En el aumento de conciencia de la conciencia, nos damos
cuenta de que existe un mundo invisible dentro del visible.
Antes de los cambios se registren en el cuerpo físico, la
curación se lleva a cabo en estos reinos sutiles. Por esta razón, como
sanadores, es esencial nos preocupamos no sólo con la forma física, sino que
también con la anatomía sutil.
Una cosmología para conceptualizar nuestra anatomía sutil es
la de imaginar como un tipo de doble hélice.
Ni lineal ni circularmente, los campos de fuerza de estos
planos sutiles, o "Cuerpos" se interpenetran holográficamente, al
mismo tiempo que se afectan y se reflejan el uno al otro. Nada es "más
alto o más bajo", y ninguna parte del sistema es más importante que
cualquier otra. Existe la totalidad como una manifestación del Ser, perfecto
por diseño.
Dentro de esta espiral
hélice, el cielo y la tierra se unen.
La salud es el equilibrio entre el cuerpo físico, los campos
de fuerza de los cuerpos etérico, astral y mental y su conexión con lo Divino.
Compuesto por nuestra sangre, huesos, órganos, etc. El cuerpo físico es denso y
tangible, pero no menos espiritual.
Mientras que muchos de nosotros hemos llegado a
identificarnos con este vehículo físico, es el cuerpo etérico (también llamado
el doble etérico) el que da energía a la forma física.
Alimentamos el cuerpo etérico suministrándole alimentos
que son animados con,
• energía electro-magnética
• aire limpio
• agua de buena calidad
• luz del sol
• pensamientos positivos
• sentimientos de amor
La energía electro-magnética emana del reino de las plantas
(la Madre Tierra) en forma de verduras y hierbas.
Los minerales y lo que es más importante, los raros oligoelementos son asimilados a través de la
energía de la fuerza vital de la comida. Es importante comer alimentos
impregnados con energía para una buena nutrición. La mayoría de las
enfermedades que se manifiestan físicamente, tienen su base en el cuerpo
etérico.
El Cuerpo Astral o cuerpo emocional está íntimamente
relacionado con energética planetaria e interplanetaria y alineaciones.
En pocas palabras,
nuestro cuerpo astral está conectado a las estrellas. Es por esta razón que las
configuraciones astrológicas pueden influir tan poderosamente nuestra vida
emocional. Conectadas a los riñones, y al elemento agua, las emociones de
placer, dolor, miedo y amor están registradas en este cuerpo.
El cuerpo mental está
conectado a nuestra Voluntad Espiritual. Es a través de este vehículo que
entregamos nuestra ego-identidad y el sentido del "yo" que nunca está
evolucionando a través del proceso de la encarnación.
La emanación del cuerpo mental no es el acto de pensar, sino
más bien la forma en que pensamos. Está conectado con el hígado y el elemento
de fuego. Debido a esta relación, la limpieza del hígado es un procedimiento
importante para el desarrollo de un centro de salud de la conciencia del ego o
la voluntad.
En este momento de nuestra historia, el plano tierra tiene un gran Karma que todos
llevamos.
Nuestro mundo moderno está lleno de contaminantes que nos
afectan a todos los niveles.
• Bacterias,
parásitos, virus, metales pesados, venenos químicos, las drogas, las
radiaciones pueden penetrar todo, congestionar e interferir con estos cuerpos.
• Lucha, miedo,
preocupación, ira, egoísmo contaminan el libre flujo de la energía vital a
través de nuestra anatomía sutil también.
Esta contaminación
interior y exterior crea bloqueos en nuestro campo electromagnético,
produciendo choque, congestión, e
inflamación.
En última instancia, estos bloqueos impiden la comunicación
entre la conciencia individual y el Alma Superior.
Cada célula es un macrocosmos de nuestra anatomía sutil. La
contaminación, como los metales pesados y la radiación afecta al equilibrio
ácido / alcalino en el nivel celular. Puede hacer que la célula sea demasiado
alcalina o demasiado ácida.
Metales pesados, productos químicos y venenos están en el
campo alcalino y hacen que la célula pierda su carga eléctrica. Por otro lado,
las radiaciones de rayos X, las líneas de uranio, informática y energía
eléctrica subterráneas pueden crear un campo de alto grado de acidez que se
manifiesta en forma de inflamación.
Nuestras células son pequeñas baterías llenas de electricidad
utilizadas para energía en el cuerpo, al igual que la batería de su coche.
Esta actividad energética a nivel celular ha sido descrita
como el Chi, Yin/Yang o Fuerza Vital en la medicina tradicional. La acupuntura
y las hierbas medicinales son herramientas poderosas para estimular y
equilibrar la Fuerza Vital. Baños terapéuticos y regímenes dietéticos pueden
ser utilizados para limpiar y neutralizar muchos contaminantes.
Las prácticas de Yoga,
como la respiración pránica, la meditación y el mantra también son eficaces en
el fortalecimiento de la red etérica electro-magnética.
Ese pequeño cosquilleo en la garganta, la erupción cutánea
que no desaparece, cambios en el movimiento del intestino y de la orina son
todas señales de que la persona está fuera de balance. Los síntomas no son
necesariamente indicios de enfermedad, sino que son la forma de señalización de
nuestro cuerpo que necesitamos escuchar.
Para entender dónde se necesita la curación, un sistema de
evaluación de la energía es esencial para medir la vitalidad, la luminosidad y
los desequilibrios de la anatomía sutil de las personas. La energía Sutil se
puede percibir a través de las cualidades super-sensibles humanas superiores
descritas en el yoga. La sensibilidad de la medición de radiación o vibraciones
es el arte de curar.
Todas las modalidades pueden funcionar, pero sólo si son
utilizadas en el momento adecuado y con la intención correcta. Como sanadores,
es importante escuchar y permanecer neutral, mientras despertamos la propia
fuerza vital del paciente para permitir que el cuerpo se cure de acuerdo con la
Ley Universal.
A través del proceso de curación, llegamos a entender que
hemos elegido la encarnación física como vehículo para experimentar la
identidad multidimensional de nuestro Espíritu. La 'enfermedad' nos hace pagar
la atención y cuestionarnos a nosotros mismos.
La enfermedad y el dolor surgen como desafíos que nos dan la
oportunidad de superar la percepción de limitación.
Somos hijos de las estrellas y soy sanador en las áreas físicas,
espirituales y de alma cósmica astral para beneficio de la humanidad.
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