jueves, 5 de julio de 2012

LA TEORIA DEL YIN Y EL YANG.










En la cosmología china, de la que se deriva la japonesa, la fuente de todas las cosas es el Tao o Dao (, "do" en japonés), que se considera el principio fundamental o la ley del universo. Dice Lao Tse [1] en el Tao Te King (Dào Dé Jing o 道德經) que del Tao nacen el Yin y el Yang, como fuerzas contrarias y a la vez complementarias, y que de allí surgieron "las diez mil cosas". La transformación mutua entre el Yin y el Yang, el flujo entre estos dos principios, es lo que crea la energía, el Qi (, Ki en japonés), que se manifiesta en todas las cosas, desde la luz hasta el granito, y por supuesto, en todos los seres vivos. Es decir, el enfrentamiento del Yin y el Yang crea todos los fenómenos y seres de la naturaleza.

El Yin y el Yang (陰陽, yīn yáng) son las dos caras opuestas, pero complementarias, de la existencia: son la sombra y la luz, el frío el calor, la noche y el día, lo femenino y lo masculino, el movimiento y la quietud, lo negativo y lo positivo... El concepto de la dualidad existe en todos los fenómenos del universo.

Así, Yin y Yang son etapas opuestas de un ciclo de estados, pero al mismo tiempo son interdependientes. El uno no puede existir sin el otro, y tanto Yin como Yang contiene la semilla de su opuesto. El Yin y el Yang simbolizan el movimiento y la transformación: siempre buscan el opuesto y al ser su movimiento es cíclico, y no lineal, se transforman el uno en el otro. Este cambio no ocurre al azar, sino solamente llegados a un cierto nivel del desarrollo de algo (la semilla que brota al llegar la primavera), o pasado cierto tiempo (la noche se transforma en día al llegar el alba). Pero además, el Yin y el Yang se consumen mutuamente: todos los seres vivos poseen Yin y Yang en equilibrio, pero cuando uno se desequilibra por algún motivo (enfermedad), el otro también se ve afectado y tiene una tendencia natural a cambiar su proporción, encontrando así un nuevo equilibrio (capacidad de auto-curación). En general la cualidad Yin o Yang no es absoluta, sino relativa a algo más: una vela es Yang en comparación con el hielo, pero Yin en comparación con el sol.

La dualidad Yin-Yang se utiliza en medicina oriental para entender la relación entre dos estructuras, funciones o procesos cualesquiera. Las funciones nutritivas, refrescantes, humedecedoras y relajantes son Yin; las funciones activas de producción de calor y energía, así como la capacidad para transformarse, moverse o progeterse son Yang. La materia de la cual se componen los órganos es esencialmente Yin, mientras que la energía que les da vida es Yang.

Cuando hay demasiado Yin se produce una tendencia al enfriamiento, la humedad y la condensación de la materia (por ejemplo, catarros crónicos, mucosidad, y en casos extremos, tumores). Cuando hay demasiado Yang, se produce un exceso de actividad calor (sofocos, fiebre, ansiedad...). Pero, además de en exceso, Yin y Yang pueden estar en deficiencia. Si falta Yin, aunque la energía Yang sea normal, estará en un exceso relativo y aparecerán síntomas de tipo Yang, como excitabilidad nerviosa, insomnio, o boca seca. Cuando el Yang esté débil, el Yin estará en un exceso relativo, y aparecerán síntomas de cansancio, frío y mala circulación sanguínea.

En el Shiatsu Zen, el Yin y el Yang tienen una aplicación práctica directa, pues mientras una mano escucha (Yin, quietud, receptividad), la otra trabaja los puntos y meridianos (Yang, movimiento, actividad). La principal virtud del Shiatsu es que, se aplica atendiendo a las necesidades individuales del receptor, equilibrando así los niveles de Yin y Yang de la persona.

La Escuela del Yin-Yang (corriente filosófica china) y el Taoísmo sentaron las bases del Yin y el Yang, y estudiaron su naturaleza para entenderla y actuar en armonía con ella. Aunque todo es Yin o Yang respecto a otra cosa, en base a un sistema de referencia, en muchos textos de medicina tradicional china se pueden encontrar tablas de clasificación Yin-Yang de diversos aspectos:

Clasificación Yin-Yang
Yin
Yang
Frío, fresco
Calor, caliente, templado
Oscuridad
Luminosidad, claridad
Noche
Día
Lentitud
Rapidez, velocidad
Expansión
Contracción
Centrífuga
Centrípeta
Abajo
Arriba
Tierra
Cielo
Interior
Exterior
Humedad
Sequedad
Otoño, Invierno
Primavera, Verano
Calma
Movimientos
Agua
Fuego
Norte, Oeste
Sur, Este
Energía ascendente
Energía descendente
Profundo
Superficial
Relajación
Activación



Yin y Yang en el cuerpo humano
Yin
Yang
Frontal, anterior
Dorsal, posterior, espalda
Derecha
Izquierda
Huesos (parte más profunda e interior)
Piel (parte más externa)
Órganos
Vísceras
Parte inferior del cuerpo
Parte superior del cuerpo
Nutrición
Protección
Sustancia, materia
Energía
Estructura
Función
Futuro, energía actual, presente
Pasado, energía pasada
Sangre y fluidos corporales
Qi

Sin embargo, no hay que olvidar la relatividad de las características Yin y Yang: por ejemplo, los músculos son más Yin que la piel, pero más Yang que los huesos.





[1] Lao Tse, (también llamado Lao Tzu, Lao Zi, 老子, pinyin: lǎozǐ, literalmente Viejo Maestro). Su nombre real era Li Er 李耳. Aunque su existencia histórica se debate, es uno de los filósofos más relevantes de la civilización china. La tradición china establece que vivió en el siglo VI a. C., pero muchos eruditos modernos argumentan que puede haber vivido aproximadamente en el siglo IV a. C., durante el período de las Cien escuelas del pensamiento y los Reinos Combatientes. Se le atribuye haber escrito el Dào Dé Jing o Tao Te Ching (道德經), obra esencial del taoísmo. De acuerdo con este libro, Dao o Tao ("el Camino") puede verse como el cambio permanente y éste es la verdad universal. Se le considera el creador del taoísmo (o daoísmo) y, a menudo, también de la teoría del Yin y el Yang.

Si buscamos el ideograma qì” en un diccionario de chino, la traducción literal sería “aire”. En un diccionario de japonés, la traducción de ki es espíritu” (fuerza espiritual). Sin embargo, ninguna de estas traducciones nos da información suficiente para comprender la profundidad que el concepto tiene en las culturas orientales (aunque sí que pueden ayudar a comenzar a entender su significado: piensa durante unos segundos en "aire" y "fuerza espiritual". ¿Qué ideas te vienen a la cabeza?). Tanto en China como en Japón, está presente en muchísimas palabras e ideas, y el significado de es algo innato, que yace en el subconsciente de las personas y que no es necesario cuestionarse.
Al traducir cualquier idioma, es importante que la palabra esté en un contexto determinado para que la traducción sea correcta. Con el chino, el japonés y otros idiomas cuya escritura está basada en ideogramas (imágenes) y no en un alfabeto (sonidos), y que además cuentan con una tradición y culturas milenarias, el contexto es esencial.
Dentro de las filosofías orientales, el Qi, Ki o Prana es la denominación que recibe la “fuerza vital universal”. Todo lo que existe son diferentes expresiones o formas de esta fuerza única y omnipresente. Al igual que “el Tao que puede ser nombrado no es el Tao verdadero” (Lao Tse, Tao Te King), intentar explicar con palabras el Qi es perderse gran parte de su significado. A lo largo de la historia, tanto filósofos chinos (como todo tipo de eruditos occidentales), han estudiado el Qi, traduciéndolo y explicándolo de muchas formas distintas.
Si analizamos el carácter qì, vemos que está formado por dos partes:
  • qì - gas, aire, vapor
  • mǐ - arroz
El propio ideograma del Qi nos indica que es algo material (la sustancia, el arroz) e inmaterial (aire, el vapor del arroz cocinándose) al mismo tiempo. “El Qi puede ser tan etéreo e inmaterial como el vapor, y tan denso y material como el arroz”. Así, el Qi “puede considerarse como el poder que unifica y da vida. Une la energía a la materia, [y] sin él nada se mantendría unido y nada tangible existiría. [...] El Qi es una fuerza unificadora y cohesionadora en el lugar donde la energía está a punto de materializarse y donde la materia está a punto de convertirse en energía.”

El Qi es la interacción continua entre el Yin y el Yang; el Qi es materia, es movimiento y es energía; todas las cosas animadas e inanimadas deben tener Qi para existir o para moverse.
Todo esto se aplica directamente en la teoría de Medicina China, adaptándolo al ser humano, pues los humanos somos “la unión del Qi del Cielo y el Qi de la Tierra”.
El Qi pertenece a los “Tres Tesoros” (精氣神 - jīng qì shén) y es una de las "Sustancias Vitales" del cuerpo, además de ser la base de todas ellas: la Esencia, la Sangre o los Líquidos Orgánicos son diferentes manifestaciones del Qi en varios grados de “materialidad”.
Las personas poseemos tres fuentes principales de Qi:
  • El Qi Celestial, o Qi del aire, es el que obtenemos mediante la respiración. Es un Qi puro que no necesita ser procesado por el cuerpo, pero su calidad se ve muy influida por la calidad del aire que respiramos: la contaminación atmosférica (química, iónica, …); y también por la forma en la que respiramos.
  • El Qi de los Alimentos lo obtenemos de la comida que ingerimos. Este tipo de Qi tiene que ser procesado y refinado por diferentes órganos del cuerpo, principalmentte el Estómago y el Bazo. Para poder ser utilizado, se ha de mezclar con el Qi Celestial para formar el Qi de Reunión, Zong Qi (綜氣 zǒng qì) o "Qi Magno del Pecho". Por supuesto, lo que comemos y cómo comemos es fundamental para tener Qi.
  • La herencia genética, o Qi Pre-cósmico (Qi Pre-natal, Qi del Cielo Anterior). Es el Qi que heredamos de nuestros padres en el momento de la concepción para el desarrollo de todos los sistemas y órganos del cuerpo. Lo podríamos ver como la “energía de los genes”, que hemos de conservar en buen estado a lo largo de toda nuestra vida. De éste, obtenemos el Qi Original que se almacena en los Riñones y se va “llenando” o manteniendo con la parte más pura y refinada del Qi obtenido mediante la respiración y la alimentación. El Qi Original es la base del Yang de los Riñones, y por lo tanto, del Yang de todo el cuerpo. Es un tipo de Qi muy potente, del que echamos mano en situaciones extremas de estrés físico o mental. También es el catalizador, la chispa que enciende todos los procesos fisiológicos del cuerpo, así que es importantísimo conservar el Qi Original para conservar la salud.
Estos tres tipos de Qi están relacionados respectivamente con el Calentador Superior, Medio e Inferior.

La transformación del Qi va más allá. El Qi Original hace de catalizador del Qi de Reunión, para obtener Qi Verdadero o Zhen Qi (真氣 zhē qì), que después se divide en Qi Defensivo (衛氣 wèi qì) y Qi Nutritivo (精氣 jīng qì). El Wei Qi circula entre los músculos y la piel, y es el principal encargado de protegernos de los factores patógenos externos. El Jing Qi es el que circula por los canales energéticos.
El siguiente diagrama se muestran de forma esquemática todos estos procesos.

Funciones del Qi en el cuerpo

 

El Qi se en carga de transformar (ej. el Qi de Bazo transforma el alimento en energía), transportar (ej. el Qi de Pulmón transporta los fluidos), contener (ej. el Qi de Bazo contiene la sangre en los vasos sanguíneos) y calentar (ej. el Qi de Pulmón, de Bazo y de Riñón mantiene caliente el cuerpo).

Patologías del Qi

Cuando el cuerpo está equilibrado Qi fluye correctamente, cumpliendo con todas sus funciones. Tenemos salud y nos encontramos bien. Cuando estamos enfermos es porque hay un desequilibrio o desarmonía, y el Qi no fluye bien:
  • Hay una insuficiencia o falta de Qi
  • El Qi fluye en dirección equivocada ("Qi Rebelde")
  • Hay un exceso de Qi
  • Hay un bloqueo o estancamiento de Qi
El Ki en el Shiatsu
Al comienzo de su formación, los practicantes de Shiatsu aprenden que el Ki es la energía que fluye por los meridianos del cuerpo. En una sesión de Shiatsu se ejercen presiones con las manos y los pulgares a lo largo del recorrido de los meridianos y en los puntos o tsubos para reequilibrar el flujo del Ki: para tonificarlo si hay una insuficiencia, para dispersarlo si hay un exceso, para moverlo si está bloqueado, o para encauzarlo si fluye en la dirección equivocada.
Además, los Tsubos, que son puntos "como jarrones" a lo largo del recorrido de los meridianos (aunque hay algunos fuera de éstos) donde el Ki es más perceptible, tienen funciones concretas que nos permiten, al presionarlos, comunicarnos con el Ki de los órganos internos, regular el Yin y el Yang, o alguno de los 5 elementos, o tratar patologías concretas del Ki, la Sangre, los Líquidos Orgánicos, etc.



Algunos ejemplos en chino:
El Qi Gong, 氣功 (qì gōng) es un sistema de ejercicios que trabaja el movimiento y la respiración, que se incluye como actividad física en muchas escuelas chinas; la vitalidad o dinamismo, 朝氣 zhāo qì, es el “qi de la mañana”; el valor o coraje, 勇氣yǒng qì, es qi valiente”; desesperarse, 泄氣 xiè qì, es “qi que se filtra”; enfadarse, 生氣 shēng qì, es “qi que nace o crece”.
Y en japonés:
Enfermedad se dice byōki 病気, algo así como “ki enfermo”; estar bien de salud o de ánimo, es genki 元気 y cuando queremos preguntar “¿cómo estás?” decimos “o-genki desu ka? お元気ですか”; el vapor es jōki 蒸気; desmayo es kizetsu 気絶 (algo como "perder el ki") y locura es kyōki 狂気 (“ki furioso”, “o ki loco”, los mismos caracteres que en chino, pero con un significado ligeramente distinto).
Algunas expresiones coinciden en los dos idiomas:
天氣 tiān qì (chino) y 天気 tenki (japonés) significan clima o tiempo atmosférico (literalmente “ki del cielo”).
G. Maciocia, Los Fundamentos de Medicina China.
C. Jarmey y G. Mojay, Shiatsu – guía completa.
Personalmente, al hablar de Medicina China prefiero utilizar Qi. ¿Por qué? Por coherencia con el idioma y el origen de las palabras.
( Amalur Zen)
( Fotografias tomadas de Web Free)

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