Pasamos una tercera parte de nuestros días durmiendo. Durante un tercio de nuestras vidas estamos durmiendo. Muchas personas ignoran lo que ocurre mientras duermen, y se preocupan sólo de despertarse sintiéndose renovados. Pero para alguien que tenga sesenta años, significa que veinte años de su vida permanecen ignorados.
Se puede sacar partido de este tiempo desperdiciado prestando atención a tus sueños, que son importantes por varias razones.
El cuerpo físico necesita dormir para recomponerse tranquilamente, crecer y recargarse a sí mismo. Sin sueño el cuerpo se queda sin los químicos necesarios para mantenerse activo. A través de los sueños, el cerebro selecciona y archiva aquellos pensamientos e imágenes captados durante el día antes de colocarlos apropiadamente en la memoria, como la desfragmentación del disco duro de un ordenador para que trabaje mejor.
También los cuerpos astral y etérico reponen su energía durante el sueño. Cuando el cuerpo etérico está bajo de energía, puede ser que te sientas débil y que tengas problemas en prestar atención. Cuando el cuerpo astral se halla bajo de energía, puede ser que te sientas hecho un asco, que te distraigas fácilmente, incapaz de hacer nada creativo. Para recargarse, tanto el cuerpo etérico como el astral pueden expandirse durante el sueño, e incluso desplazarse fuera del cuerpo físico para empaparse de energía, de forma parecida a como las plantas despliegan sus hojas para captar el sol.
En cuanto a la mente, el sueño hace algo asombroso. A través de los sueños, la mente sintoniza importantes mensajes que de otra manera no pueden introducirse mientras la persona está despierta. Hay tres maneras principales en las que los sueños son útiles para la mente.
Primero, en el nivel más básico, los sueños pueden comunicarte problemas relativos a lo que has estado haciendo, pensando o sintiendo recientemente. Como cuando has estado haciendo algo perjudicial sin saberlo, o permitiéndote sentirte enfadado y deprimido durante demasiado tiempo, o cuando has estado pensando sobre iniciar un nuevo proyecto que va a ser sólo una pérdida de tiempo. Mensajes como éstos pueden serte mostrados en sueños.
Segundo, los sueños pueden hablarte del futuro. Experiencias importantes en las que puedes verte involucrado dentro de un par de días o semanas pueden aparecer primero en tus sueños. ¿Qué tipo de experiencias? Bueno, positivas, como logros o sorpresas inesperadas, o negativas que podrían estresarte, entristecerte o enfadarte. Si aprendes acerca del futuro a través de tus sueños, puedes realmente estar preparado para manejar malos momentos, e incluso en ocasiones impedir que ocurran desde el principio. De esta manera los sueños pueden trabajar como un radar para mostrarte lo que está por venir.
Y tercero, los sueños pueden ser videojuegos emocionales si aprendes como llevar a cabo, dentro de ellos, lo que estás soñando. Son los llamados sueños lúcidos donde "lúcido" significa consciente o alerta. En un sueño lúcido sabes que estás soñando y por tanto puedes hacer cualquier cosa que quieras. Puedes volar alrededor y explorar el panorama del sueño, atravesar paredes o levitar y cambiar la forma de los objetos, hablar con extraños personajes del sueño o escuchar música del sueño... Cualquier cosa, todo ello creado por alguna parte de tu propia mente. Los sueños lúcidos también te pueden permitir hablar con parientes fallecidos o con seres de otras dimensiones que se deslizarán en tu sueño si los llamas.
El primer paso para utilizar tus sueños es recordarlos. Para hacerlo, asegúrate de que duermes lo suficiente. Cuando te despiertes, no te lances a pensar en lo que harás ese día. En lugar de eso trata de recordar tan solo lo que soñaste. Lo más útil es tener un bolígrafo y una libreta de notas cerca de tu cama, y cada vez que te despiertes anotar todo lo que recuerdes. No sólo te ayudará más tarde a acordarte de los sueños, sino que también le dice a tu mente que recordarlos es importante.
Automáticamente, en los próximos días o semanas encontrarás que tus sueños son más fáciles de recordar.
El segundo paso es interpretar su significado. Esto es delicado porque los sueños son principalmente simbólicos. Significa que el mensaje que contiene está envuelto en un enigma de imágenes, palabras y temas que no han de ser tomados literalmente. Por ejemplo, soñar que te ataca un oso no significa que en realidad vayas a ser atacado por un oso, pero podría significar que vas a tenerte unas palabras con una persona desagradable. O soñar que estás atrapado por un tornado puede significar que te verás envuelto en una tensa experiencia emocional muy pronto.
Al escribir tus sueños puedes compararlos con lo que realmente ocurre en tu vida, o con cualquier cosa importante que te ocurra en los próximos días, y con el tiempo aprenderás a interpretarlos más certeramente. Para iniciarte puedes utilizar un diccionario de sueños que te aporte sugerencias sobre lo que un símbolo suele a menudo significar.
Debes también saber que hay seres astrales negativos, es decir formas de vida sin cuerpo físico, que se alimentan de tu energía emocional de miedo o enfado, y que en ocasiones te rondan cuando duermes para entrar a la fuerza en tus sueños, convirtiéndolos en pesadillas. Principalmente suelen escoger a los niños porque los jóvenes tienen cuerpos etericos más débiles y son más fáciles de asustar. Se pueden identificar estos sueños por lo muy enfadado o asustado que te hacen sentir, y por lo disparatados que son.
Si tienes pesadillas a menudo, antes de irte a dormir trata de recordar algo feliz, luego visualiza que tu habitación y tu cuerpo están iluminados con una brillante luz dorada, luego ora, o desea que te protejan mientras tú duermes tranquilamente.
Esto ayuda a mantener lejos a las criaturas negativas astrales. O, si aprendes a soñar lúcidamente, puede ser que te enfrentes a un monstruo durante una pesadilla, di le entonces que no tienes miedo y pregúntale qué quiere, lo que transformará al monstruo en algo impotente.
Aprender a soñar lúcidamente requiere práctica. Hay diferentes técnicas, y una popular es tomar algo que ocasionalmente veas o hagas en tus sueños y que también veas o hagas mientras estás despierto, como un tipo de animal, un color, una persona, un lugar, o una acción. Entonces, siempre que veas o hagas esto mientras estés despierto, mira a tu alrededor y pregúntate si estás soñando. Haz una prueba como hacer sonar un interruptor de luz, recordando lo que hiciste durante la última hora, mirando al reloj o algunas palabras impresas, o contando tus dedos. Si estás soñando, entonces habrá algo raro en todo esto.
Si sigues haciendo esto durante por lo menos una semana, entonces se convertirá en una costumbre que tú harás con toda naturalidad incluso en sueños, y esto te ayudará a darte cuenta de si estás soñando. Otro método consiste en observar las tenues formas de luz tras las pestañas cuando uno se va a dormir. Mientras se está relajado pero mentalmente despierto, se convertirán en imágenes vividas y luego en un sueño lúcido.
Los sueños también pueden enseñarte lecciones sobre tí mismo y el mundo. Suelen desarrollarse como documentales vividos que aportan aspectos concretos y significativos acerca de la imagen mayor de "todo esto".
Generalmente, los sueños te muestran la "cara" de cosas que de otra manera tú podrías no esperar. Al fijar los problemas que existen indicados por un sueño, o preparándote para manejar los que surjan, puedes hacer que tu vida se deslice más suavemente. En lugar de dar tumbos a ciegas, tienes pistas de lo que está pasando tras el escenario. Pero tendrás que separar los sueños significativos de los sin sentido, provenientes de cuando tu cerebro clasifica trozos de memoria, o de una criatura astral que trata de alimentarse.
Sólo recordando los sueños, y haciendo lo mejor que puedas para explicártelos, aprenderás con el tiempo a filtrar las tonterías.
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