Causas de la Enfermedad
La medicina moderna analiza y clasifica las enfermedades desde el punto de vista del agente causante de la enfermedad: un virus, una bacteria, un hongo, parásitos... y cada vez más, enfermedades autoinmunes (causadas por el propio cuerpo, cuando el sistema inmunitario ataca a partes del organismo), o idiopáticas (de causa desconocida).
Según la tradición médica china, ningún fenómeno puede ser analizado fuera de su contexto, de forma independiente. Una enfermedad no tiene una única causa aislada, sino que es la consecuencia de forma de vida, costumbres y un contexto concreto. De este modo, se considera que las personas enferman debido a un debilitamiento interno, que permite el ingreso de los agentes externos. El ser humano está sano mientras sea capaz de adaptarse a su entorno. Cuando pierde esa capacidad de adaptación, abre las puertas a energías patógenas externas.
La salud es estar en armonía con el clima, las estaciones, el día y la noche, las influencias del mundo externo (relaciones con los demás) y la armonía con nuestro mundo interno (una buena relación con nosotros mismos). La salud depende en gran medida de nuestros hábitos cotidianos, de nuestra forma de vida. Es por ello que la medicina tradicional china conlleva además una filosofía, un estilo de vida: llevar una alimentación correcta, una vida ordenada, y realizar ejercicio adecuado.
Las causas de la enfermedad según la medicina china se clasifican en tres grupos:
Cuando la energia interna no está en armonía con la energia externa, o si el Wei Qi (Qi defensivo) es débil, nos volvemos propensos a sufrir la acción de estas energías perversas, que pueden penetrar y establecerse en el cuerpo y provocar síntomas de enfermedades que recuerden los efectos del influjo externo (tener calor, tener frío, convulsiones, flema...).
Cualquiera de estas causas alterará el equilibrio interno, alterando las Sustancias Vitales (Qi, Sangre, Esencia, Líquidos Orgánicos), atacando a los diferentes órganos y vísceras, a los meridianos, y generando condiciones internas de frío, calor, deficiencia, exceso, obstrucciones o estancamientos. Pero lo más importante es que estos factores afectarán en mayor o menor medida a cada persona, dependiendo de su constitución y su condición, de su estilo de vida, de su nivel de energía, y de su capacidad de adaptación (y por lo tanto, de recuperación).
Mitologias
En la China antigua, existía la creencia en un amplio y vivo mundo de espíritus, fantasmas, duendes o demonios; criaturas sobrenaturales que preservan una apariencia física y que vagan entre el mundo físico y el espiritual. Según esta mitología, algunos eran beneficiosos (como las hadas) y otros perjudiciales. Como en otras mitologías, muchos de ellos estaban asociados a fenómenos climáticos o a aspectos de la naturaleza. El concepto de Alma Etérica (Hún 魂) está estrechamente ligada a estos espíritus, y su ideograma incluye el ideograma de "fantasma". Durante el periodo de los Reinos Combatientes (Warring States, Zhànguó Shídài), entre 476-221 a.C, tales espíritus eran considerados la principal causa de la enfermedad. A partir de entonces, se fue incrementando la creencia de que las enfermedades eran más de causa natural, como el clima, aunque nunca desapareció la creencia sobre espíritus.
La cultura popular ha mantenido frases hechas con metáforas que describen el movimiento de la energía, y esa relación entre las emociones y la salud que mencionábamos más arriba: "quedarse helado de miedo", "arder de ira", "tener un nudo en el estómago", "caerse el alma a los pies", "no caber en sí de gozo". Todas ellas indican las mismas relaciones que la Medicina China hace entre la temperatura corporal y las emociones, o el efecto de una emoción en el fluir natural del Qi.
Según la tradición médica china, ningún fenómeno puede ser analizado fuera de su contexto, de forma independiente. Una enfermedad no tiene una única causa aislada, sino que es la consecuencia de forma de vida, costumbres y un contexto concreto. De este modo, se considera que las personas enferman debido a un debilitamiento interno, que permite el ingreso de los agentes externos. El ser humano está sano mientras sea capaz de adaptarse a su entorno. Cuando pierde esa capacidad de adaptación, abre las puertas a energías patógenas externas.
La salud es estar en armonía con el clima, las estaciones, el día y la noche, las influencias del mundo externo (relaciones con los demás) y la armonía con nuestro mundo interno (una buena relación con nosotros mismos). La salud depende en gran medida de nuestros hábitos cotidianos, de nuestra forma de vida. Es por ello que la medicina tradicional china conlleva además una filosofía, un estilo de vida: llevar una alimentación correcta, una vida ordenada, y realizar ejercicio adecuado.
Las causas de la enfermedad según la medicina china se clasifican en tres grupos:
Factores patógenos externos
Abarca factores climáticos, como el Viento, el Frío, el Calor/Fuego, la Humedad o la Sequedad.Cuando la energia interna no está en armonía con la energia externa, o si el Wei Qi (Qi defensivo) es débil, nos volvemos propensos a sufrir la acción de estas energías perversas, que pueden penetrar y establecerse en el cuerpo y provocar síntomas de enfermedades que recuerden los efectos del influjo externo (tener calor, tener frío, convulsiones, flema...).
Factores internos
Las emociones reprimidas o llevadas al extremo se consideran una causa importante de enfermedad. Cada órgano tiene asociado una emoción, y así, desequilibrios en ese órgano pueden causar la emoción correspondiente, y viceversa, una emoción extrema tendrá repercusiones en el órgano asociado.- Alegría (euforia) - Corazón
- Cólera (ira, resentimiento, rabia, frustración) - Hígado
- Tristeza (melancolía) - Pulmón
- Preocupación (pensar demasiado, falta de autoestima) - Bazo
- Miedo - Riñón
Otros Factores
Este grupo heterogéneo incluye:- La dieta: el tipo de alimentación debe ir acorde con el clima y la estación, así como a la condición de la persona. No se deben hacer excesos ni tomar alimentos extremos. La forma de comer también tiene su repercusión en la salud: debe comerse con apetito, y en tranquilidad, con horarios regulares, y centrados en la comida
- Los sobreesfuerzos: exceso de ejercicio o de trabajo físico, exceso de actividad sexual (pues implica un conocimiento formal de la Sexologia del Tao)
- Traumatismos: incluyendo fracturas de huesos, golpes, cortes, hemorragias...
- Intoxicaciones y parásitos
- Debilidad congénita: debilidad de Esencia prenatal, enfermedad o falta de energía de los padres en el momento de la concepción.
- Tratamiento iatrogénico: tratamiento incorrecto o inadecuado. Esto ocurre raramente con la medicina china o la acupuntura.
Cualquiera de estas causas alterará el equilibrio interno, alterando las Sustancias Vitales (Qi, Sangre, Esencia, Líquidos Orgánicos), atacando a los diferentes órganos y vísceras, a los meridianos, y generando condiciones internas de frío, calor, deficiencia, exceso, obstrucciones o estancamientos. Pero lo más importante es que estos factores afectarán en mayor o menor medida a cada persona, dependiendo de su constitución y su condición, de su estilo de vida, de su nivel de energía, y de su capacidad de adaptación (y por lo tanto, de recuperación).
Mitologias
En la China antigua, existía la creencia en un amplio y vivo mundo de espíritus, fantasmas, duendes o demonios; criaturas sobrenaturales que preservan una apariencia física y que vagan entre el mundo físico y el espiritual. Según esta mitología, algunos eran beneficiosos (como las hadas) y otros perjudiciales. Como en otras mitologías, muchos de ellos estaban asociados a fenómenos climáticos o a aspectos de la naturaleza. El concepto de Alma Etérica (Hún 魂) está estrechamente ligada a estos espíritus, y su ideograma incluye el ideograma de "fantasma". Durante el periodo de los Reinos Combatientes (Warring States, Zhànguó Shídài), entre 476-221 a.C, tales espíritus eran considerados la principal causa de la enfermedad. A partir de entonces, se fue incrementando la creencia de que las enfermedades eran más de causa natural, como el clima, aunque nunca desapareció la creencia sobre espíritus.
La cultura popular ha mantenido frases hechas con metáforas que describen el movimiento de la energía, y esa relación entre las emociones y la salud que mencionábamos más arriba: "quedarse helado de miedo", "arder de ira", "tener un nudo en el estómago", "caerse el alma a los pies", "no caber en sí de gozo". Todas ellas indican las mismas relaciones que la Medicina China hace entre la temperatura corporal y las emociones, o el efecto de una emoción en el fluir natural del Qi.
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