En la cosmología china, de la que se deriva la japonesa, la fuente
de todas las cosas es el Tao
o Dao (道, "do" en japonés), que se
considera el principio fundamental o la ley del universo. Dice Lao Tse [1] en el Tao Te King (Dào Dé Jing o 道德經) que del Tao
nacen el Yin y el Yang, como fuerzas contrarias
y a la vez complementarias, y que de allí surgieron "las diez mil cosas". La
transformación mutua entre el Yin
y el Yang, el flujo
entre estos dos principios, es lo que crea la energía, el Qi (氣, Ki
en japonés), que se manifiesta en todas las cosas, desde la luz hasta el
granito, y por supuesto, en todos los seres vivos. Es decir, el enfrentamiento
del Yin y el Yang crea todos los fenómenos y seres de la naturaleza.
El Yin y el Yang (陰陽, yīn yáng) son las
dos caras opuestas, pero complementarias, de la existencia: son la sombra y la
luz, el frío el calor, la noche y el día, lo femenino y lo masculino, el movimiento y la quietud, lo
negativo y lo positivo... El
concepto de la dualidad existe en todos los fenómenos del universo.
Así, Yin
y Yang son etapas opuestas de un ciclo de
estados, pero al mismo tiempo son interdependientes.
El uno no puede existir sin el otro, y tanto Yin
como Yang contiene
la semilla de su opuesto. El Yin
y el Yang
simbolizan el movimiento y la transformación: siempre buscan el opuesto y al
ser su movimiento es cíclico, y no lineal, se transforman
el uno en el otro. Este cambio no ocurre al azar, sino solamente llegados a un
cierto nivel del desarrollo de algo (la semilla que brota al llegar la
primavera), o pasado cierto tiempo (la noche se transforma en día al llegar el
alba). Pero además, el Yin
y el Yang se consumen mutuamente:
todos los seres vivos poseen Yin
y Yang en
equilibrio, pero cuando uno se desequilibra por algún motivo (enfermedad), el
otro también se ve afectado y tiene una tendencia natural a cambiar su
proporción, encontrando así un nuevo equilibrio (capacidad de auto-curación).
En general la cualidad Yin
o Yang no es
absoluta, sino relativa a algo más: una vela es Yang en comparación con el hielo, pero Yin en comparación con el
sol.
La dualidad Yin-Yang se utiliza en medicina
oriental para entender la relación entre dos estructuras, funciones o procesos
cualesquiera. Las funciones nutritivas, refrescantes, humedecedoras y
relajantes son Yin;
las funciones activas de producción de calor y energía, así como la capacidad
para transformarse, moverse o progeterse son Yang.
La materia de la cual se componen los órganos es esencialmente Yin, mientras que la energía
que les da vida es Yang.
Cuando hay demasiado Yin
se produce una tendencia al enfriamiento, la humedad y la
condensación de la materia (por ejemplo, catarros crónicos, mucosidad, y en
casos extremos, tumores). Cuando hay demasiado Yang, se produce un exceso de actividad calor
(sofocos, fiebre, ansiedad...). Pero, además de en exceso, Yin y Yang pueden estar en
deficiencia. Si falta Yin,
aunque la energía Yang
sea normal, estará en un exceso relativo y aparecerán síntomas de tipo Yang, como excitabilidad
nerviosa, insomnio, o boca seca. Cuando el Yang
esté débil, el Yin
estará en un exceso relativo, y aparecerán síntomas de cansancio, frío y mala
circulación sanguínea.
En el Shiatsu Zen, el Yin
y el Yang tienen
una aplicación práctica directa, pues mientras una mano escucha (Yin, quietud, receptividad),
la otra trabaja los puntos y meridianos (Yang,
movimiento, actividad). La principal virtud del Shiatsu es que, se aplica
atendiendo a las necesidades individuales del receptor, equilibrando así los
niveles de Yin y Yang de la persona.
La Escuela
del Yin-Yang (corriente filosófica china) y el Taoísmo sentaron las bases
del Yin y el Yang, y estudiaron su
naturaleza para entenderla y actuar en armonía con ella. Aunque todo es Yin o Yang respecto a otra cosa, en
base a un sistema de referencia, en muchos textos de medicina tradicional china
se pueden encontrar tablas de clasificación Yin-Yang
de diversos aspectos:
Clasificación Yin-Yang
|
|
Yin
|
Yang
|
Frío, fresco
|
Calor, caliente, templado
|
Oscuridad
|
Luminosidad, claridad
|
Noche
|
Día
|
Lentitud
|
Rapidez, velocidad
|
Expansión
|
Contracción
|
Centrífuga
|
Centrípeta
|
Abajo
|
Arriba
|
Tierra
|
Cielo
|
Interior
|
Exterior
|
Humedad
|
Sequedad
|
Otoño, Invierno
|
Primavera, Verano
|
Calma
|
Movimientos
|
Agua
|
Fuego
|
Norte, Oeste
|
Sur, Este
|
Energía ascendente
|
Energía descendente
|
Profundo
|
Superficial
|
Relajación
|
Activación
|
Yin y Yang en el cuerpo
humano
|
|
Yin
|
Yang
|
Frontal, anterior
|
Dorsal, posterior, espalda
|
Derecha
|
Izquierda
|
Huesos (parte más profunda e interior)
|
Piel (parte más externa)
|
Órganos
|
Vísceras
|
Parte inferior del cuerpo
|
Parte superior del cuerpo
|
Nutrición
|
Protección
|
Sustancia, materia
|
Energía
|
Estructura
|
Función
|
Futuro, energía actual, presente
|
Pasado, energía pasada
|
Sangre y fluidos corporales
|
Qi
|
Sin embargo, no hay que olvidar la relatividad de las
características Yin y Yang: por ejemplo, los músculos son más Yin que la piel,
pero más Yang que los huesos.
[1] Lao Tse, (también llamado Lao
Tzu, Lao Zi, 老子, pinyin: lǎozǐ, literalmente ‘Viejo
Maestro’). Su nombre real era Li Er 李耳. Aunque su existencia histórica se
debate, es uno de los filósofos más relevantes de la civilización china. La
tradición china establece que vivió en el
siglo VI a. C., pero muchos eruditos modernos argumentan que puede haber vivido
aproximadamente en el siglo IV a. C., durante el período de las Cien escuelas
del pensamiento y los Reinos Combatientes. Se le atribuye haber escrito el Dào
Dé Jing o Tao Te Ching (道德經), obra esencial del taoísmo. De acuerdo con este libro, Dao o Tao ("el Camino")
puede verse como el cambio permanente y éste es la
verdad universal. Se le considera el creador del taoísmo (o daoísmo) y, a menudo, también de la teoría del Yin y el Yang.
Si
buscamos el ideograma 氣 “qì”
en un diccionario de chino, la traducción literal
sería “aire”.
En un diccionario
de japonés, la traducción de 気 “ki”
es “espíritu” (fuerza espiritual). Sin embargo,
ninguna de estas traducciones nos da información suficiente para comprender la
profundidad que el concepto 氣 tiene en las culturas orientales (aunque
sí
que pueden ayudar a comenzar a entender su significado: piensa durante unos
segundos en "aire" y "fuerza espiritual". ¿Qué ideas te
vienen a la cabeza?). Tanto en China como en Japón, 氣 está
presente en muchísimas palabras e ideas, y el significado de 氣 es algo innato, que
yace en el subconsciente de las personas y que no es necesario cuestionarse.
Al
traducir cualquier idioma, es importante que la palabra esté en un contexto
determinado para que la traducción sea correcta. Con el chino, el japonés y
otros idiomas cuya escritura está basada en ideogramas (imágenes) y no en un
alfabeto (sonidos), y que además cuentan con una tradición y culturas
milenarias, el contexto es esencial.
Dentro
de las filosofías orientales, el Qi,
Ki o Prana es la denominación que
recibe la “fuerza vital
universal”. Todo lo que existe son diferentes expresiones o
formas de esta fuerza única y omnipresente. Al igual que “el Tao que puede ser nombrado no es el
Tao verdadero” (Lao Tse, Tao Te King), intentar explicar
con palabras el Qi
es perderse gran parte de su significado. A lo largo de la historia, tanto
filósofos chinos (como todo tipo de eruditos occidentales), han estudiado el Qi, traduciéndolo y
explicándolo de muchas formas distintas.
Si
analizamos el carácter 氣 qì, vemos que está
formado por dos partes:
- 气 qì - gas, aire, vapor
- 米 mǐ - arroz
El
propio ideograma del Qi
nos indica que es algo material
(la sustancia, el arroz) e
inmaterial (aire, el vapor del arroz cocinándose) al mismo tiempo. “El Qi puede ser tan etéreo e
inmaterial como el vapor, y tan denso y material como el arroz”. Así, el Qi “puede considerarse como
el poder que unifica y da vida. Une la energía a la materia, [y] sin él nada se
mantendría unido y nada tangible existiría. [...] El Qi es una fuerza unificadora
y cohesionadora en el lugar donde la energía está a punto de materializarse y
donde la materia está a punto de convertirse en energía.”
El
Qi es la interacción
continua entre el Yin
y el Yang; el Qi es materia, es movimiento
y es energía; todas las cosas animadas e inanimadas deben tener Qi para existir o para
moverse.
Todo
esto se aplica directamente en la teoría de Medicina China, adaptándolo al ser
humano, pues los humanos somos “la
unión del Qi del Cielo y el Qi de la Tierra”.
El
Qi pertenece a los
“Tres Tesoros” (精氣神 - jīng qì
shén) y es una de las "Sustancias Vitales" del
cuerpo, además de ser la base de todas ellas: la Esencia, la Sangre o los
Líquidos Orgánicos son diferentes manifestaciones del Qi en varios grados de
“materialidad”.
Las
personas poseemos tres fuentes principales de Qi:
- El Qi Celestial, o Qi del aire, es el que obtenemos mediante la respiración. Es un Qi puro que no necesita ser procesado por el cuerpo, pero su calidad se ve muy influida por la calidad del aire que respiramos: la contaminación atmosférica (química, iónica, …); y también por la forma en la que respiramos.
- El Qi de los Alimentos lo obtenemos de la comida que ingerimos. Este tipo de Qi tiene que ser procesado y refinado por diferentes órganos del cuerpo, principalmentte el Estómago y el Bazo. Para poder ser utilizado, se ha de mezclar con el Qi Celestial para formar el Qi de Reunión, Zong Qi (綜氣 zǒng qì) o "Qi Magno del Pecho". Por supuesto, lo que comemos y cómo comemos es fundamental para tener Qi.
- La herencia genética, o Qi Pre-cósmico (Qi Pre-natal, Qi del Cielo Anterior). Es el Qi que heredamos de nuestros padres en el momento de la concepción para el desarrollo de todos los sistemas y órganos del cuerpo. Lo podríamos ver como la “energía de los genes”, que hemos de conservar en buen estado a lo largo de toda nuestra vida. De éste, obtenemos el Qi Original que se almacena en los Riñones y se va “llenando” o manteniendo con la parte más pura y refinada del Qi obtenido mediante la respiración y la alimentación. El Qi Original es la base del Yang de los Riñones, y por lo tanto, del Yang de todo el cuerpo. Es un tipo de Qi muy potente, del que echamos mano en situaciones extremas de estrés físico o mental. También es el catalizador, la chispa que enciende todos los procesos fisiológicos del cuerpo, así que es importantísimo conservar el Qi Original para conservar la salud.
Estos
tres tipos de Qi
están relacionados respectivamente con el Calentador Superior, Medio e
Inferior.
La
transformación del Qi
va más allá. El Qi Original
hace de catalizador del Qi de
Reunión, para obtener Qi
Verdadero o Zhen Qi
(真氣
zhē qì), que después se divide en Qi Defensivo (衛氣 wèi
qì)
y Qi Nutritivo (精氣 jīng
qì).
El Wei Qi
circula entre los músculos y la piel, y es el principal encargado de
protegernos de los factores patógenos externos. El Jing Qi es el que
circula por los canales energéticos.
El
siguiente diagrama se muestran de forma esquemática todos estos procesos.
Funciones del Qi en el cuerpo
El
Qi se en carga de transformar (ej. el Qi de Bazo transforma el
alimento en energía), transportar
(ej. el Qi de Pulmón transporta los fluidos), contener (ej. el Qi de Bazo contiene la sangre
en los vasos sanguíneos) y calentar
(ej. el Qi de
Pulmón, de Bazo y de Riñón mantiene caliente el cuerpo).
Patologías del Qi
Cuando
el cuerpo está equilibrado Qi
fluye correctamente, cumpliendo con todas sus funciones. Tenemos salud
y nos encontramos bien. Cuando estamos enfermos es porque hay un desequilibrio
o desarmonía, y el Qi
no fluye bien:
- Hay una insuficiencia o falta de Qi
- El Qi fluye en dirección equivocada ("Qi Rebelde")
- Hay un exceso de Qi
- Hay un bloqueo o estancamiento de Qi
El Ki en el Shiatsu
Al
comienzo de su formación, los practicantes de Shiatsu
aprenden que el Ki es la
energía que fluye por los meridianos del cuerpo. En una sesión de Shiatsu se ejercen presiones con
las manos y los pulgares a lo largo del recorrido de los meridianos y en los
puntos o tsubos
para reequilibrar el flujo del Ki:
para tonificarlo si hay una insuficiencia, para dispersarlo si hay un exceso,
para moverlo si está bloqueado, o para encauzarlo si fluye en la dirección
equivocada.
Además,
los Tsubos, que son
puntos "como jarrones" a lo largo del recorrido de los meridianos
(aunque hay algunos fuera de éstos) donde el Ki
es más perceptible, tienen funciones concretas que nos permiten, al
presionarlos, comunicarnos con el Ki
de los órganos internos, regular el Yin
y el Yang, o alguno
de los 5 elementos, o tratar patologías concretas del Ki, la Sangre, los Líquidos
Orgánicos, etc.
El Qi Gong, 氣功 (qì
gōng) es un sistema de ejercicios que trabaja el movimiento y la respiración,
que se incluye como actividad física en muchas escuelas chinas; la vitalidad o
dinamismo, 朝氣 zhāo
qì, es el “qi de la mañana”;
el valor o coraje, 勇氣yǒng qì, es “qi
valiente”; desesperarse, 泄氣 xiè
qì, es “qi que se filtra”;
enfadarse, 生氣 shēng
qì, es “qi que nace o crece”.
Y en japonés:
Enfermedad se dice byōki 病気, algo así como “ki enfermo”; estar bien de salud o
de ánimo, es genki 元気 y
cuando queremos preguntar “¿cómo
estás?” decimos “o-genki
desu ka? お元気ですか”; el
vapor es jōki 蒸気;
desmayo es kizetsu 気絶 (algo
como "perder el ki")
y locura es kyōki 狂気 (“ki furioso”, “o ki loco”, los mismos caracteres que
en chino, pero con un significado ligeramente distinto).
Algunas expresiones coinciden
en los dos idiomas:
天氣 tiān qì (chino) y 天気 tenki (japonés) significan clima o tiempo
atmosférico (literalmente “ki del
cielo”).
Personalmente,
al hablar de
Medicina China prefiero utilizar Qi.
¿Por qué? Por coherencia con el idioma y el origen de las palabras.
( Amalur Zen)
( Fotografias tomadas de Web Free)
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