Una antigua leyenda china cuenta que allá por el año 2200 a. de C. el emperador Yu de la dinastía Hsia estaba inaugurando un proyecto para el control de las crecidas del río Amarillo también conocido como río Lo ya que sus desbordamientos suponían un azote para la agricultura y el pueblo chino. Sin embargo aquel día en que el emperador se encontraba junto a él el río Amarillo trajo la fortuna y el conocimiento a su pueblo. Pues de repente vio emerger de las aguas una tortuga de mar gigante con cabeza de dragón.
Este símbolo es muy auspicioso porque la tortuga simboliza para la cultura china la longevidad, la sabiduría y la protección. Además la cabeza de la tortuga era la cabeza de un dragón, símbolo imperial de excelente fortuna, suerte, grandes éxitos y prosperidad en todo sentido. La aparición de la tortuga con cabeza de dragón se interpretó como una auspiciosa y fortuita señal del cielo.
Lo trascendental de este encuentro fue que al contemplar con detenimiento la tortuga descubrieron que su caparazón tenía un diseño de puntos coloreados que formaban un cuadrado. Dichos puntos formaban nueve números y cada uno de los cuales se inscribía en un pequeño cuadrado que a su vez estaba integrado en el cuadrado completo del caparazón en una disposición de tres sectores por tres.
Lo curioso del caso es que los números sumaban un total de quince leyéndolos en cualquier sentido, horizontal, vertical o diagonal.
Lo curioso del caso es que los números sumaban un total de quince leyéndolos en cualquier sentido, horizontal, vertical o diagonal.
Los números y su disposición en el caparazón de la tortuga fueron estudiados por los sabios del momento y se trasladaron a un cuadrado que se denominó el cuadrado ´lo shu´ o cuadrado mágico que se convirtió en la base de la numerología china, la astrología, el I ching y el feng-shui.
Así por ejemplo el sistema chino de medir el tiempo también se estableció como el cuadrado mágico en nueve períodos distintos que duran veinte años cada uno por lo que un ciclo completo comprende ciento ochenta años, cada uno de los cuales tiene asignado un número del cuadrado mágico.
Los chinos consideran que trae buena suerte incluir el número del año en la vida diaria, como por ejemplo, en la matrícula del coche, el número de la calle etc. En el año 2004 del calendario lunar se entrará en el período 8 del ciclo y en el 2024 en el número 9, a partir del 2044 se iniciará un nuevo ciclo con el número 1.
Los números que aparecieron en la tortuga gigante cobraron un significado simbólico importantísimo en la predicción de los cambios entre el cielo y la tierra, los ciclos de las estaciones, del viento y del agua y dicho significado es crucial en el feng shui ya que cada uno de ellos refleja un tipo de energía y asociaciones.
Las definiciones y asociaciones numerológicas según la cultura china:
· El número 1 es de los dioses y de los emperadores, un número religioso y de respeto.
· El número 2 representa la pareja, el equilibrio del yin y el yang y se considera un número feliz, propicio para celebrar festividades y promover el amor.
· El número 3 fomenta el crecimiento interior y se utiliza en el feng shui para atraer a la suerte por lo que se recomienda a la hora de hacer alineaciones.
· El número 4 en chino cuenta con una fonética similar al vocablo que se utiliza para designar la muerte lo que ha creado una asociación negativa a dicho número; muchas escuelas de feng shui evitan involucrar este número en una distribución pues consideran que la flecha que forman una serie de cuatro objetos en línea recta tendrá efectos más perniciosos o que una alineación de cuatro ventanas resulta nefasta por lo que recomiendan tapar una. Esta asociación negativa es estrictamente cultural perteneciente al folclore chino y podemos encontrar asociaciones completamente contrarias en otras culturas como es el caso de los pitagóricos que consideran que el número 4 tiene un carácter sagrado porque es una representación del equilibrio, de la estabilidad y de la firmeza.
· El número 5 representa el poder, la autoridad y el honor. Con él se asocian el dios del hogar que gobierna la prosperidad y el bienestar de las casas protegiéndolas de espectros y espíritus malignos.
· El número 6 se considera muy propicio ya que resultado de una duplicación del número 3 que trae buena suerte, integridad, orden y armonía.
· El número 7 es el más mágico que simboliza perfección y poder no sólo en la cultura china. En el feng shui el número 7 cobra una relevancia especial ya que 7 son las estrellas visibles de la Osa Mayor en las que se basa una escuela de feng shui, la de las Nueve Estrellas y las Ocho Entradas. Además una secuencia de siete veces siete, es decir, cuarenta y nueve es sagrada para los chinos y coincide con los días prescritos para el luto. En general una distribución de 7 objetos se le atribuye en feng shui un poder mágico y un sentido sagrado.
· El número 8 es un número que conlleva fuertes asociaciones religiosas en el sentido de la consciencia sagrada ya que 8 son los puntos cardinales de la brújula, 8 los trigramas del bagua y 8 son los lados de la figura del octógono tan auspicioso en feng shui.
· El número 9 representa la longevidad, el prestigio y la buena suerte pues tres veces tres resultan nueve. Los números 9, 6 y 3 componen una trinidad de números afortunados en la cosmología china y en el feng shui.
Los números se aplican a la distribución de los muebles y objetos en un espacio. Se emplean para neutralizar sectores mal espectados o una zona problemática. Además cada número está asociado a un tipo de energía según los cinco elementos, las direcciones cardinales y los trigramas como se verá al desarrollar el ´bagua´.
Aunque el ´lo shu´ es un diagrama cuadrado que contiene nueve celdas es inherentemente cíclico y puramente dinámico y se utiliza como sistema de predicción siguiendo su movimiento.
El movimiento del cuadrado mágico simboliza un ´mundo en constante y eterna transformación´. Primero se conectan los números 1 y 9 y el 3 con el 7; después el 6 y el 1, el 8 y el 3, el 4 y el 9 y finalmente el 2 con el 7.
La figura que aparece al trazar una línea de conexión entre los números en el movimiento que se le atribuye al cuadrado mágico es el de la ´esvástica tibetana o budista´ pintadas por los tibetanos en los umbrales de sus casas o bordadas en las tankas que representan los distintos aspectos de la budeidad. Esta esvástica es un símbolo original tibetano que se mueve en el sentido contrario a las agujas del reloj y está considerado como un símbolo protector y armónico que genera fuerzas positivas y atrae energías benéficas.
¿Cuál es su origen? La esvástica se menciona por primera vez en las escrituras sagradas de los hindúes llamadas los Vedas y su uso se traslada a varias religiones de la India como el budismo o el jainismo.
´Esvástica´ significa ´bien por venir´ o también ´felizmente´, ´con éxito´ o ´que todo vaya perfectamente bien´. Por eso mismo la cruz esvástica todavía se utiliza en las notas que acompañan a los regalos o en acompañando los saludos finales en las cartas.
El cuadrado mágico o ´lo shu´ se incorporó al bagua o pakua, al sistema kua y se convirtió en base teórica para las escuelas de las ´Ocho Aspiraciones´ y del ´método de las Nueve Estrellas´ en las que los nueve cuadrados que integraban el conjunto del caparazón de la tortuga se conocen como los ´Nueve Palacios´.
El ´bagua´ o ´pakua´ surgió de la integración de la teoría del yin y el yang con sus nueve trigramas, los cinco elementos en unión indivisible con el cuadrado mágico por lo que en el ´bagua´ se encuentran o se resumen ´en un solo diagrama combinado´ las direcciones, los números, los colores, las estaciones, las energías, los movimientos, los trigramas, etc.
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