El herpes genital es una enfermedad
de transmisión sexual (ETS) causada por los virus del herpes simple tipo 1
(VHS-1) y tipo 2 (VHS-2). La mayoría de los herpes genitales son causados por
el tipo VHS-2. La mayoría de las personas infectadas por el VHS-1 o VHS-2 no
presentan signos ni síntomas de la infección o presentan síntomas mínimos.
Cuando se manifiestan los signos, usualmente lo hacen en forma de una o más
ampollas en los genitales o el recto o alrededor de los mismos. Las ampollas se
rompen formando úlceras dolorosas (llagas) que pueden tardar de dos a cuatro
semanas en curarse la primera vez que se presentan. Típicamente, puede
presentarse otro brote semanas o meses después del primero, pero casi siempre
es menos intenso y de más corta duración.
Los resultados de un estudio
representativo revelan que el herpes genital es de frecuente ocurrencia en los
Estados Unidos y en el mundo. Por lo
menos 45 millones de personas de 12 años en adelante o uno de cada cinco
adolescentes y adultos ha tenido una infección por el VHS. La infección genital
por el VHS-2 es más frecuente en las mujeres (aproximadamente en una de cada
cuatro mujeres) que entre los hombres (aproximadamente en uno de cada ocho
hombres). Esto puede deberse a que es más probable que ocurra la transmisión de
hombre a mujer que la transmisión de mujer a hombre.
El VHS-1 y el VHS-2 pueden
encontrarse en las llagas causadas por los virus y ser liberados por las
mismas, pero entre brote y brote los virus también pueden ser liberados por la
piel que no tiene llagas. Por lo general, una persona solo puede infectarse con
el VHS-2 durante el contacto sexual con alguien que tiene una infección genital
por VHS-2. La transmisión puede darse a partir de una pareja sexual infectada
que no tiene una llaga visible y que no sepa que está infectada.
El VHS-1 puede causar herpes
genital, pero con más frecuencia causa infecciones de la boca y los labios,
también llamadas “ampollas febriles”. La infección por VHS-1 en los genitales
puede ser causada por contacto oral-genital o contacto genital-genital con una
persona que tiene la infección por VHS-1. Los brotes del VHS-1 genital
reaparecen con menos regularidad que los brotes del VHS-2 genital.
La mayoría de las personas
infectadas por el VHS-2 no saben que tienen la infección. Sin embargo, si se
presentan signos y síntomas durante el primer brote pueden ser bastante
pronunciados. El primer brote ocurre generalmente dentro de las dos semanas
siguientes a la transmisión del virus y las llagas se curan típicamente en dos
a cuatro semanas. Otros signos y síntomas durante el episodio primario pueden
incluir una segunda serie de llagas y síntomas parecidos a la gripe, entre
ellos fiebre e inflamación de las glándulas. Sin embargo, la mayoría de las
personas con la infección por VHS-2 nunca presentan llagas o pueden tener
signos muy leves que no se notan o que se confunden con picaduras de insectos o
con otras afecciones de la piel.
La mayoría de las personas a quienes
se les ha diagnosticado un primer caso de herpes genital pueden esperar tener
varios (típicamente cuatro o cinco) brotes (recurrencias sintomáticas) en un
período de un año. Por lo general, estas recurrencias disminuyen en frecuencia
a medida que pasa el tiempo. Es posible que la persona se dé cuenta que tuvo un
caso de herpes genital años después de que adquirió la infección.
En muchos adultos el herpes genital
puede causar dolorosas llagas genitales recurrentes y la infección por el
herpes puede ser grave en personas con sistemas inmunitarios deprimidos Sean
graves o no los síntomas, el herpes genital causa con frecuencia angustia
emocional en las personas que saben que están infectadas.
Adicionalmente, el VHS genital puede
causar infecciones potencialmente mortales en los bebés. Es importante que las
mujeres eviten contraer el herpes durante el embarazo porque una infección
adquirida durante una etapa avanzada del embarazo conlleva un mayor riesgo de
que el virus sea transmitido al bebé. Si una mujer tiene herpes genital activo
al momento del parto, se realiza por lo general un parto por cesárea.
Afortunadamente, es muy poco frecuente que una mujer con herpes infecte a un
bebé.
Los signos y síntomas asociados al
VHS-2 pueden variar ampliamente. Los proveedores de atención médica pueden
diagnosticar el herpes genital mediante una inspección visual. Las infecciones
por VHS se pueden diagnosticar entre brotes mediante un análisis de sangre.
Estos análisis, que detectan los anticuerpos de la infección por el VHS-1 o el
VHS-2, pueden ser útiles.
En la medicina occidental no existe un
tratamiento que pueda curar el herpes genital, los medicamentos antivirales pueden acortar y
prevenir los brotes durante el tiempo que la persona toma los medicamentos. Con
medicina acupuntural se logra tratar favorablemente en base de protocolos
clínicos que realiza Harvey Rivadeneira Galiano, Médico Internista y
Acupunturista, con resultados favorables que han permitido corroborar los
beneficios del tratamiento con acupuntura con exámenes de laboratorio, el tiempo
de procedimiento se aproxima de seis meses a ocho meses bajo estricto control en alimentación,
ejercicios mentales y físicos y ausencia
de actividad sexual. Con acupuntura en el año 2012, estadísticamente han recibido tratamiento clínico
con acupuntura: 14 mujeres y 3 hombres con herpes genital y bucal. Dos mujeres
y un hombre abandonaron el tratamiento por situación geográfica de trabajo. 10
mujeres y 1 hombre han terminado el tratamiento con resultados de exámenes de
laboratorio ( Anti Herpes I y Anti Herpes II) con niveles de normalidad. Dos
mujeres y dos hombres siguen en tratamiento con resultados muy favorables en su
estado general de salud.
La manera más segura de evitar el
contagio de enfermedades de transmisión sexual, incluido el herpes genital, es
abstenerse del contacto sexual o tener una relación duradera, mutuamente
monógama, con una pareja a quien se le han hecho las pruebas y se sabe que no
está infectada.
Las enfermedades genitales ulcerosas
pueden aparecer tanto en las áreas genitales masculinas como en las femeninas,
que hayan o no estado cubiertas o protegidas con un condón de látex durante la
relación sexual. El uso adecuado y habitual de condones de látex puede reducir
el riesgo de adquirir el herpes genital.
Las personas con herpes deben
abstenerse de tener relaciones sexuales con parejas sexuales no infectadas
cuando tengan lesiones u otros síntomas del herpes.
Informes:
Telf. 02 2236069 / 0997388009
Quito Ecuador
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