jueves, 8 de noviembre de 2012

HORNO DE MICROONDAS












Horno de microondas


De Wikipedia, la enciclopedia libre

Un horno de microondas es un electrodoméstico usado en la cocina para calentar alimentos que funciona mediante la generación de ondas electromagnéticas en la frecuencia de las microondas, en torno a los 2,45 GHz.

Un horno de microondas funciona haciendo pasar la radiación no ionizante de microondas, generalmente a una frecuencia de 2,45 gigahercios (GHz) (con una longitud de onda de 122 milímetros) a través de la comida. La radiación de microondas está entre las frecuencias de radio común y de infrarrojos. El agua, grasas y otras sustancias presentes en los alimentos absorben la energía de las microondas en un proceso llamado calentamiento dieléctrico. Muchas moléculas (como las de agua) son dipolos eléctricos, lo que significa que tienen una carga positiva parcial en un extremo y una carga negativa parcial en el otro, y por tanto giran en su intento de alinearse con el campo eléctrico alterno de las microondas. Al rotar, las moléculas chocan con otras y las ponen en movimiento, dispersando así la energía. Esta energía, cuando se dispersa como vibración molecular en sólidos y líquidos (tanto como energía potencial y como energía cinética de los átomos), lo hace en forma de calor.

El calentamiento por microondas es más eficiente en el agua líquida que en el agua congelada, donde el movimiento de las moléculas está más restringido. También es menos eficiente en grasas y azúcares (que tienen un momento dipolar molecular menor) que en el agua líquida.

A veces se explica el calentamiento por microondas como una resonancia de las moléculas de agua, pero esto es incorrecto: esa resonancia sólo se produce en el vapor de agua y a frecuencias mucho más altas (a unos 20 GHz). Por otra parte, los grandes hornos de microondas industriales que operan la mayoría en la frecuencia de 915 MHz (longitud de onda de 328 milímetros), también calientan el agua y los alimentos perfectamente.

Los azúcares y triglicéridos (grasas y aceites) absorben las microondas debido a los momentos dipolares de sus grupos hidroxilo o éster. Sin embargo, debido a la capacidad calorífica específica más baja de las grasas y aceites, y a su temperatura más alta de vaporización, a menudo alcanzan temperaturas mucho más altas dentro de hornos de microondas. Esto puede inducir a temperaturas en el aceite o alimentos muy grasos, como el tocino, muy por encima del punto de ebullición del agua, y lo suficientemente altos como para inducir reacciones de tostado, como en el asado a la parrilla convencional o en las freidoras. Los alimentos en alto contenido de agua y con poco aceite rara vez superan temperaturas superiores a las de ebullición del agua.

El calentamiento por microondas puede causar un exceso de calentamiento en algunos materiales con baja conductividad térmica, que también tienen constantes dieléctricas que aumentan con la temperatura. Un ejemplo es el vidrio, que puede exhibir embalamiento térmico en un horno de microondas hasta el punto de fusión. Además, las microondas pueden derretir algunos tipos de rocas, produciendo pequeñas cantidades de lava sintética. Algunas cerámicas también se pueden fundir, e incluso pueden llegar a aclararse enfriarse. El embalamiento térmico es más típico de líquidos eléctricamente conductores, tales como agua salada.

Un error común es creer que los hornos microondas cocinan los alimentos "desde dentro hacia afuera", es decir, desde el centro de toda la masa hacia el exterior de alimentos. Esta idea surge del comportamiento del calentamiento si una capa absorbente de agua se encuentra debajo de una capa seca, menos absorbente, en la superficie de un alimento. En este caso, la deposición del calor dentro de un alimento que puede exceder la de su superficie. En la mayoría de los casos, sin embargo, con alimentos uniformemente estructurados o razonablemente homogéneos, las microondas son absorbidas en las capas exteriores de una manera en cierto modo similar al calor de otros métodos. Dependiendo del contenido de agua, la profundidad de la deposición de calor inicial puede ser de varios centímetros o más con los hornos de microondas, en contraste con el asado (infrarrojos) o el calentamiento convectivo (métodos que depositan el calor en una fina capa de la superficie de los alimentos). La profundidad de penetración de las microondas depende de la composición de los alimentos y de la frecuencia, siendo las frecuencias de microondas más bajas (longitudes de onda más largas) las más penetrantes.

El horno de microondas es un subproducto de otra tecnología al igual que otros inventos. Esto sucedió durante el curso de un proyecto de investigación relacionado con el radar, alrededor de 1946 en el que el doctor Percy Spencer, ingeniero de la Raytheon Corporation, notó algo muy peculiar. Estaba probando un nuevo tubo al vacío llamado magnetrón cuando descubrió que una chocolatina que tenía en su bolsillo se había derretido. Intrigado y pensando que quizá la barra de chocolate había sido afectada casualmente por esas ondas, el doctor Spencer hizo un experimento. Esta vez colocó algunas semillas de maíz para hacer palomitas, cerca del tubo y, permaneciendo algo alejado, vio con una chispa de inventiva en sus ojos cómo el maíz se movía, se cocía e hinchaba y brincaba esparciéndose por todo el laboratorio.

A la mañana siguiente, el científico decidió colocar el magnetrón cerca de un huevo de gallina. Le acompañaba un colega curioso, que atestiguó cómo el huevo comenzó a vibrar debido al aumento de presión interna originada por el rápido incremento de la temperatura de su contenido. El curioso colega se acercó justamente cuando el huevo explotaba, salpicándole la cara con yema caliente. El rostro del doctor Spencer, por el contrario, se iluminó con una lógica conclusión científica: lo acaecido a la barra de chocolate, a las palomitas de maíz y ahora al huevo, podía atribuirse a la exposición a la energía de baja densidad de las microondas. Y si se podía cocinar tan rápidamente un huevo, ¿por qué no probar con otros alimentos? Así comenzó la experimentación.

El doctor Spencer diseñó una caja metálica con una abertura en la que introdujo energía en forma de microondas. Esta energía, dentro de la caja, no podía escapar y por lo tanto creaba un campo electromagnético de mayor densidad. Cuando se le colocaba alimento la temperatura del alimento aumentaba rápidamente. El doctor Spencer había inventado lo que iba a revolucionar la forma de cocinar y sentaba las bases de una industria multimillonaria: el horno de microondas.

Los ingenieros se dedicaron a trabajar en el invento del doctor Spencer, mejorándolo y modificándolo para un uso práctico. A finales de 1946, la Raytheon Company solicitó una patente para emplear las microondas en el cocimiento de los alimentos. Un horno que calentaba los alimentos mediante energía de microondas se instaló en un restaurante de Boston para hacer pruebas. En 1947, salió al mercado el primer horno comercial de microondas. Estas primeras unidades eran grandes y aparatosas, de 1,60 m de altura y 80 kg de peso. El magnetrón se enfriaba con agua, de modo que era necesario instalar una tubería especial. También, su precio era elevado, costaban alrededor de 5.000 dólares cada uno.

Hubo bastante resistencia contra estas unidades y no fueron aceptadas de inmediato. Las ventas iniciales eran desalentadoras. Sin embargo, las mejoras y refinamientos ulteriores produjeron un horno más fiable y liviano, menos caro y con un nuevo magnetrón enfriado por aire, se eliminó la necesidad de colocar tuberías. Finalmente el horno de microondas alcanzó un nivel de aceptación relativa, particularmente en el campo de la venta de alimentos rápidos.

Los comerciantes tenían el problema de cómo podrían mantener calientes los alimentos hasta que se los comprasen, ya que si se descomponían sería una pérdida obviamente cuantiosa. Al aparecer el empleo del horno de microondas, pudieron mantener los productos congelados en el lugar donde se servían y luego los podían calentar rápidamente en el horno de microondas. Esto proporcionaba alimentos más frescos, con menos desperdicio y más ahorro.

De inmediato los negocios de alimentos rápidos y restaurantes se dieron cuenta que el horno de microondas resolvía más problemas de los que creaba. Al encontrarse con el mismo problema de mantener calientes los alimentos durante largos periodos, los propietarios de restaurantes comenzaron a apreciar el valor del horno de microondas en sus operaciones. Actualmente pueden mantener en refrigeración sus alimentos y calentarlos a la orden de los clientes.

Cuando la industria alimentaria comenzó a reconocer todo el potencial y versatilidad del nuevo invento, éste se aplicó a nuevos y variados usos. Las industrias comenzaron a emplear las microondas para secar rebanadas de patata, tostar granos de café y cacahuetes. Se podían descongelar, preasar y dar cocimiento final a las carnes. Aún el abrir ostras se facilitaba con el uso de las microondas. Otras industrias encontraron conveniente las diversas aplicaciones del calentamiento por microondas. Con el tiempo, se emplearon éstas para secar corcho, cerámica, papel, cuero, tabaco, fibras textiles, lápices, flores, libros húmedos y cabezas de cerillo. También se emplearon las microondas en el proceso de curado de materiales sintéticos como nylon, hule y uretano. 1 El horno de microondas se transformó en una necesidad para el mercado comercial y las posibilidades parecían interminables.

Los avances tecnológicos y el desarrollo posterior condujeron a un horno de microondas evolucionado y al alcance de la cocina del consumidor. Sin embargo, aparecieron muchos mitos y desconfianza acerca de las nuevas y misteriosas estufas electrónicas de "radar", de modo que se retrasó algo el florecimiento, aunque no mucho. En los años setenta más y más gente encontró que las ventajas de cocinar con microondas compensaba los riesgos probables y al parecer, nadie moría de "envenenamiento" por las radiaciones, ni quedaba ciego, estéril o impotente (al menos debido al uso de hornos de microondas). Cuando se desvanecieron los temores, comenzó a filtrarse una creciente ola de aceptación en las cocinas de Estados Unidos, contradiciendo mitos y convirtiendo la duda en demanda. Había empezado el auge.

En 1975, por primera vez, las ventas de hornos de microondas rebasaron el número de estufas de gas vendidas. El año siguiente se informó que 17% de todos los hogares de Japón cocinaban con microondas, en comparación de sólo cuatro por ciento de los hogares de Estados Unidos durante ese año. Sin embargo, para 1978, los hornos de microondas adornaban las cocinas de más de nueve millones de hogares, aproximadamente 14%, en Estados Unidos. Al final de 1980, esta cifra aumentó en más de 25%. En 1986, el horno de microondas se hizo más patente que el lavavajillas y alcanzó 60%, o sea aproximadamente 52 millones, de los hogares estadounidenses. Los hábitos de cocinar en Estados Unidos cambiaron drásticamente por la comodidad en tiempo y ahorro de energía del horno microondas. Si alguna vez se consideró como lujo, éste ha evolucionado gracias a la moderna tecnología y por la demanda popular, en una necesidad práctica para un mundo activo. El mercado en expansión ha originado un estilo de acuerdo a cada gusto, un tamaño y forma que se acomodan a cada cocina y un precio accesible a casi cualquier bolsillo. Las opciones y particularidades, como la adición de calor de convección, horneado con sensor, etc., satisfacen las necesidades de casi cualquier aplicación en el horneado, cocinado o secado. Ahora, la magia de hornear con microondas se ha esparcido por el mundo y convertido en un fenómeno internacional. El doctor Percy Spencer, el inventor, continuó en Raytheon como consultor "senior" hasta su muerte a la edad de 76 años. Fue autor de más de 100 patentes y se le consideraba uno de los principales expertos en el campo de las microondas, no obstante que carecía de instrucción secundaria.





FUENTE: Mercola.com

A estas alturas, probablemente usted sabe que lo que come tiene un impacto profundo en su salud. El mantra, “Usted es lo que come” realmente es cierto.
Pero necesita considerar no sólo QUÉ comprar, sino también cómo cocinarl
Lo ideal es comerse la mayoría de sus alimentos en su forma cruda. Pero la mayoría de nosotros no seremos capaces de llevar una alimentación basada en alimentos completamente crudos, por lo que terminaremos cocinando un porcentaje de nuestros alimentos.
Una preparación inteligente de los alimentos comienza con alimentos de alta calidad y la preparación de alimentos, eso significa decirle adiós al horno de microondas. ¿Necesita esterilizar los trapos de la cocina? Entonces utilice el microondas. Pero utilizar el microondas es una MALA idea si lo que quiere es preparar alimentos saludables.

¿Por qué el no al uso del microondas?
Cuando se trata de hornos de microondas, el precio que se paga por la comodidad es bastante caro, ya que está poniendo en peligro su salud. En este artículo, revisaré lo que sabemos sobre los efectos que tiene el microondas en sus alimentos y en su salud.
Durante el siglo pasado, disminuyó la calidad de los alimentos frescos debido al agotamiento del suelo, gracias a las prácticas agrícolas no sostenibles, la sobreproducción de cultivos y el uso de pesticidas y herbicidas. Ya no se puede asumir que usted estará obteniendo todas las vitaminas, minerales, enzimas y fitonutrientes que necesita con sólo comer una gran variedad de alimentos frescos- incluso si son orgánico
No es de sorprender que en la actualidad una caloría le brinde menos nutrición de un caloría de hace 100 o incluso 50 años.
Tres estudios recientes sobre la composición histórica de los alimentos han demostrados de un 5 a 40 por ciento de disminución en la cantidad de minerales en los productos frescos y otro estudio encontró una disminución similar en nuestras fuentes de proteína.1

Así que ahora, más que nunca, debe tener cuidado al momento de “hacer una buena inversión” cuando se trata de los alimentos que come.
La investigación demuestra que su horno de microondas NO lo ayudará a lograrlo- y de hecho será una amenaza para su salud, ya que elimina las moléculas en sus alimentos, en el mejor de los casos, dejará algunos nutrientes inertes y en el peor de los casos, producirá toxinas cancerígenas.
La Comodidad Representa una Amenaza Tóxica Significativa para Usted y Su Familia
El microondas calienta los alimentos provocando que las moléculas de agua en ellos resuenen a frecuencias muy altas y por lo tanto convierta en vapor lo que calienta sus alimentos. Aunque esto puede calentar rápidamente sus alimentos, lo que la mayoría de las personas no saben es que también provoca cambios en la estructura química de los alimentos.
Desde que los microondas fueron introducidos por primera vez hace más de 40 años, han emergido numerosos problemas, además de acabar con el valor nutricional de sus alimentos, de lo cual hablaremos más tarde.
La primera cosa que probablemente notó cuando comienzo a calentar sus alimentos en hornos de microondas fue cómo el calentado no era igual en todas las partes del alimento.

Los “puntos calientes” en los alimentos calentados en el microondas pueden ser lo suficientemente calientes como para causar quemaduras- o provocar una “explosión de vapor”. Esto ha dado lugar a que se les aconseje a las madres que no utilicen el horno de microondas para calentar la mamila de sus bebés, ya que los bebés han sido quemados con lugares que no fueron detectados y estaban sumamente calientes.

Otro problema con los hornos de microondas es que las toxinas cancerígenas liberadas de los contenedores de plástico o papel pueden filtrarse a sus alimentos.

La edición de Enero/Febrero de Nutrition Action Newsletter reportó una fuga de numerosas toxinas químicas delos empaques de los alimentos para microondas, incluyendo las pizzas, palomitas y patatas fritas. Las sustancias químicas incluyen tereftalato de polietileno (PET), benceno, tolueno y xileno. Calentar alimentos grasos contenidos en empaques de plástico en el microondas produce la liberación de dioxinas (sustancias cancerígenas) y otras toxinas en sus alimentos. 2

Uno de los peores contaminantes es el BPA, o bisphenol A, un compuesto similar al estrógeno usado ampliamente en productos de plástico. De hecho, los platos hechos especialmente para el microondas frecuentemente contienen BPA, pero muchos otros productos de plástico también los contienen.
El uso del microondas distorsiona y deforma las moléculas de cualquier alimento u otras sustancias. Un ejemplo de esto son los productos sanguíneos.
Normalmente, la sangre es calentada antes de ser transfundida a otras personas. Ahora sabemos que calentar la sangre en el microondas daña sus compuestos. De hecho, una mujer murió después de recibir una transfusión de sangre calentada en un microondas en 1991, lo cual dio lugar a una demanda muy publicitad
La Fuga de Radiación del Microondas

Probablemente haya escuchado que existe el peligro de que escapen microondas de su horno de microondas cuando está siendo utilizado. Este era un riesgo mayor con los primeros modelos de hornos de microondas que con los recientes, ya que estos últimos son sometidos a pruebas mucho más rigurosas.

Teóricamente, hay cantidades muy pequeñas de fuga de radiación, pero la FDA reporta que estos niveles son “insignificantes” y que “se encuentran muy por debajo del nivel que causa daños a las personas”.

La FDA ha estado regulando los hornos de microondas desde 1971 por medio de su programa de control de radiación, que fue ordenado por la ley de Control de Radiación de Productos Electrónicos de la Reguladora de Alimentos, Medicamentos y Cosméticos. 3

LA FDA limita la cantidad de microondas que pueden salir de un horno en su vida útil a 5 milivatios (mW) por centímetro cuadrado a aproximadamente 2 pulgadas de la superficie del horno. Porque la energía de las microondas disminuye dramáticamente a medida que se mueve de la fuente de radiación, una medición hecha a 20 pulgadas de su horno sería de aproximadamente una centésima de parte del valor de la medición a 2 pulgadas.

La norma federal también requiere que todos los hornos tengan “dos sistemas independientes de bloqueo que detengan la producción de microondas al momento en que se abre la puerta.”

También requiere de un sistema de monitoreo, que detenga la operación en caso de que falle alguno o ambos sistemas de bloqueo.

Uno pensaría que con todas estas pruebas y regulaciones, un horno de microondas es seguro. Sin embargo, de acuerdo con Powermatch, una organización independiente sin fines de lucro que tiene un papel muy importante en el debate sobre la radiación de los microondas:

“Incluso cuando el horno de microondas está funcionando adecuadamente, los niveles de microondas dentro de la cocina son probablemente significativamente más altos que los producidos por las bases de los teléfonos que se encuentran cerca. También recuerde que las microondas viajan a través de las paredes si el horno de microondas se encuentra pegado a estas.”

Powermatch también afirma que no sabemos si las regularizaciones actuales sobre la fuga de radiación son realmente seguras y recomienda que los hornos de microondas sean revisados al menos una vez al año, dado que las emisiones de microondas pueden cambiar con el uso.

También podría considerar comprar un dispositivo de prueba por $20 que le permita checar la radiación dentro de su hogar.

Asegúrese que, si usted utilizará el microondas para limpiar esponjas o cualquier otra cosa, revise la puerta y bisagras para ver que estas cierren correctamente. Si la puerta no cierra correctamente, o esta chueca, doblada o dañada, no lo utilice.

Pero incluso cuando no hay nada malo en su microondas, tenga en mente mantenerse un pie alejado de este mientras esta funcionando ya que podría exponerse a más de 400 miliGauss y tan sólo 4 miliGauss han sido relacionados con la leucemia. Ciertamente, sería bueno evitar que sus hijos se acerquen al microondas cuando está funcionando, usted también debe evitar hacerlo- especialmente si está embarazada. También, dado a que sus ojos son especialmente susceptibles a la radiación de microondas (las altas exposiciones a microondas son conocidas por causar cataratas), le recomiendo mantenerse alejado mientras su horno está en uso.

Nuevo Estudio Confirma que las Microondas Afectan su Corazón

Un estudio reciente que examinó los efectos de 2.4 GHz de radiación (que es la frecuencia de la radiación emitida por las fuentes de Wifi y de los hornos de microondas) en el corazón. El estudio descubrió “evidencia inequívoca” de que la frecuencia de la radiación del microondas afecta al corazón a niveles no termales que se encuentran muy por debajo de las normas de seguridad federales, de acuerdo con la Dra. Magda Havas de la Universidad de Trente. 4

La Dra. Haves afirma:

“Este es el primer estudio que documenta los cambios inmediatos y dramáticos tanto en el ritmo cardíaco como en la variabilidad del ritmo cardiaco causados por un dispositivo aprobado que genera microondas a niveles muy por debajo (0.3 por ciento) de las normas de seguridad de Canadá y los Estados Unidos.”

Los escépticos ya no pueden afirmar que los microondas no producen efectos biológicos inmediatos a niveles ordinarios utilizados en el hogar.

El estudio estará apareciendo en una revista en el verano del 2010. Si usted experimenta un ritmo cardiaco rápido o irregular, dolor o presión en el pecho, entonces debe visitar a su médico.

También existe evidencia de que esta misma frecuencia de radiación provoca que aumenten los niveles de azúcar en la sangre en individuos susceptibles y en realidad podría ser la causa de un tipo de diabetes. Para más detalles sobre esto, vea el primer video de abajo.

El Microondas También Elimina los Nutrientes de sus Alimentos

Se ha investigado muy poco sobre cómo los microondas afectan las moléculas orgánicas o cómo responde el cuerpo humano a los alimentos calentados en el microondas.

¿No esperaría que un producto que se encuentra en más del 90 por ciento de las cocinas, así como en prácticamente todas las salas de descanso del país, debiera haber sido investigado a fondo sobre su seguridad?

Los pocos estudios que han hecho sobre esto han llegado a la misma conclusión, en la mayor parte, que los alimentos calentados en el microondas sufren un daño en su valor nutricional. El microondas convierte sus hermosos vegetales orgánicos, por los que a pagado una buena cantidad de dinero, en alimentos “muertos” que pueden causar enfermedades.

Calentar los alimentos puede causar una pérdida de nutrientes, pero calentar los alimentos en el microondas produce un problema adicional el llamado “efecto de microondas”, un fenómeno que será discutido a detalle más adelante.

La mayoría de los estudios sobre los microondas y la nutrición fueron realizados antes del 2000, sospecho que debido a que el centro de la investigación de la radiación de los últimos tiempos ha sido cambiada hacia una amenaza más siniestra: la radiación ambiental producida por los dispositivos electromagnéticos, como los teléfonos celulares y computadoras, que se ha convertido en una nube gigante de contaminación electrónica alrededor del mundo durante la última década.

No obstante, se ha recopilado excelente información científica sobre los efectos perjudiciales de las microondas en los nutrientes de sus alimentos:

·         Un estudio publicado en noviembre del 2003 en el Journal of the Science of Food and Agriculture5 encontró que el brócoli calentado en el microondas con un poco de agua perdió más del 97 por ciento de sus benéficos antioxidantes. En comparación, con el brócoli cocido al vapor que perdió un 11 por ciento o menos de sus antioxidantes. También hubo reducción de los compuestos fenólicos y glucosinolatos, sin embargo los niveles de minerales permanecieron intactos.

·         Un estudio escandinavo realizado en 1999 sobre el cocido de espárragos descubrió una reducción en la vitamina C6 causada por el microondas.6

·         En un estudio sobre el ajo, 60 segundos de calentado en el horno de microondas basto para desactivar su alinasa, que es el principal ingrediente activo del ajo que combate el cáncer.7

·         Un estudio japonés realizado por Watanabe demostró que tan sólo 6 minutos de calentado en el microondas transforma el 30-40 por ciento de la vitamina B12 de la leche en una forma inerte (muerta).8 Este estudio ha sido citado por el Dr. Andrew Weil como evidencia de su preocupación sobre los efectos del microondas. El Dr. Weil escribió:

“Podría haber peligros relacionados con los alimentos calentados en el microondas…hay una pregunta sobre si el microondas altera la química de las proteína en formas que podrían ser dañinas.”

·         Un reciente estudio australiano9 demostró que las microondas causan un mayor grado de “despliegue de la proteína” que el calentado convencional.

·         Calentar la comida en el microondas puede destruir los agentes esenciales que combaten las enfermedades en la leche materna que le brindan la protección a su bebé. En 1992, Quand encontró que la leche materna calentada en microondas pierde la actividad de la lisozima, anticuerpos y fomenta el crecimiento de bacterias patogénicas10.

Quand afirmó que se causó más daño en la leche materna al ser calentada en el horno de microondas que en cualquier otro método de calefacción, concluyendo: “El uso del microondas puede estar contraindicado a altas temperaturas y cuestiona su seguridad incluso a bajas temperaturas.”

Otro estudio sobre la leche materna/fórmula para bebés realizado por Lee en 1989,
11 descubrió que el contenido de vitamina disminuye al utilizar el horno de microondas y ciertamente los aminoácidos son convertidos en sustancias biológicamente inactivas. Algunos aminoácidos alterados son venenosos para el sistema nervioso y los riñones. (Numerosos autores mencionan este estudio, son embargo no pude encontrar el artículo/estudio original, por lo que personalmente no puedo validarlo.)

Aunque muchos de los estudios anteriores no son recientes, sin duda hay muchas pruebas de que utilizar el horno de microondas NO es bueno para sus alimentos.

Cómo Es Que su Microondas Calienta sus Alimentos

Las microondas son una forma de radiación electromagnética- las ondas de energía electrónica y magnética se mueven juntas a través del espacio. Las gamas de radiación EM provenientes del alto nivel de energía (rayos gamma y rayos-X) en un extremo del espectro a niveles muy bajos de energía (ondas de radio) en el otro extremo del espectro.

Las microondas se encuentran en el extremo bajo de energía del espectro, solamente después de las ondas de radio. Tienen una longitud de onda de alrededor de 4,8 pulgadas, aproximadamente el ancho de la cabeza.

Las microondas son generadas por algo llamado magnetrón (un término derivado de las palabras “magneto” y “electrón”), que también es lo que permitió el uso del radar aerotransportado durante la Segunda Guerra Mundial. De ahí el nombre que le dieron primero a los hornos de microondas: rangos de radar.

Un magnetrón es un tubo en el cual los electrones son sometidos a campos magnéticos y eléctricos, produciendo un campo electromagnético con una frecuencia de microondas de aproximadamente 2,450 megaHertz (MHz), que son 2.4 gigaHertz (GHz).

Las microondas causan calentamiento dieléctrico. Rebotan en el interior de si horno y son absorbidos por los alimentos que coloca en este. Dado que las moléculas de agua son bipolares, teniendo un extremo positivo y uno negativo, rotan rápidamente alterando el campo eléctrico. Las moléculas de agua en los alimentos vibran violentamente a frecuencias extremadamente altas- como millones de veces por segundo- creando una fricción molecular, que termina calentando el alimento.

Si el alimento o el objeto que coloca en el microondas no tienen agua no será capaz de producir esta resonancia y no se calentará. O, como lo llama el periodista William Thomas12, “latigazo eléctrico”.

Las estructuras de las moléculas de agua son separadas y deformadas. Esto es diferente a lo que sucede cuando se calienta de forma convencional, donde el calor es trasferido de afuera hacia adentro. El calentar alimentos en el microondas comienza con las moléculas en donde el agua está presente.

Contrario a la creencia popular, los alimentos calentados en el microondas no se calientan de “adentro hacia afuera”. Cuando se calientan los alimentos, las ondas calientan la capa de afuera y las capas de adentro son calentadas principalmente por la conducción de calor desde las capas exteriores a las interiores.

Dado a que no todas las áreas contienen la misma cantidad de agua, el calentamiento es uniforme.

Calentar en el horno de microondas crea nuevos compuestos que no se encuentran ni en los seres humanos ni en la naturaleza, llamados compuestos radiolíticos. Aún no sabemos que le hacen estos compuestos a nuestro cuerpo.

Además de los efectos por la violenta fricción del calor, están los efectos atérmicos, que no se entienden del todo debido a que no son fáciles de medir. Son estos efectos atérmicos los responsables de muchas deformaciones y degradación de células y moléculas.13

Como un ejemplo, el microondas es utilizado en el campo de la tecnología de genes para alterar las membranas celulares débiles. Los científicos utilizan el microondas para separar las células. Las células deterioradas se convierten presa fácil de los virus, hongos y otros microrganismos.

Otra palabra para estos efectos atérmicos es el “efecto microondas”, un tema de controversia del que hablaré más adelante.

La Enfermedad del Microondas

Cuando sus tejidos son expuestos directamente a las microondas, ocurren las mismas deformaciones violentas y causa la “enfermedad del microondas”.

Las personas que son expuestas a altos niveles de radiación de microondas experimentan a una variedad de síntomas, incluyendo:

·         Insomnio, sudores nocturnos y problemas de sueño

·         Dolor de cabeza y mareos

·         Inflamación de los ganglios linfáticos y un sistema inmunológico debilitado

·         Deterioro cognitivo

·         Depresión e irritabilidad

·         Nauseas y pérdida del apetito

·         Problemas en los ojos

·         Micción frecuente y sed extrema

Existe una buena cantidad de información emergiendo de que las personas están sufriendo, en diferentes grados, este tipo de síntomas causados por los teléfonos celulares y la radiación de alta frecuencia emitida por las antenas, la cual también es emitida por el horno de microondas todo el día.

De acuerdo con el profesor Franz Adelkofer, uno de los principales científicos en el área de los efectos biológicos de los campos EMF:

“Existe evidencia real de que la hiperfrecuencia de los campos electromagnéticos puede tener efectos geno-tóxicos. Y este daño del ADN siempre es la causa del cáncer.

Hemos encontrado que estos efectos dañinos en los genes a niveles por debajo de los limites de seguridad. Es por eso que pensamos que es urgente basar los límites de seguridad en los efectos biológicos, no en los térmicos.

Deberían basarse en la biología, no en la física.”

Veinte Años de Investigación Rusa Respaldan las Preocupaciones por los Microondas

A los nazis se les atribuye el primer dispositivo de calentamiento por microondas, lo crearon para proporcionar apoyo alimentario móvil a sus tropas durante la invasión de la Unión Soviética en la Segunda Guerra Mundial.14 Estos primeros hornos de microondas fueron experimentales. Después de la guerra, el Departamento de Guerra de los Estados Unidos tuvo la tarea de investigar la seguridad de estos hornos de microondas.

Pero fueron los rusos los que realmente tomaron al toro por los cuernos.

Después de la guerra, los rusos recuperaron algunos de estos hornos y comenzaron una investigación sobre sus efectos biológicos. Alarmados por lo que descubrieron, en 1976 los rusos prohibieron los hornos de microondas, comenzaron la prohibición durante la Perestroika.

Veinte años de investigación rusa (y estudios alemanes de 1942) representan un fuerte argumento contra la seguridad de los hornos de microondas.

Sus conclusiones llevaron al gobierno ruso a emitir una alerta internacional sobre el posible daño biológico y ambiental relacionado con el uso de los hornos de microondas y otros dispositivos con frecuencias electrónicas similares (como los teléfonos celulares).

No pude evaluar personalmente ninguna de estas investigaciones, dado a que es difícil conseguir esos documentos, por lo que no puedo darle validez a su metodología o conclusiones. Todo lo que se puede hacer es reflexionar todo lo que se pueda sobre estas investigaciones.

El artículo de Powematch resume las siguientes investigaciones rusas muy bien, por lo que lo pondré exactamente igual:

·         Investigadores rusos encontraron que se formaron sustancias cancerígenas en casi todos los alimentos probados.

·         El calentamiento de la leche y granos en el microondas convirtió algunos aminoácidos en sustancias cancerígenas.

·         Las carnes preparadas en el microondas produjeron agentes causantes de cáncer d-Nitrosodientanolaminas.

·         El calentamiento de alimentos congelados en el microondas convirtió sus glucósidos y galactósidos en sustancias cancerígenas.

·         Una exposición extremadamente breve de vegetales congelados, cocidos o crudos, convirtió sus alcaloides en cancerígenos.

·         Los radicales libres cancerígenos se formaron al calentar plantas en el microondas- especialmente la raíz de los vegetales.

·         Se encontró una degradación estructural que produce la disminución del valor nutricional de un 60 a 90 por ciento en todos los alimentos probados, con reducciones significativas en la biodisponibilidad del complejo de vitamina B, vitamina C y E, minerales, lipotrópicos (sustancias que impiden la acumulación anormal de la grasa).

Debería añadir que estos resultados están respaldados por un estudio japonés realizado en 1998 por Watanabe sobre la vitamina B12 en la leche, del cual hablé en la parte de arriba.

El Estudio Clínico Suizo: Hans Hertel

Alguna evidencia bastante convincente que respalda los efectos destructivos del microondas proviene de un estudio realizado por un científico suizo llamado Hans Hertel, el Dr. Hertel fue el primer científico en estudiar los efectos de los alimentos calentados en el microondas en la sangre y la fisiología humana.

Su pequeño estudio, en coautoría con el Dr. Bernard Blanc del Instituto Federal de Tecnología de Suiza y el Instituto Universitario de Bioquímica, reveló fuerzas degenerativas producidas por los hornos de microondas en los alimentos que cocinaron.

El Dr. Hertel concluyó que el uso del horno de microondas cambiaba los nutrientes de los alimentos y que los cambios se produjeron en la sangre, lo que podría causar efectos negativos en la salud.

Las conclusiones de Hertel fueron que calentar los alimentos en el microondas puede:

·         Aumentar los niveles de colesterol

·         Disminuir el número de leucocitos (glóbulos blancos), lo que sugiere envenenamiento

·         Disminuir el número de glóbulos rojos

·         Producir compuesto radiolíticos

·         Disminuir los niveles de hemoglobina, lo que sugiere anemia

No es de sorprender que el estudio del Dr. Hertel fuera rechazado por todos aquellos que tienen mucho que perder.

Se emitió una orden de silencio contra el Dr. Hertel por una organización suiza en 1992, la cual fue removida en 1998. Pero un periodista estadounidense, Tom Valentine, publicó los resultados del estudio de Hertel en Search for Health en la primavera de 1992.15

El estudio no estuvo libre de defectos. Sólo involucró a 8 participantes, de los cuales Hertel era uno de ellos. Tan convincente como fueran sus resultados, su metodología no se sometió a los rigores científicos del campo.

A pesar de las deficiencias metodológicas del estudio de Hertel, sus resultados aumentan las preocupaciones sobre lo que provoca esta forma de radiación a sus alimentos y de lo cual debería investigarse con mayor detalle en el futuro.

Hertel escribió:

“No hay átomos, moléculas o células de ningún sistema orgánico capaces de resistir este violento y destructivo poder durante algún periodo de tiempo. Esto pasará incluso si el horno de microondas tiene baja potencia de milivatios.”

Y también esta el problema de los biofotones.

Los Posibles Efectos de las Microondas en sus Biofotones

La biofotónica es el estudio, investigación y aplicación de los fotones en sus interacciones dentro de los sistemas biológicos. Gran parte del trabajo realizado en esta área fue hecho en Alemania. El Dr. Dietrich Klinghardt habla de los biofotones en nuestra entrevista realizada en el 2008.

Los biofotones son pequeñas unidades físicas de luz que son almacenadas y utilizadas por los organismos biológicos- incluyéndolo a usted. La energía solar vital encuentra el camino hacia sus células por medio de los alimentos que come, en forma de estos biofotones.

Los biofotones contienen importante bio-información y muy importante para muchos procesos vitales del cuerpo. Son en parte responsables por su sentimiento de vitalidad y bienestar. Usted obtiene los biofotones comiendo alimentos ricos en biofotones, como los vegetales orgánicos y las frutas que maduran con el sol que son ricas en energía solar.

Mientras más energía puedan almacenar los alimentos, más nutritivos serán.

Si el “efecto de microondas” existe (como verá, existe mucha evidencia que lo demuestra), entonces las microondas puede destruir los biofotones de la misma forma que alteran otras estructuras, dejando su comida muerta y sin vida.

Parece bastante probable que las microondas alteren o destruyan los biofotones, dado a que son capaces de romper las uniones del ADN.

En mi búsqueda, no he encontrado estudios de los efectos del microondas en los biofotones, pero parece ser un buen ángulo para investigaciones futuras.

Los Efectos a Largo Plazo Causados por la Exposición a la Radiación No Ionizante

Una de las mayores controversias sobre los efectos de las microondas es si estas ejercen o no cualquier tipo de fuerza más allá del calor, comúnmente llamada como “efecto de microondas” o “efecto atérmico”.

Primero es necesario entender la diferencia entre la radiación ionizante y la radiación no ionizante.

Existen dos formas básicas de radiación: la ionizante y la no ionizante16:

1.    La Radiación Ionizante: Crea iones cargados al desplazar los electrones en los átomos, incluso sin calor. Algunos ejemplos de la radiación es la emitida por las sustancias radiactivas en las rocas, suelos, rayos cósmicos del sol y la radiación hecha por el hombre como las maquinas de rayos-X, centrales eléctricas y reactores nucleares.

2.    La Radiación No Ionizante: Puede cambiar la posición de los átomos pero no alterar su estructura, composición y propiedades. Algunos ejemplos son la luz, ondas infrarrojas y ultravioleta, ondas de radio o televisión, teléfonos celulares, hornos de microondas y mantas eléctricas.

A pesar del hecho de que no es capaz de separar los átomos, la radiación no ionizante (como las microondas) PUEDEN causar alteraciones físicas.

Por ejemplo, la luz del sol puede dañar su piel y ojos. La sobre-exposición a la radiación puede afectar los tejidos causando daño molecular, mutaciones del ADN y otros cambios que pueden provocar cáncer.

La preocupación es, con toda esta radiación que nos rodea de los teléfonos celulares, torres de radio, satélites, antenas, radares militares y de aviación, dispositivos electrónicos para el hogar, computadoras e internet, todos involuntariamente somos parte de un experimento epidemiológico, en una escala nunca antes vista en la historia de la raza humana.

Y la verdad es que realmente no SABEMOS lo que provoca la radiación a largo plazo- incluso la del tipo no ionizante.

Pero aquí algunas cosas que SI SABEMOS:17

·         Los efectos a bajos niveles pueden ser más notables que a altos niveles. Existe algo llamado “efecto ventana”, que quiere decir que un efecto ocurre sólo a frecuencias especificas o densidades de potencia, pero no por encima o por debajo de estas. Un gran número de estudios demuestran los efectos de la radiación del microondas en las células sanguíneas por medio de este fenómeno.

Para una discusión completa de esto, puede leer Microwaving Our Planet, escrito por Arthur Firstenberg, presidente del Grupo de Trabajo de Teléfonos Celulares.

Cindy Sage de Asociados Sage, una firma de consultoría ambiental ha copilado una lista completa de estudios
18 que demuestran los efectos biológicos de la exposición a la radiofrecuencia en niveles por debajo de lo que seria explicable como “efectos térmicos” y está dentro del rango al que usted está expuesto todos los días.

·         La resonancia intensifica los efectos biológicos. La resonancia ocurre cuando una forma de radiación tiene una frecuencia similar a una parte del cuerpo. Por ejemplo, las frecuencias de microondas son similares a las frecuencias de su cerebro.

·         Por lo general los estudios se hacen en periodos cortos a altas intensidades. Los científicos afirman que la duración de la exposición es igual de importante que la intensidad, pero muchas veces NO es estudiada, los niveles bajos de exposición pueden tener efectos equivalentes a más intensidad a corto plazo.

·         Los efectos de la radiación son acumulativos. Su cuerpo se vuelve más sensible a ella con el paso del tiempo.

·         Ya no hay ningún grupo de control, debido a que los humanos comenzaron a someterse a una exposición descontrolada a la radiación. La falta de los grupos de control hace que sea más difícil tener estudios significativos.

El punto es, quedarse en la cocina mientras el horno de microondas calienta su cena, noche tras noche, no lo hará brillar en la oscuridad. Pero con el paso de los meses y años, ¿cuál es el efecto acumulativo que tendrá esto en su cuerpo y su salud?

¿Por qué exponerse a estos peligros cuando hay alternativas más seguras disponibles?

¿Calentar la Comida en el Horno de Microondas es Más Peligroso que Utilizar un Horno Convencional?

Algunos expertos afirman que los efectos que tienen las microondas en las moléculas pueden explicarse como el “efecto térmico” del calentamiento- en otras palabras, calentar la comida en el horno de microondas es más dañino que utilizar un horno convencional.

Ellos argumentan que, debido a que las microondas son radiaciones no ionizantes, es imposible dañar sus células sanguíneas o eliminar el ácido fólico de las espinacas.

Otros han propuesto que existe una forma de “efecto microondas” que provoca cambios en las moléculas en una forma en que no lo hacen los hornos convencionales. Durante muchos años, la línea de partida fue que el “efecto microondas” es un mito.

Sin embargo, estudio tras estudio ha mostrado evidencia que dice lo contrario, demostrando los efectos que no pueden ser explicados como simples efectos térmicos.

En un carta titulada, “El ADN y el Efecto Microondas”19 (de la Universidad del Estado de Penn, en el 2001), el autor revisa la historia de la controversia que rodea el efecto de microondas y los resultados de las investigaciones hasta la fecha. Él explica que, a pesar de que los fundamentos de la termodinámica y la física dirían que el efecto microondas es imposible, los estudios siguen demostrando que existe.

Algunos de los puntos principales planteados en la carta son los siguientes:

·         Calentar con microondas y calentar con hornos convencionales podría parecer idéntico a un nivel “macro, pero los dos parecen tener un nivel molecular muy diferente.

·         Los microondas son efectivos para la esterilización, que ha sido estudiada durante décadas. Sin embargo, existe una controversia sobre si es el calor que genera o es algo más.

·         Un científico (Kakita 1995)20 demostró que los microondas son capaces de fragmentar y destruir el ADN viral, algo que no se puede lograr con el calentamiento en si.

·         Muchos estudios ofrecen evidencia de que existen múltiples mecanismos para separar el ADN sin utilizar radiación ionizante, pero no existe una teoría que explique este fenómeno.

Algunos científicos están aprovechando el efecto microondas y están utilizando las microondas para acelerar las reacciones químicas, algunas veces por un factor de mil, que da como resultado la finalización de las reacciones en minutos, lo cual anteriormente tardaba días o meses y una gran cantidad de sustancias químicas.21

Este nuevo descubrimiento en la “química de microondas” ha estimulado a los científicos escépticos para echar otro vistazo a lo que realmente hacen los microondas y cómo lo hacen.

A veces el sentido común prevalece sobre la evidencia empírica.

La Carta del Estado de Penn dice:

“…Parecería razonable creer que el efecto microondas en realidad existe, incluso si no se puede explicar del todo. Lo que actualmente sabemos es un poco limitado, pero podría haber suficiente evidencia disponible para formar una hipótesis viable.

La posibilidad de que la radiación electromagnética en una frecuencia no ionizante puede causar daño genético podría tener grandes implicaciones en la controversia sobre las antenas EM, líneas de alta tensión y teléfonos celulares.”

Liberase de su Microondas: Unos Consejos Básicos

¿Le estoy pidiendo que tire de su horno de microondas en el basurero más cercano?

No necesariamente. Puede ser una herramienta útil para la limpieza. Pero si necesitara deshacerse de algunas cosas de su cocina, este utensilio debería ser el primero en irse.

Usted realmente PUEDE sobrevivir sin el microondas- aunque no lo crea, hay personas que son muy felices y no tienen uno. Sólo tiene que hacer algunos ajustes en su estilo de vida, como:

·         Planee con anticipación. Saque la comida del congelador desde la mañana para que en la noche ya no tenga que no tenga que batallar para descongelarla justo antes de comer.

·         Haga sopas y guisados frescos y después congélelos en una bolsa u otro recipiente. Una hora antes de la comida, tome uno y descongélelo en el fregadero con agua hasta que pueda llevarlo a la olla y calentarlo en la estufa.

·         Un horno tostador es una gran imitación del microondas para calentar las sobras. Manténgalo a una baja temperatura- como a 200-250 grados F- y caliente la comida durante 20-30 minutos. Otra gran alternativa es un horno convencional. Pueden construirlo o comprarlo como una alternativa segura y relativamente barata.

·         Prepare sus comidas con anticipación para que cuando se encuentre ocupado o no quiera cocinar tenga su comida lista.

·         Trate de comer alimentos crudos y orgánicos. Esta es la mejor manera de mejorar su salud a largo plazo.

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