Como parte del aprender a
meditar, y para alcanzar un alto nivel, ahorrando años de práctica… Conviene
conocer y sensibilizarse a alguna de las distinciones básicas que vamos a
encontrarnos en el proceso.
Para ello, vamos a señalar a
continuación, paso a paso, algunas distinciones fundamentales que van a
resultarnos muy útiles en el manejo y comprensión de nuestra conciencia. De
esta manera tenemos que señalar TRES elementos que, siendo diferentes, se
encuentran involucrados en los comienzos de la meditación. Estos son:
PERCIBIR:
La palabra percibir se halla en
estrecha vinculación con otro término de uso popular, tal es el caso de
percepción, dado que el mismo implica la acción y el resultado de percibir
algo. La percepción no es otra cosa que un proceso nervioso superior, el cual,
gracias a la acción de los cinco sentidos (vista, gusto, olfato, tacto,
auditivo), recibe, elabora e interpreta la información que recogen estos, ya
sea del individuo mismo o de su entorno
Cabe destacar, que la percepción
está considerada como el primer proceso cognoscitivo del ser humano y por tal
relevancia es que la misma viene siendo estudiada desde diferentes perspectivas
desde hace unos cuantos siglos atrás, por ejemplo, de acuerdo a lo que expresa
la psicología, disciplina que se ha ocupado de su estudio, la percepción es
clave a la hora de permitirnos a los humanos la interpretación de los
conocimientos y la información que recibimos de nuestro alrededor.
Y es que hay mucha información
que nos llega a través de los sentidos que no es procesada conscientemente y
que, sin embargo, por su propia naturaleza es procesada a nivel inconsciente. Se puede notar cómo el aire o la ropa roza la
piel… Los sonidos del ambiente llegan a los oídos, o cualquier otro elemento
que considere. Elementos que, normalmente pasan inadvertidos, pero que en algún
nivel estamos procesando, pero que podemos danos cuenta que existen, si en
ellos ponemos atención consciente.
NOTAR
Notar implica darse cuenta de
algo. Es decir, ser consciente de que hay algo en el mundo… Por ejemplo, el
estridente sonido de un vehículo que nos hace percibirlo conscientemente… Es
decir, darnos cuenta conscientemente de que el estímulo existe.
Este tipo de estímulos es mucho
menor… Digamos entonces, que somos capaces de procesar una gran información de
manera inconsciente, pero somos capaces de notar menos cosas… Y si no, haga la
prueba.
El notar, sería entonces, en este
nivel, darse cuenta de un estímulo. Puede apreciar, así mismo, que no tiene que
hacer esfuerzo alguno para notar estas cosas que llegan de manera directa y se
incorporan a la conciencia de manera natural.
La pregunta para darse cuenta qué
está notando sería… ¿de qué soy consciente ahora?
ATENDER
Atender implica notar… pero tiene
un matiz adicional que no tiene notar. Para atender tenemos que mover la
conciencia a voluntad hacia el objeto que queremos atender. Por esto, podemos
decir que la atención consciente implica una mayor actividad que el simple
notar.
Por ejemplo, puede decidir
cambiar la atención conscientemente de la pantalla del ordenador a la puerta o
a la ventana de la habitación… etc. El objetivo es darse cuenta que es uno
quien conscientemente dirige la atención hacia uno u otro lugar.
Junto a estas habilidades
básicas, podemos entrar en 3 más… que sin duda son la base de lo que podríamos
llamar la meditación propiamente dicha… Fuera de lo que sería las meditaciones
avanzadas. Estas son:
CONCENTRACIÓN
Concentración implica atención
sostenida… Es decir, ser capaz de mantener la atención en algo concreto durante
un tiempo determinado. La habilidad para concentrar la atención es parte de lo
que vamos a necesitar para desarrollar nuestro arte en la meditación. Por esto,
es recomendable empezar a practicarla.
Como práctica, podemos coger una
vela y mantener la atención en la llama… O bien mantener la atención en la
respiración con los ojos cerrados… Ambas dos prácticas en postura de
meditación.
Si notamos que nos despistamos, o
que otros elementos atrapan nuestra atención, recomiendo cualquiera de estas
dos prácticas:
1.- Volver a objeto sobre el que
nos estamos concentrando, cuando nos demos cuenta de que nos hemos despistado.
2.- Dar marcha atrás hasta que
volvamos a conectar con el objeto sobre el que hemos decidido concentrarnos.
Esto es… Que si, por ejemplo, mirando la vela, la conciencia se nos ha ido a un
incendio y de ahí a los bomberos… Al darnos cuenta que se nos ha ido la
atención, hacer el camino de vuelta. Es decir, de los bomberos volver al
incendio y de ahí a la vela.
El camino 1 es el que se suele
enseñar en casi todas las escuelas de meditación. Sin embargo, el camino 2
tiene la ventaja adicional de que nuestro objetivo es sensibilizarnos a cómo
nos vamos… Cómo nos despistamos… y aprender sobre nosotros mismos. De esa
manera, podemos empezar a actuar antes de irnos para mantener la concentración.
Es decir, no hay nada malo en despistarnos… simplemente estamos aprendiendo
cómo lo hacemos, y sensibilizándonos a los vaivenes de nuestra conciencia. En si
mismo es un cambio cualitativo que ayuda a que nuestro inconsciente colabore en
el proceso.
MEDITACIÓN
La meditación implica
concentrarse… dándose cuenta que es uno quien se está concentrando. Nace por
tanto la figura que metafóricamente se ha venido a llamar “el observador”.
La práctica implicaría que al
tiempo que uno está centrado en la concentración… se de cuenta que se está
concentrando. O igualmente… al tiempo que uno mira la vela o está centrado en
la respiración, es consciente de que la está mirando o de que está respirando.
A esta mayor actividad… en la que
uno no sólo hace la concentración, sino que se da cuenta de lo que está
haciendo, vamos decir que es meditación.
En otras palabras… meditar
implica concentrarse en la concentración.
CONTEMPLACIÓN
La contemplación, desde una
perspectiva formal, es un paso adicional que parte de la meditación. Es decir…
para poder alcanzar un estado de contemplación y mantenerlo a lo largo del
tiempo, tendremos que práctica mucho la meditación, alcanzando un nivel
importante de silencio sostenido en el tiempo.
No obstante, si queremos
contemplar, debemos darnos cuenta de que estamos meditando. Por tanto es un
paso adicional en la práctica de la meditación. Implica una mayor actividad
consciente interna, y un mayor silencio.
Podemos seguir con las prácticas
anteriores del proceso de la meditación… Pero dándonos cuenta de que estamos
meditando sobre la respiración, o la vela, mientras lo hacemos.
En otras palabras… implicaría
concentrarse en la meditación.
MEDITACIONES SUPERIORES.
Junto a estos tres niveles,
tendríamos como mínimo tres más… que forman parte de lo que llamaríamos
meditaciones superiores, y que implican un gran dominio de la práctica
meditativa.
Es decir, cada paso que estamos
viendo implica tener fuertemente asentado el anterior… Por ello, es imposible
meditar, si uno no puede concentrarse, al igual que no se puede alcanzar un
estado de contemplación, si uno no ha practicado el meditar de manera que
mantenga el silencio del inconsciente largo tiempo.
Como digo, por encima de estos
niveles tendríamos 3 más… como mínimo. Estos tres serían:
– Imaginación
– Exploración
– Participación
IMAGINACIÓN
La imaginación de la que hablo
aquí no es la imaginación mental a la que estamos acostumbrados cuando andamos
con la conciencia dividida.
Tenemos que entender que este
proceso parte del estado de contemplación y va más allá… Por tanto se trata de
una imaginación silenciosa, realizada de manera holística y con todo el ser.
El objetivo de esta imaginación
es alcanzar comprensiones y permitirnos entender cuestiones superiores.
Los temas tradicionales que se
suelen coger en estas prácticas meditativas son, por ejemplo: la impermanencia
del ser, el amor incondicional, o la naturaleza de la realidad, entre muchos
otros que ya vernos viendo en otros artículos en un futuro.
Para poder emplear la mente en
estos asuntos… Necesariamente debemos poder mantener largo tiempo un estado de
contemplación. Si no es así… en cuanto empecemos, notaremos que otros asuntos
se nos “cuelan” en la conciencia.
Por esto, vuelvo a reiterar la
importancia de reforzar la práctica de los niveles previos.
EXPLORACIÓN
Tras la imaginación, un siguiente
paso dentro del desarrollo personal a través de la meditación, es la
exploración. Esto es, probarnos las diferentes comprensiones de la realidad que
alcanzamos dentro del proceso de imaginación.
Es decir, a nivel sencillo, si
alcanzamos una nueva comprensión acerca de la naturaleza de la realidad… o
cualquiera de los temas propuestos anteriormente o escogidos… Se trataría que
mientras estamos imaginando, incorporásemos esa manera de estar… de vivir, pero
en primera persona (es decir, explorar cómo se vive diferente con esa
comprensión). Es decir, incluir en nuestro ser esa comprensión, sentimiento a
manera de actuar, para explorar cómo sería…
Todo esto lo estamos haciendo
desde un silencio profundo, es decir, es todo el ser el que se encuentra
involucrado en la acción.
PARTICIPACIÓN
La participación se realiza a
partir de la exploración. Es decir, una vez hemos imaginado y explorado…
decidimos conscientemente participar en la realidad de esa manera diferente. Es
decir, vivir a partir de entonces de esa manera que hemos entendido que es
superior y positiva para nuestras vidas, para el ser humano, para la Tierra…,
de manera que cuando salimos de la meditación, somos una persona que ya es
diferente de manera natural y por decisión propia, debido a que ha comprendido
y decidido participar de manera diferente en el mundo.
Se entiende que esto es lo que
ocurrió con Buda o con Jesús… o con tantas otras personas que en su proceso de
desarrollo alcanzan comprensiones superiores y viven de manera que hace la
diferencia con el resto.
No obstante, la participación es
un proceso en el que cada paso previo se ha practicado de manera sistemática y
repetida, hasta alcanzar maestría en cada uno de ellos.
Es decir, resumiendo, no hay
manera de construir ninguno de estos tres niveles superiores si previamente no
se domina la concentración, la meditación y la contemplación… Que son la base
que facilita el silencio y la atención sostenida de cara a poder explorar los
otros niveles superiores.
Hasta aquí el modelado de la
meditación… Para que cualquiera pueda practicar sin perderse, sabiendo en todo
momento qué es lo que está haciendo.