar en actividad hasta la edad de doce
años aproximadamente, momento en el cual la glándula pituitaria, ubicada en la
base del cerebro, aumenta la cantidad de hormonas gonadotròficas que segrega en
el torrente sanguíneo, las cuales llegan a los testículos y les estimulan a
iniciar la producción de testoterona, o sea, la hormona sexual masculina.
El momento en que empiezan a tener lugar estos
cambios se denominan pubertad.
PAPEL Y FUNCIÓN DE LA MUJER EN LA REPRODUCCIÓN
Es muy común pensar en la
reproducción humana solo en términos del papel que cumple la mujer, lo cual no
es nada arbitrario si se considera que es ella quien guarda en si él bebe durante
los nueve meses de su vida prenatal. Su cuerpo alberga al feto, manteniendo el
ambiente ideal para su desarrollo, al tiempo que lo protege de cualquier daño y
le proporciona el alimento necesario. Durante los largos meses que preceden al
parto, diversos cambios en su aspecto físico anuncian el nacimiento de un bebe,
y cuando esto acontece su papel como madre y nodriza asume una importancia
primordial tanto en su vida como en la de su pequeño hijo.
El cuerpo de la mujer esta
preparado para desempeñar eficazmente las funciones que le han sido asignadas
en la reproducción.
Su aparato reproductor esta compuesto por órganos
internos y externos, siendo los más importantes los que se encuentran ubicados
en el interior del cuerpo. Los órganos genitales externos y las mamas son solo de secundaria
importancia en la reproducción. Estas ultimas aumentan de tamaño durante el
embarazo y se preparan para segregar la leche que servirá de alimento al recién
nacido. En cuanto a los genitales, son prácticamente la parte final del aparatoreproductor femenino. Allí
se encuentra la abertura a través de la cual abran de pasar los espermatozoides
si se desea que tenga lugar la fecundación, y por la cual ulteriormente el niño
será dado a luz.
El conjunto de los órganos
genitales externos de la mujer se denomina vulva. El clítoris es un pequeño
cuerpo eréctil cubierto con un pliegue de tejido, llamado prepucio igual que el
pene, al cual se asemeja bastante. También en su estructura el clítoris se asemeja al pene, pero es mucho menor, y si bien no
cumple función especifica alguna en la fisiología de la reproducción, posee
receptores táctiles que, al ser estimulados, excitan durante el coito.
EL PERINEO FEMENINO
Debajo del clítoris se encuentran los labios mayores
y menores, que rodean la abertura o introito de la vagina, en cuyo interior se
extiende el canal vaginal. En la ilustración las paredes de la vagina muestran
rugosidades, tal como se ven estando el órgano laxo, pero cuando se dilata las
circunvoluciones desaparecen y los costados quedan perfectamente lisos.
En la parte superior de la
abertura vaginal puede advertirse un orificio menor, el meato urinario,
conducto al exterior del aparato urinario. En la mujer los aparatos urinarios y
reproductores están separados, en tanto que en el hombre la uretra es utilizada
tanto por el semen como por la orina, pero nunca en forma simultanea.
En la mujer joven la
abertura vaginal esta parcialmente cubierta por un delgadillo anillo de tejido,
llamado himen, que se ensancha durante la adolescencia si se introducen en la
vagina tapones absorbentes para recoger el flujo menstrual. La unión sexual
produce un efecto similar, y en la mujer madura solamente quedan algunos restos
de tejido himeneal. A veces, sin embargo, el himen se mantiene rígido e
intacto, obstruyendo la entrada de la vagina, en cuyo caso es necesario
recurrir a un medico para que lo ensanche o lo elimine en parte.
El papel principal en la reproducción lo desempeñan
los órganos reproductores internos de la mujer, ubicados en la parte pelviana
de la cavidad abdominal. Cabe recordar aquí que la pelvis femenina es muy
distinta a la del hombre, que es ligeramente cónica, en tanto que aquella tiene
forma cóncava y una abertura mucho más amplia en su base, adecuada para
facilitar el pasaje del bebe al nacer.
En la región pelviana de la
mujer se encuentran la vagina (o canal vaginal), el útero, las dos trompas de
Falopio (u oviductos), y los dos ovarios. Los ovarios además de producir los
óvulos, segregan ciertas hormonas que controlan el ciclo reproductivo y
producen algunas de las características sexuales secundarias de la mujer.
Región Pelviana Femenina con los Órganos
Reproductores Internos.
Trompa de Falopio y Ovario
Los ovarios cada uno de los cuales tienen unos
cuatro centímetros de largo, son unas estructuras algo aplanadas, cuya
superficie de color blanquecino esta sembrada por una especie de hoyuelos; se
encuentran ubicados junto a las trompas de Falopio y al útero, cuando la mujer
nace, sus ovarios contienen ya todos los óvulos que abran de ser liberados
durante el periodo de su vida en que es fecundable, calculándose que alcanzan
en ese momento a unos cien mil, pero como habitualmente solo un óvulo desciende
cada mes, no mas de cuatrocientos de estos cumplen totalmente el ciclo
ovulatorio durante el periodo fecundable de la vida de una mujer. Al finalizar su
período los óvulos restantes se descomponen
y se van perdiendo, la mayoría en la época llamada menopausia. Proceso de la
ovulación que presenta singulares características.
En el interior de los ovarios se encuentran
distribuidos diminutos grupos de células llamados folículos, dentro de cada uno
de los cuales hay un óvulo inmaduro u oocito. Cuando uno de estos folículos
madura, aumenta de tamaño y emerge a través de la superficie del ovario. Cada
veintiocho días, un folículo madura, se abre y deja salir un óvulo.
En el hombre siempre hay
espermatozoides disponibles para la fecundación, el periodo en que una mujer
puede sea fecundable es cíclico; se presenta una vez cada veintiocho días,
prolongándose solo por algunas horas, durante la ovulación, el extremo de la
trompa de Falopio más próximo al ovario rodea la mayor parte de éste y su
folículo, desde el cual, una vez liberado, el óvulo correspondiente pasa a
dicha trompa, que habrá de transportarlo al útero. El óvulo no es capaz de
moverse por si mismo, sino que es trasladado por la acción de las células
alineadas en el interior de la trompa y por la contracción de las fibras
musculares que forman parte de sus paredes. La distancia desde el ovario al
útero es de unos diez centímetros y es solo durante este recorrido, que
requiere varios días, cuando el óvulo puede ser fecundado por los
espermatozoides que ascienden por la trompa y se encuentra con él.
En la mujer joven la
abertura vaginal esta parcialmente cubierta por un delgadillo anillo de tejido,
llamado himen, que se ensancha durante la adolescencia si se introducen en la
vagina tapones absorbentes para recoger el flujo menstrual. La unión sexual
produce un efecto similar, y en la mujer madura solamente quedan algunos restos
de tejido himeneal. A veces, sin embargo, el himen se mantiene rígido e
intacto, obstruyendo la entrada de la vagina, en cuyo caso es necesario
recurrir a un medico para que lo ensanche o lo elimine en parte.
El papel principal en la reproducción lo desempeñan
los órganos reproductores internos de la mujer, ubicados en la parte pelviana
de la cavidad abdominal. Cabe recordar aquí que la pelvis femenina es muy
distinta a la del hombre, que es ligeramente cónica, en tanto que aquella tiene
forma cóncava y una abertura mucho más amplia en su base, adecuada para
facilitar el pasaje del bebe al nacer.
En la región pelviana de la
mujer se encuentran la vagina (o canal vaginal), el útero, las dos trompas de
Falopio (u oviductos), y los dos ovarios. Los ovarios además de producir los
óvulos, segregan ciertas hormonas que controlan el ciclo reproductivo y
producen algunas de las características sexuales secundarias de la mujer.
Región Pelviana Femenina con los Órganos
Reproductores Internos.
Trompa de Falopio y Ovario
Los ovarios cada uno de los cuales tienen unos
cuatro centímetros de largo, son unas estructuras algo aplanadas, cuya
superficie de color blanquecino esta sembrada por una especie de hoyuelos; se
encuentran ubicados junto a las trompas de Falopio y al útero, cuando la mujer
nace, sus ovarios contienen ya todos los óvulos que abran de ser liberados
durante el periodo de su vida en que es fecundable, calculándose que alcanzan
en ese momento a unos cien mil, pero como habitualmente solo un óvulo desciende
cada mes, no mas de cuatrocientos de estos cumplen totalmente el ciclo
ovulatorio durante el periodo fecundable de la vida de una mujer. Al finalizar su
período los óvulos restantes se descomponen
y se van perdiendo, la mayoría en la época llamada menopausia. Proceso de la
ovulación que presenta singulares características.
En el interior de los ovarios se encuentran
distribuidos diminutos grupos de células llamados folículos, dentro de cada uno
de los cuales hay un óvulo inmaduro u oocito. Cuando uno de estos folículos
madura, aumenta de tamaño y emerge a través de la superficie del ovario. Cada
veintiocho días, un folículo madura, se abre y deja salir un óvulo.
En el hombre siempre hay
espermatozoides disponibles para la fecundación, el periodo en que una mujer
puede sea fecundable es cíclico; se presenta una vez cada veintiocho días,
prolongándose solo por algunas horas, durante la ovulación, el extremo de la
trompa de Falopio más próximo al ovario rodea la mayor parte de éste y su
folículo, desde el cual, una vez liberado, el óvulo correspondiente pasa a
dicha trompa, que habrá de transportarlo al útero. El óvulo no es capaz de
moverse por si mismo, sino que es trasladado por la acción de las células
alineadas en el interior de la trompa y por la contracción de las fibras
musculares que forman parte de sus paredes. La distancia desde el ovario al
útero es de unos diez centímetros y es solo durante este recorrido, que
requiere varios días, cuando el óvulo puede ser fecundado por los
espermatozoides que ascienden por la trompa y se encuentra con él.
Apenas visible a simple vista, el óvulo maduro, cuyo tamaño no es mayor que el de un punto, sin embargo, casi dos mil veces mayor que el espermatozoide que debe fecundarlo, debido en parte a que incluye el alimento que habrá de consumir el embrión en desarrollo durante sus primeros días de vida.
Los espermatozoides pueden
sobrevivir durante varios días en el interior del aparato reproductor femenino
y el óvulo desciende lentamente por la trompa en tanto que los espermatozoides
trepan ágilmente por ella para encontrarlo. Casi siempre la fecundación tiene
lugar en la porción media de la trompa,
solo uno de los millares de espermatozoides presentes cumplen ese cometido.
Corte Transversal de una Trompa de Falopio
Corte Transversal de Útero, Trompa de Falopio y Ovario
Una vez fecundado en la trompa de Falopio, el óvulo continuo descendiendo lentamente por esa vía hacia el útero, que en estado normal tiene unos siete centímetros y medio de largo, es un órgano hueco, de estructura muscular, su función principal es proporcionar el alojamiento donde el óvulo fecundado habrá de crecer y desarrollarse.
La parte superior y anterior de este órgano, llamada cuerpo del útero, se encuentra normalmente encorvada y apoyada sobre la curvatura de la vejiga, en tanto que la porción inferior, o sea, el cuello, avanza ligeramente en el canal vaginal. Es precisamente por este canal por donde los espermatozoides pasan a dicho cuello del útero en su camino al lugar de la fecundación, ubicado en la zona intermedia de la trompa de Falopio
Así, pues el conducto que
corre por el cuello del útero esta conectado por un extremo con el canal
vaginal y por el otro con la Trompa de Falopio, que conducen a su vez a los
ovarios. El revestimiento interior del útero, llamado endometrio, cumple una
importante función en el ciclo reproductivo o menstrual de la mujer. Durante el
transcurso de cada ciclo menstrual éste revestimiento experimenta un rápido
desarrollo, y a su término, si la fecundación no se ha producido tiene lugar la
menstruación, durante la cual se desprenden las células acumuladas y aquel
vuelve a su estado anterior. En caso contrario, es decir, si se produce la
fecundación, el endometrio en pleno desarrollo esta preparado para la
implantación del óvulo fecundado.
Órganos Reproductores Internos de la Mujer
Para que se produzca la fecundación es condición absolutamente indispensable que durante la unión sexual o en ciertos casos por medios artificiales, el semen masculino sea depositado dentro del canal vaginal de la mujer. La vagina es un conducto tubular, de unos nueve centímetros de largo, que se extiende desde la vulva hasta el cuello del útero.
Durante el acto sexual el canal vaginal es el receptáculo en el cual se introduce el pene y segrega una sustancia acuosa que sirve como lubricante. Éste canal se extiende en ángulo hacia arriba y atrás desde la vulva. Es estado normal la vagina es un órgano flexible y expandible, lo suficiente como para poner la acción de otros músculos de la pelvis. Durante el alumbramiento la vagina le sirve al feto como canal de nacimiento una vez que éste abandona el útero.
La posición de la vejiga y
la del conducto urinario o uretra, corre paralelo al canal vaginal. El meato
urinario externo esta situado en la parte superior de la abertura vaginal.
Ciclo Reproductivo Yin
El misterio de la reproducción es en realidad el mágico y cósmico proceso de la química corporal. La acción de las sustancias químicas denominadas hormonas en el aparato reproductor femenino determina los cambios que se producen en todo el organismo, a raíz de los cuales los órganos respectivos están dispuestos cada vez a que se produzca la concepción, y permitan, además, que el feto se desarrolle en el útero de la madre. Las hormonas contribuyen asimismo a modificar el funcionamiento de los principales órganos de la reproducción durante los periodos en que la mujer no concibe. De este modo, la actividad hormonal del organismo rige la periódica repetición del ciclo completo del aparato reproductor, y lo prepara para que al mes siguiente quede nuevamente dispuesta para la fecundación y el embarazo.
Las hormonas que regulan el ciclo reproductivo femenino son producidas en distintas glándulas y transportadas por el torrente sanguíneo a los órganos del aparato de la reproducción cuya actividad podrá modificar.
El aparato reproductor femenino libera habitualmente solo un óvulo cada veintiocho días, poniéndose en condiciones para ser fecundado de inmediato y dar nacimiento a una nueva vida. Pero durante todo el mes ese aparato se encuentra sometido, en forma incesante, a cambios muy sutiles: se dispone para la ovulación, prepara los órganos que lo integran para la fecundación, y luego, si la concepción no se produce, los reacondiciona para repetir el mismo ciclo durante los próximos veintiocho días.
Iniciación del Ciclo Menstrual por Acción de las Hormonas
Para la mayoría de las mujeres, la única evidencia de este ciclo de actividad se manifiesta durante el periodo menstrual, o sea, aproximadamente cuatro o cinco días por mes, cuando una pequeña cantidad de sangre fluye del útero por el canal vaginal. La menstruación aparece hacia los trece años de edad, y se repite todos los meses, excepto durante el embarazo y tiene una duración final entre los cuarenta y cinco o cincuenta años de edad.
El ciclo menstrual o reproductivo es calculado en días, y comienza con el primer día de menstruación, para extenderse hasta el primero del siguiente periodo menstrual. En la mayoría de las mujeres este ciclo se compone de veintiocho días, de los cuales el periodo de menstruación abarca del 1 al 5. Este lapso, mas los ocho días siguientes hasta el decimotercero, se denomina período preovulatorio. Habitualmente la ovulación tiene lugar en el día decimocuarto, y en el lapso que cubre los días 15 a 28 es denominado periodo postovulatorio. Estos términos son aproximados: pueden variar de una mujer a otra, e incluso diferir en la misma mujer de un mes a otro. Es muy posible que un ciclo normal llegue a extenderse entre veintiuno y treinta y cinco días.
Este ciclo se inicia cuando la región
hipotalàmica del cerebro actúa sobre una diminuta glándula, la hipófisis,
ubicada en la base del cráneo, que produce unas sustancias denominadas
gonadotròficas
Una de estas hormonas influye sobre los
ovarios en dos formas:
1.- Estimula los folículos ováricos impulsando su desarrollo y el de los óvulos que contiene;
2. - Los obliga a producir el estrógeno, una de las dos hormonas sexuales femeninas.
El estrógeno así producido
es llevado luego por el torrente sanguíneo hasta el útero o matriz, donde
estimula el desarrollo de la pared interior del mismo. Cuyo tejido se denomina
revestimiento uterino o endometrio. El desarrollo del endometrio prepara el
útero para retener el óvulo en caso de que se produzca la fecundación.
Durante los primeros siete
días del ciclo menstrual, la acción de una de las hormonas gonadotròficas
producidas por la hipófisis provoca el desarrollo de varios folículos en ambos
ovarios. Por lo común, cerca del séptimo día uno de los folículos predomina
sobre los demás y sigue creciendo, mientras los otros se retraen. En algunos casos, suele madurar más de un folículo, dejando en
libertad, por consiguiente, más de un óvulo. Esta es una de las formas en que
pueden producirse los nacimientos múltiples. Cuando los gemelos nacen como
resultado de la fecundación de dos óvulos distintos son llamados biovulares.
Nunca serán idénticos puesto que no se formaron en el mismo óvulo.
El folículo mas desarrollado es el que ha continuado
su desarrollo y está preparando para la ovulación en tanto que los otros han
comenzado ya a atrofiarse. Así mismo el revestimiento uterino es aun escaso y
no hay tampoco demasiado moco cervical, sustancia que colabora en el transporte
de los espermatozoides y asegura su supervivencia.
Aproximadamente al
decimocuarto día se produce la ovulación, o liberación del óvulo, lo que ocurre
cuando la hipófisis ha segregado cantidades suficientes de una segunda hormona
gonadotrofica, llamada luteinizante, que provoca la ruptura del folículo
ovárico, dejando en libertad el óvulo de modo tal que pueda ser recogido por el
extremo abierto de la Trompa de Falopio.
La acción del estrógeno en
el útero ha hecho que el endometrio engrosara y se entrelazara al mismo tiempo
con gran cantidad de diminutos vasos sanguíneos. También puede verse el moco
claro en la abertura cervical, que se hace mas pronunciado en el momento de la
ovulación y ayuda a trasladarse y sobrevivir
los espermatozoides.
El crecimiento y ruptura del
folículo ovárico puede causar a veces cierto malestar abdominal muy leve, que
como se produce al promediar el ciclo, un
dolor del medio en el sentido de intermenstrual.
Después
de romperse y dejar libre el óvulo en el momento de la ovulación, el folículo
ovárico experimenta una modificación, y es conocido entonces como cuerpo
luteo, circunstancia es que produce la
segunda hormona sexual ovárica, la progesterona
En la primera fase del ciclo reproductivo femenino
la hormona dominante es la estrógena, y el moco del cuello del útero es claro,
abundante, delgado y fácil de penetrar por los espermatozoides. En este periodo
postovulatorio la progesterona se convierte en la hormona más dominante, y el
moco cervical se vuelve más espeso, turbio y escaso. Las dos hormonas ováricas,
estrógeno y progesterona, ejerce así mismo su acción sobre la vagina, las
mamas, las glándulas de la piel y también en la cantidad de agua que contiene el
tejido corporal. Este exceso de líquido suele ser causa de que algunas mujeres
aumenten de peso al promediar o concluir el ciclo.
Si una vez liberado el óvulo
la fecundación no se produce, el ciclo reproductivo concluye con el comienzo de
la menstruación, es decir, el flujo sanguíneo que se origina al ser desechado
el exceso de desarrollo del
revestimiento uterino. La menstruación señala el final de un ciclo reproductivo
y el comienzo del siguiente, y tiene lugar cuando el ovario reduce su
producción de hormonas al aproximarse el término del período de veintiocho
días. Cuando la menstruación es acompañada por calambres o por una sensación de
pesadez en la pelvis, se dice que la mujer sufre de dismenorrea.
Cuando el flujo llega al
canal vaginal puede ser absorbido por un tapón de algodón por lo general solo
se pierde 30 a 60 cc. De sangre. El cuerpo luteo, que hasta este momento
continuaba produciendo progesterona, disminuye
ahora su tamaño a tal punto que en algunos casos queda reducido a una
pequeña y delgada cicatriz en el ovario, momento en que deja de producir
progesterona y se denomina entonces cuerpo albicans. Sin embargo, la
hipófisis ha reanudado ya la producción de hormona gonadotrofica, que estimula
el desarrollo de nuevos folículos, uno de los cuales habrá de predominar
durante el ciclo reproductivo siguiente.
Si en el transcurso del
ciclo tiene lugar la fecundación, otra hormona actúa sobre el cuerpo luteo para
mantenerlo activo e impedir la regresión que lo atrofia y da origen a la
menstruación. Cuando esto ocurre, el endometrio mantiene su provisión de sangre
abundante con el fin de alimentar al embrión mientras se desarrolla en el
interior del útero.
Concepción
La ovulación y la concepción ocurren,
aproximadamente, unos 14 días antes del periodo menstrual. Si los ciclos son
irregulares, el momento de la concepción y, por tanto, la duración de la
gestación y el día exacto de la finalización del embarazo pueden ser difíciles
de determinar.
Cuando se produce la
ovulación, el moco cervical se vuelve menos viscoso, lo que facilita el
tránsito rápido de los espermetazoides desde la vagina hasta la cavidad
endometrial. El esperma migra desde la
vagina hasta el extremo fimbriado de la trompa en cinco minutos. Antes de la
ovulación, los espermetazoides pueden almacenarse en el cuello por lo menos
durante cinco días.
La concepción o
fertilización se produce en la trompa, por lo común cerca del extremo
fimbriado. El epitelio de la trompa debe actuar correctamente para que ocurra
la unión del espermatozoide y del óvulo y para la división continua y del
desarrollo del cigoto durante su tránsito a través de la trompa hacia la
cavidad endometrial.
El cigoto se desplaza desde el extremo fimbriado de la trompa hacia
la cavidad endometrial. El cigoto se desplaza desde el extremo fimbriado de la
trompa hasta la cavidad uterina en tres-cinco días, y hasta la zona de
implantación en uno-dos días más.
Durante éste tiempo, el producto de la
concepción se va dividiendo y en el momento de la implantación ha formado un
blastocisto, una única capa de células,
Que rodean una cavidad central. En la pared del
blastocisto hay una zona más gruesa con tres o cuatro capas celulares. Éste es
el polo embrionario del blastocisto; en poco tiempo se reconocerá el embrión.
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