La rinitis es un
trastorno que afecta a la mucosa nasal y que produce estornudos, picor,
obstrucción, secreciones nasales y en ocasiones falta de olfato. La rinitis o
rinoconjuntivitis no es igual a asma, pero puede ser un indicador de que la
persona que la padece tiene una especial predisposición a desarrollar más
adelante los síntomas (tos seca, sensación de falta de aire, sibilancias, etc.)
característicos de una hiperreactividad bronquial. Además, la presencia reiterada
de rinitis debe ser motivo de consulta a especialistas para su estudio y
eventual establecimiento de medidas de tipo preventivo que eviten la aparición
de asma o sirvan para el tratamiento precoz de la misma.
El problema no lo
representa tanto la denominada rinitis estacional o fiebre del heno –una
rinoconjuntivitis causada por la alergia al polen de finales de la primavera y
principio de verano-, como aquellas modalidades en las que el trastorno deja de
ser periódico y ocasional para convertirse en recurrente, es decir, la rinitis
alérgica perenne. Los síntomas de este último tipo de rinitis es similar a la
estacional salvo que varía en su intensidad, impredecible durante todo el año.
En estos casos,
la inflamación de la mucosa nasal y su cortejo de síntomas son casi continuos a
lo largo de todo el año. A veces se conoce la causa y en otras no. En el primer
caso, esto es, en las rinitis perennes de causa conocida, el factor provocador
son los alergenos (sustancias con la propiedad de motivar alergia en ciertas
personas), mientras que en las de causa desconocida (o intrínseca) la razón
habría que buscarla en la especial sensibilización del organismo de los
afectados.
Entre los
alergenos más implicados en este tipo de rinitis que parecen formar parte de la
vida de una persona, los más importantes, son los ácaros del polvo doméstico
(unos parásitos más pequeños que la punta de un alfiler y que se encuentran por
centenares en el interior de los colchones y alfombras de las casas), así como
la saliva, los epitelios u orina de animales (gatos, perros, hámsters) y
algunas especies de hongos atmosféricos. También el factor alergizante también
pueden encontrarse en el lugar de trabajo, dando origen entonces a lo que se
denomina rinitis ocupacional. Los elementos más comúnmente implicados dentro de
este ámbito son las harinas de cereales (panaderos, industria de alimentos
precocinados, fábricas de piensos, etc.), las enzimas proteolíticos (fábricas
de detergentes, medicamentos, harinas) y las maderas tropicales.
La rinitis
alérgica estacional generalmente es fácil de reconocer. Las pruebas cutáneas y
los síntomas que presenta la persona pueden ayudar al médico a determinar qué
polen está causando el problema.
Se debe
diferenciar la rinitis alérgica perenne de las infecciones recurrentes de senos
(sinusitis) y de las formaciones anormales que afectan la nariz (pólipos
nasales). La sinusitis y los pólipos nasales pueden ser complicaciones de la
rinitis alérgica.
En cuanto a la
rinitis estacional llega junto con la estación del polen, la nariz, el paladar,
la parte posterior de la garganta y los ojos comienzan a picar gradualmente o
de forma brusca. Por lo general, los ojos están llorosos, comienzan los
estornudos y suele caer una agua clara por la nariz. Algunas personas tienen
dolor de cabeza y tos, y jadean; están irritables y deprimidas; pierden el
apetito y tienen dificultades para conciliar el sueño. La parte interna de los
párpados y el blanco de los ojos pueden inflamarse (conjuntivitis). El
revestimiento de la nariz puede inflamarse y adoptar un color rojo azulado, que
produce goteo y congestión nasal.
Quienes tienen la
nariz crónicamente congestionada pero no están afectados de sinusitis, pólipos
nasales ni alergia demostrable, pueden tener una enfermedad diferente (rinitis
vasomotora) cuyo origen no es alérgico.
Suprimir los
mecanismos inflamatorios normales puede desencadenar problemas de salud más
graves: si se emplean indiscriminadamente corticoides en el tratamiento de
infecciones virales se da el caso que los virus infecciosos se desarrollen más
rápido y más peligrosamente en el paciente.
Cuanto más tiempo
se emplea un fármaco corticoide mayores efectos secundarios se van a
desencadenar: gastritis, defectos en los depósitos de calcio en los huesos,
cúmulos de grasa corporal son los más frecuentes problemas asociados al uso
prolongado o indiscriminado de un corticoide.
Por eso los
corticoides en la actualidad se usan bajo indicaciones muy precisas; no deben
emplearse para tratar resfriados comunes ni tampoco para aliviar las molestias
producidas por un golpe. También está contraindicado su uso en procesos
tuberculosos o luéticos en la zona de tratamiento, afecciones virales (vaccinia,
varicela, herpes, ...).
Se debe pensar
100 veces para prescribir corticosteroides y luego de pensar 100 veces debe
volver a pensar 1000 veces, para dar inicio a un tratamiento con corticoides.
Es también una de las enfermedades más observadas en la
práctica otorrinolaringológica. Se puede dividir en aguda, crónica, alérgica,
etc. Generalmente, la rinitis aguda es una complicación de la infección aguda
del aparato respiratorio. La crónica puede ser subdividida, a su vez, en
simple, hipertrófica, seca y atrófica. De entre ellas la rinitis simple crónica
es la más común. Pero si perdura sin tratamiento, puede producir hiperplasia
del periostio y los cornetes nasales y
devenga en rinitis hipertrófica crónica. Por rinitis atrófica se refiere a la
atrofia de la mucosa, el periostio y los cornetes nasales, acompañada de ocena,
por lo que se llama asimismo “nariz fétida”. Sin embargo, ésta es menos
observada que las dos rinitis antes citadas. La rinitis alérgica se manifiesta predominantemente por prurito
de la cavidad nasal, estornudos incesantes, obstrucción nasal y secreción mucohialina. Ocurre de súbito y se alivia rápido, pero
recurre con evolución larga.
Se realiza tratamiento con acupuntura con agujas filiformes;
Puntos principales: Yingxiang y yintang. Puntos secundarios: Zanzhu, fengchi, shangxing
y hegu.
Las agujas ingresan
despacio, se las rota con el método de tonificación y dispersión parejas, se
las deja implantadas 25-40′ y durante la retención se las hace girar 1 vez, a
fin de fortalecer el estímulo. Una sesión diaria o en días alternativos, con
6-10 sesiones para formar 1 curso de tratamiento.
Habitualmente, la acupuntura
sirve para curar el caso agudo en 2 ó 3 sesiones, con resultado bastante
efectivo. Surte también efecto para el caso crónico.
Con esta terapia se
atendió a 253 casos con rinitis crónicas cuya mayoría tenía de 16-45 años de
edad y cuya patología había durado de 1-5 años. La mayor parte de ellos se
beneficiaron del tratamiento tras 1-2 cursos. La acupuntura puede llevar el
cornete inferior a la contracción. Alguna que otra vez, cuando se punciona un
cornete inferior, esto puede hacer que los cornetes de ambos lados se contraigan.
El efecto acupuntural resulta bueno si hay una fuerte contracción de los
cornetes, mientras es pobre si no la hay. La acupuntura no únicamente sirve
para la rinitis en general, sino que también tiene buen efecto para la rinitis
alérgica.
La rinitis alérgica
es una enfermedad de reacción metamorfósica para la cual todavía se carece de
terapia satisfactoria hasta la actualidad. Se reportó 338 casos tratados con
acupuntura. Como resultado, la mitad fue curada; un tercio, más o menos,
mejoró; y en unos pocos no surtió efecto. Para la rinitis atrófica la intervención
quirúrgica es eficaz hasta el 65%, pero aún deja mucho que desear.
El tratamiento se realiza con la selección de los puntos:
shangxing, yingxiang, jingming, zanzhu, juliao, sibai, sanjian, hegu, zusanli y
sanyin-jiao. A veces también se punciona en el dorso de la nariz y en el cornete
inferior. En cada sesión se toma 1 punto cercano a la nariz y se añade otro de
uno de los cuatro miembros. Todos los puntos son usados sucesivamente. Se da 1
sesión de acupuntura cada 2 ó 3 días y se deja las agujas insertas 25-40′ cada
vez. Sí el efecto no ha sido notable luego de 5-6 sesiones, se procede a otra
terapia distinta. Método de puncionar en el dorso de la nariz: Bajo la observación
con un rinoscopio se hace ingresar una aguja filiforme de 2 cun de largo por
encima del extremo supero anterior del borde anexo al cornete inferior para
internarla en la mucosa en 0,2-0,3 cun. Una vez hecho esto, el paciente
estornuda, excreta moco o tose. Removida la aguja, los síntomas desaparecen.
También es efectivo el
método con la aplicación de Moxibustion. en el punto Feishu. Se aplica
cigarros de moxa en forma moderada, es 1 ó 2 sesiones diarias, y cada sesión
toma 20-30′.
Explicaciones adicionales:
La acupuntura
proporciona un efecto importante para varios tipos de rinitis. El efecto es más
ideal para la rinitis alérgica; en menor porcentaje para la rinitis simple,
pero también es bastante satisfactorio. El efecto resulta más dificil para la
rinitis hipertrófica, no obstante lo cual aventaja al vasoconstrictor en cuanto
al alivio de la obstrucción nasal.
Informes:
Telf. 02 2236069 / 0997388009 /
Quito Ecuador