Parálisis Facial
Es una forma temporal de parálisis facial que se presenta con daño al nervio que controla el movimiento de los músculos en la cara.
La parálisis facial periférica a frigori o parálisis de Bell fue descrita por primera vez por el médico inglés Charles Bell (1829) de cuyo apellido toma su nombre, aunque, desde muchos antes los médicos indígenas prehispánicos conocerían el síndrome, no son raras las figurillas de barro en donde se aprecia la parálisis facial. El nervio facial inerva todos los músculos correspondientes a la expresión del rostro y se relaciona fundamentalmente con el nervio auditivo (VIII par), el nervio intermediario de Wrisberg (VII par), la rama sensitiva del trigémino (V par) y la rama gustativa del glosofaríngeo (ix par); así, es un nervio motor mixto, lo que trae como consecuencia la presencia de un cuadro clínico florido y de gran complejidad al análisis en innumerables ocasiones.
La parálisis facial periférica es un proceso detectado con relativa frecuencia en nuestro medio. Es una enfermedad aguda que ocurre a cualquier edad, aunque se observa generalmente en personas entre los 15 a los 45 años, de edad, casi siempre es unilateral con afectación parcial o total del nervio facial en sus porciones terminales, y puede recidivar en algunas ocasiones.
Aunque se ha demostrado que exista una tendencia a aumentar en determinadas épocas del año, se ha descrito su aparición en brotes epidémicos, razón por la cual se le denomino parálisis facial a frígori debido a los cambios de temperatura. La etiología es todavía especulativa. La patogénesis más aceptada universalmente es la de ser una enfermedad desmielinizante inflamatoria en áreas longitudinales del nervio que se extienden desde el cerebro hasta la periferia. Otros autores señalan la estrangulación del nervio con el edema o supuestamente por virus.
La parálisis facial se caracteriza por un dolor detrás de la oreja que puede preceder a la debilidad facial desarrollada en el plazo de unas horas hasta culminar a veces en la parálisis completa, la parte afectada queda plana sin expresión y los pacientes pueden quejarse de molestias en lado indemne aparentemente deformado más que el lado afectado.
La parálisis de Bell es una forma de mononeuropatía del VII par craneal y es el tipo más común de daño a este nervio. Es un trastorno causado por un daño en el séptimo nervio craneano, que implica cara flácida súbita y disminución en la capacidad para mover la cara. Puede también estar asociado con lo siguiente:
- Diabetes.
- Presión de la sangre alta.
- Traumatismo.
- Toxinas.
- Enfermedad de Lyme.
- Sarcoidosis.
- Miastenia grave.
- Infección.
Las estadísticas indican que este trastorno afecta aproximadamente alrededor de 1 en 500 a 1 en 1.000 personas. Esta enfermedad es una mononeuropatía (compromiso de un solo nervio) que daña el par craneano facial VII, nervio que controla el movimiento de los músculos de la cara. Se desconoce el origen de este trastorno, sin embargo la infección por herpes se ha involucrado en la patogénesis del mismo.
Se presume además que este trastorno está relacionado con la inflamación del nervio facial, cuando pasa por los huesos del cráneo. Asimismo, puede estar relacionado con lesiones craneanas, tumores, hipertensión o infarto del nervio.
Los síntomas generalmente comienzan de manera súbita y fluctúan entre leves y severos
Es una forma temporal de parálisis facial que se presenta con daño al nervio que controla el movimiento de los músculos en la cara.
La parálisis facial periférica a frigori o parálisis de Bell fue descrita por primera vez por el médico inglés Charles Bell (1829) de cuyo apellido toma su nombre, aunque, desde muchos antes los médicos indígenas prehispánicos conocerían el síndrome, no son raras las figurillas de barro en donde se aprecia la parálisis facial. El nervio facial inerva todos los músculos correspondientes a la expresión del rostro y se relaciona fundamentalmente con el nervio auditivo (VIII par), el nervio intermediario de Wrisberg (VII par), la rama sensitiva del trigémino (V par) y la rama gustativa del glosofaríngeo (ix par); así, es un nervio motor mixto, lo que trae como consecuencia la presencia de un cuadro clínico florido y de gran complejidad al análisis en innumerables ocasiones.
La parálisis facial periférica es un proceso detectado con relativa frecuencia en nuestro medio. Es una enfermedad aguda que ocurre a cualquier edad, aunque se observa generalmente en personas entre los 15 a los 45 años, de edad, casi siempre es unilateral con afectación parcial o total del nervio facial en sus porciones terminales, y puede recidivar en algunas ocasiones.
Aunque se ha demostrado que exista una tendencia a aumentar en determinadas épocas del año, se ha descrito su aparición en brotes epidémicos, razón por la cual se le denomino parálisis facial a frígori debido a los cambios de temperatura. La etiología es todavía especulativa. La patogénesis más aceptada universalmente es la de ser una enfermedad desmielinizante inflamatoria en áreas longitudinales del nervio que se extienden desde el cerebro hasta la periferia. Otros autores señalan la estrangulación del nervio con el edema o supuestamente por virus.
La parálisis facial se caracteriza por un dolor detrás de la oreja que puede preceder a la debilidad facial desarrollada en el plazo de unas horas hasta culminar a veces en la parálisis completa, la parte afectada queda plana sin expresión y los pacientes pueden quejarse de molestias en lado indemne aparentemente deformado más que el lado afectado.
La parálisis de Bell es una forma de mononeuropatía del VII par craneal y es el tipo más común de daño a este nervio. Es un trastorno causado por un daño en el séptimo nervio craneano, que implica cara flácida súbita y disminución en la capacidad para mover la cara. Puede también estar asociado con lo siguiente:
- Diabetes.
- Presión de la sangre alta.
- Traumatismo.
- Toxinas.
- Enfermedad de Lyme.
- Sarcoidosis.
- Miastenia grave.
- Infección.
Las estadísticas indican que este trastorno afecta aproximadamente alrededor de 1 en 500 a 1 en 1.000 personas. Esta enfermedad es una mononeuropatía (compromiso de un solo nervio) que daña el par craneano facial VII, nervio que controla el movimiento de los músculos de la cara. Se desconoce el origen de este trastorno, sin embargo la infección por herpes se ha involucrado en la patogénesis del mismo.
Se presume además que este trastorno está relacionado con la inflamación del nervio facial, cuando pasa por los huesos del cráneo. Asimismo, puede estar relacionado con lesiones craneanas, tumores, hipertensión o infarto del nervio.
Los síntomas generalmente comienzan de manera súbita y fluctúan entre leves y severos
Dichos síntomas
pueden abarcar:
- Dolor: detrás de la oreja, en frente de la oreja, puede preceder a debilidad en los músculos faciales durante uno o dos días.
- Deterioro del sentido del gusto.
- Sensibilidad al sonido (hiperacusia) en el lado afectado.
- Dolor de cabeza.
- La cara se siente tensa.
- La cara se siente tirante en un solo lado.
- Dificultad al consumir alimentos y bebidas.
- Cambio en la apariencia de la cara cara flácida.
- Dificultad para las expresiones faciales, hacer muecas.
- Parálisis facial de un solo lado de la cara.
- Dificultad para cerrar un ojo.
- Dificultad para realizar movimientos delicados.
- Babeo causado por la incapacidad de controlar los músculos de la cara.
- Resequedad en los ojos secundaria a la incapacidad de cerrar los ojos adecuadamente por la debilidad facial
Los canales o meridianos corren como ríos por el cuerpo para irrigar y nutrir los tejidos, cualquier obstrucción puede aumentar el flujo de la energía en una parte y disminuirlo en otras, esto conduce a disfunción, enfermedad y muerte en casos extremos. Insertando agujas y aplicando calor y/o electricidad a varios puntos precisos de acupuntura, pueden influenciarse estos canales desbloqueando la obstrucción en los puntos de bloqueo.
Las parálisis faciales son frecuentes y muchas veces no son traumáticas sino son producto de cambios de temperatura, gente que está en ambientes cálidos salen de pronto y se exponen a un viento frío y entonces comienza a paralizarse el cuerpo. La medicina china considera a cada paciente como un universo y que mientras más largo sea el proceso de la enfermedad más largo será el tratamiento.
- De un total de 100 pacientes tratados, el 90 por ciento de los casos obtienen resultados positivos en tres semanas
- El tratamiento de acupuntura es más efectivo si se aplica de forma inmediata al aparecer la parálisis facial; "lo ideal es que se inicie en un periodo de 24 a 48 horas después de presentarse los síntomas característicos de la enfermedad", afirma el doctor Harvey Rivadeneira Galiano, especialista en Acupuntura medica científica.
Harvey Rivadeneira Galiano MD trata con éxito la parálisis facial periférica mediante la aplicación de acupuntura, que por sus resultados se constituye como la terapéutica más factible para las personas que sufren de esta afección y requieren de un tratamiento altamente efectivo y sin efectos colaterales.
"La acupuntura es altamente efectiva para tratar la parálisis que se produce súbita o gradualmente, toda vez que se ha observado que la aplicación de punciones permite estimular el músculo afectado y acelerar la regeneración nerviosa".
La parálisis facial periférica afecta la musculatura de la región frontal de la mejilla y un costado de la boca. "En la parte afectada la masticación es difícil, la saliva puede salir de la boca, se tiene la sensación de pesadez en la lengua, irritación de párpados y córnea".
Cuando la afección del nervio facial es moderada o severa, los pacientes no pueden cerrar el ojo, lo que puede ocasionar úlceras en la córnea por falta de lagrimeo. Por ello es de vital importancia que las personas que tienen esta sintomatología, acudan de inmediato a recibir atención médica para evitar complicaciones.
La acupuntura es una terapia muy noble. "Si se tiene una buena técnica, el tratamiento no es doloroso, es natural, económico y no tiene efectos colaterales como los pudiera tener la utilización de corticoides, que pueden provocar obesidad o desórdenes hormonales".
Harvey Rivadeneira Galiano MD, tiene una larga experiencia sobre el tratamiento acupuntural de la parálisis facial, incluso recomienda su uso como terapia de primera mano, antes de realizar cualquier otro tratamiento estándar o alternativo. En ese sentido, la parálisis facial es una de las enfermedades donde la medicina acupuntural es altamente efectiva. Tanto parálisis recientes como antiguas y refractarias pueden ser tratadas mediante la acupuntura con una alta probabilidad de mejoría. El uso de acupuntura, moxas y agujas "calientes" para extraer el viento frío, que según la medicina china es el causante de la parálisis, cuando es realizado por manos experimentadas y en base a las técnicas milenarias de esta medicina, ha resultado ser mucho más efectivo que otros métodos. Los fundamentos chinos acerca de las causas de la parálisis podrán ser discutibles en occidente, sin embargo la efectividad de la terapia es incuestionable aún en casos antiguos donde se cree que "ya no hay nada que hacer". La ausencia de efectos colaterales y la alta probabilidad de una buena respuesta al tratamiento hacen que sea una opción a considerar cuando lo convencional no está dando resultado.
El tratamiento acupuntural de la parálisis de Bell es una terapia que restablece la armonía energética de los canales afectados. Dentro de los canales que deben tratarse, se encuentran los canales del hígado e intestino grueso principalmente, dentro de estos canales se utilizan puntos específicos que tienen la facultad de eliminar en cabeza y cara el "viento patológico", factor etiológico externo que produce la parálisis facial, este factor se asocia con frecuencia a otros factores etiológicos externos (frío, humedad, sequedad), por lo que es considerado el factor patogénico por excelencia.
Se utilizan además, puntos locales dentro de los canales del estómago, vesícula biliar, intestino grueso y canal du, realizando un efecto de eliminación del viento y activación de la circulación de los canales y colaterales de la zona afectada. Es importante mencionar además, los beneficios de realizar tratamiento acupuntural en pacientes en los cuales los corticoesteroides o anti-inflamatorios constituyen un factor de riesgo adicional, como en pacientes con trastornos gastrointestinales, hipertensión, diabéticos y mujeres embarazadas entre otros.
Esta enfermedad se debe al desarreglo de qi y xue a la malnutrición de los canales y colaterales, causados por la invasión de los factores viento-frío o flema en los canales y colaterales y en la región facial.
Las manifestaciones clínicas en el lado afectado son: Ojos semicerrados, lagrimeo, desviación del ángulo de la boca, sialorrea, incapacidad de contraer y elevar la ceja, de cerrar el ojo, de soplar, de mostrar los dientes, de silbar. Algunos pacientes presentan dolor en la región mastoidea y cefalea. Lengua con saburra blanca y pulso superficial.
Puede deberse a una enfermedad específica o a un traumatismo, el grado de la parálisis depende de las ramas del nervio facial que hayan sido afectadas. Ordinariamente el paciente no puede abrir o cerrar total o parcialmente el ojo dañado, igualmente no puede cerrar los labios del lado afectado. Normalmente el padecimiento se manifiesta con mayor frecuencia en forma unilateral, pero igualmente puede ser bilateral, transitorio o dejar secuelas permanentes.
Para el tratamiento de la parálisis facial mediante acupuntura, se deben seleccionar los puntos locales y distales según los trayectos de los meridianos involucrados. Las agujas filiformes deben dirigirse horizontal u oblicuamente, aplicando estimulación moderada en los puntos de la cara del lado afectado, igual se puede aplicar moxibustión en los puntos de la parte afectada, mediante un cigarro moxa teniendo cuidado de no producir quemadura alguna. Es necesario eliminar el viento y remover la obstrucción de los colaterales con el método de tonificación y dispersión simultáneas en los puntos de los canales yangming de la mano y del pie.
Prescripción: Yifeng (SJ17), dicang (E4), jiache (E6), yangbai (VB14), taiyang (Extra), hegu (IG4), quanliao (ID4), xiaguan (E7). Se puede usar el método de inserción horizontal en dos puntos, tales como insertar la aguja desde dicang (E4) hacia jiache (E6). Una vez por día al comienzo del tratamiento.
Puntos de acuerdo a los síntomas y signos:
- Cefalea: Fengchi (VB20).
- Esputo profuso: Fenglong (E40).
- Dificultad para contraer y levantar la ceja: Zanzhu (V2), sizhukong (SJ23).
- Ojo semicerrado: Zonzhu (V2), jingming (V1), tongziliao (VB1), yuyao (Extra) y sizhukong (SJ23).
- Dificultad de contraer la nariz: Yingxiang (IG20).
- Desviación del filtrum: Renzhong (Du26).
- Tic del párpado y la boca: Taichong (H3).
- Punto doloroso en la región mastoidea: Wangu de la cabeza (VB12).
Explicación:
La combinación de hegu (IG4) y taichong (H3), los puntos yuan (fuente) de los canales del intestino grueso y el hígado son efectivos para eliminar el viento patógeno en la cabeza y en la cara. Tinghui (VB2) y wangu de la cabeza (VB12) son usados para eliminar el viento y aclarar el oído. Jiache (E6), xiaguan (E7), dicang (E4), juliao de la nariz (E3), quanliao (IG18), yangbai (VB14), tongziliao (VB1), zanzhu (V2), sizhukong (SJ23), jingming (V1), yingxiang (IG20) y renzhong (Du26) son puntos locales de los canales afectados y tienen el efecto de eliminar el viento y activar la circulación de los canales y colaterales.
Consulta:
Telfs. 02 2236069 / 0997388009
Quito
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