Se le llama discopatía o espondilosis al proceso
degenerativo y gradual que afecta a los discos intervertebrales, ya sea del
área cervical, torácica, lumbar o sacra. Esta afección también es conocida como
enfermedad degenerativa del disco (EDD) .
La columna vertebral está formada por 33 vértebras,
clasificadas en: 7 vértebras cervicales,
12 torácicas, 5 lumbares, 5 sacras (que habitualmente están soldadas) y las 4
que forman el cóccix. Estas vértebras se articulan entre sí a través de los
discos invertebrales y las carillas articulares.
Los discos invertebrales son almohadillas cartilaginosas de
amortiguación, situadas entre las vértebras, las
cuales son unos discos de amortiguamiento que permiten ligeros movimientos de
las vértebras, además de que actúan como ligamento para mantenerlas juntas. Los
discos invertebrales están divididos en dos partes: la parte central gelatinosa
(denominada “núcleo pulposo”), y la parte llamada anillo fibroso, la cual rodea
y protege al núcleo.
¿Qué causa la degeneración de los discos invertebrales?
Cuando el disco intervertebral es joven y saludable posee un
aspecto húmedo. Esta humedad va desapareciendo debido ya sea al paso de la edad
o a un descuido en el mantenimiento de la columna con una dieta y hábitos
adecuados. Esta deshidratación de la columna va limitando la capacidad
protectora del disco, y supone su degeneración. Entonces, tenemos que los
discos empiezan a verse limitados en movimientos y rígidos, y se acelera el
desgaste de las vértebras.
Si este proceso degenerativo crónico avanza puede llegar a
afectar al cuerpo de las vértebras e incluso a la médula ósea. Esta afección es
la causa más común de compresión progresiva de la médula espinal y de las
raíces nerviosas.
Algunas causas de la degeneración de los discos
invertebrales son:
• Las tensiones y presiones repetidas y prolongadas pueden
no solo degenerar las fibras del disco y desgarrar, sino deformar y romper el
anillo fibroso y liberar el núcleo pulpuso. Cuando esto sucede, se ejerce
presión sobre el nervio causando lesiones discales y dolor y, en ocasiones,
puede afectar hasta las piernas. Se debe tomar en cuenta que la zona lumbar
sufre mayor desgaste por movimientos, estos problemas suelen originarse en la
cuarta o quinta lumbar o al inicio del hueso sacro.
• Una dieta deficiente, sumada a una baja o nula
ejercitación del cuerpo y de los músculos invertebrales, podría ocasionar
lesiones y desgastes prematuros.
• Un inadecuado manejo emocional, como una excesiva presión,
miedo, ansiedad, enojos guardados constantemente, frigidez o dolor emocional prolongado
pueden llegar a tensar de forma excesiva los músculos cercanos a la columna,
cansándolos y provocando un desgaste en los huesos y discos invertebrales.
También sentir que la vida es pesada o que se cargan demasiadas
responsabilidades o problemas.
• La obesidad y la
sobrecarga laboral predisponen a esta afección.
Síntomas:
• Dolor cuando se dobla o gira el cuerpo.
• Dolor al sentarse o dolor en piso pelviano.
• Dolor en zonas de la espalda.
• Dolor en piernas, hombros o brazos, sensación de hormigueo
y entumecimiento.
• Puede haber dolor de cabeza y mucha tensión en el cuello
cuando la presión se ha acumulado en la zona cervical.
• El dolor lumbar bajo aumenta con los esfuerzos lumbares y
con los movimientos del tronco sobretodo la flexión del tronco. El dolor
aumenta también al estar de pie erguido y sentado durante largos periodos. Lo
mejor es estar tumbado con las piernas flexionadas para que descanse la
columna.
• Restricción de algunos movimientos que involucren la
columna vertebral. Dolor en piso pelviano que compromete glúteos, muslos e ingles.
• Cuando los ligamentos que rodean al disco se vuelven
quebradizos y se desgarran con facilidad, el centro blando gelatinoso del
disco, llamado núcleo pulposo, empieza a secarse y encogerse. Como
consecuencia, la persona sufre de dolor y rigidez del cuello, especialmente
hacia el final del día.
Tratamiento para cuidar y ayudar a recuperar la salud de los
discos invertebrales:
La degeneración de los discos invertebrales puede ayudarse
en gran medida con una dieta, ejercicios y hábitos de vida adecuados. Se debe
tomar en cuenta que el cuerpo tiene una capacidad auto-curativa y
auto-regenerativa asombrosa, la clave está en darles los elementos necesarios
para que elabore lo necesario. El cuerpo es el mejor laboratorio para crear las
sustancias que necesitamos para curarnos, y tiene la capacidad de llegar en
perfectas condiciones de salud durante todas las etapas de la vida.
No importa la edad que se tenga, si en verdad se desea
recuperar la fuerza y vitalidad del cuerpo, se pueden empezar a tomar ciertas
medidas, y la principal es el alimento, el cual es un regalo de la naturaleza
para mantenernos saludables y fuertes durante toda la vida.
Dieta: la dieta deberá consistir en abundantes vegetales,
frutas, aceites vegetales, no carnes rojas, pescados no fritos y beber al
menos dos litros de agua pura al día para mantener el cuerpo bien hidratado. Hay
que anular de la dieta todo producto que genere toxinas y grasas nocivas, las
cuales se atascan en los intestinos e intoxican la sangre, acumulándose en
varias partes del cuerpo como las articulaciones. Cuando las toxinas son
demasiadas, crearan desgastes en todo el organismo, y toda una serie de
patologías y enfermedades, desgastado y envejeciendo precozmente al organismo.
Se debe empezar a practicar una actividad suave como la
natación, excelente para ayudar al cuerpo a una buena circulación sanguínea y a
una buena eliminación de toxinas en el cuerpo. Además, la natación ayudara a
ejercitar los músculos de la espalda y las piernas, y fomentara la actividad
saludable de la columna. Se recomienda sobre todo a personas de edad mayor que
padezcan de la columna: La ejercitación en el agua deberá ser gradual, empezar
poco a poco y no esforzarse nunca de más, sobre todo si nunca se ha practicado
deporte.
Lo mejor son los masajes suaves para ayudar a destensar los
músculos que rodean la columna vertebral y piso pelviano, la hidroterapia es recomendable, así
como un masaje como terapia Tui Na.
Es necesario, además, ayudarse con una terapia que ayude a
liberar emociones contenidas, sobre todo el enojo guardado, el cual causa
severas tensiones musculares y provoca que la columna este más tensa y sufra
una degeneración precoz. La práctica del Tao Sexual puede ayudar, así como también
las lecturas que nos ayude a enfocar nuevas formas de ver y sentir la vida.
La acupuntura realizada por Harvey Rivadeneira Galiano MD,
bajo criterios profesionales médicos, permite lograr resultados favorables que
pueden ser de gran ayuda para combatir el dolor y ayudar a detener la
degeneración precoz.
Los analgésicos naturales son los mejores para aliviar el
dolor, un té de mejorana, valeriana, anís o hierbabuena son buenos para ayudar
a menguar el dolor mientras se lleva una terapia programada con acupuntura. El té
de romero es un excelente relajador muscular.
Se debe evitar a toda costa fumar, beber alcohol, consumir
irritantes, actividad sexual y hacer esfuerzos físicos.
Algunos complementos dietéticos para la salud de la columna
son: el aceite de oliva extra virgen,
los alimentos ricos en vitamina C (naranja, ciruelas, piña, brécol, limón,
etc.) La leche es rica en calcio, la cual fomentara una buena
salud del hueso y los músculos invertebrales.
No hay que olvidar que la prevención es siempre mejor que cualquier
remedio. Es por eso la importancia de mantener durante toda la vida una dieta
de calidad, ejercitación constante y, sobre todo, una buena actitud física, espiritual y psicoemocional. Esto debe tomarse en cuenta sobre todo con hombre y mujeres en todas las edades.
Informes:
Telfs. 02 2236069 / 0997388009
Quito Ecuador
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