martes, 30 de abril de 2013

DOLOR DE RODILLA Y ACUPUNTURA







 



El dolor de rodilla es un síntoma común en personas de todas las edades. Puede comenzar repentinamente, a menudo después de una lesión o de ejercicio. También puede empezar como una molestia leve y luego poco a poco va empeorando.

El dolor de rodilla es una queja muy común entre los niños y los adultos. Según la Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos, más de 11 millones de visitas se hacen a los consultorios médicos cada año a causa de una rodilla o un problema de rodilla relacionadas. Es el sitio anatómico más frecuentemente tratada por ortopedistas, y uno de los sitios más frecuentemente examinadas por médicos generales.

La rodilla es la articulación más grande del cuerpo. Se compone del extremo inferior del hueso del muslo (fémur o), que gira en el extremo superior de la espinilla (tibia) y la rótula, que se desliza en una arboleda en el extremo del fémur. La articulación de la rodilla también contiene varios músculos, que permite enderezar la pierna y doblar la pierna en la rodilla; tendones, que conectan los músculos a los huesos; ligamentos, que ayudan de control de movimiento mediante la conexión de los huesos y el cartílago, que sirve para amortiguar la rodilla o ayudar a absorber golpes durante el movimiento.

Debido a su tamaño, y debido a que es una estructura tan compleja, sino que también es una de las articulaciones más frecuentemente lesionados. Las lesiones de rodilla puede ser causado por varios factores. La mayoría de las quejas de dolor de rodilla resultado de algún tipo de trauma, como una rotura de ligamentos o de ruptura, una rótula rota o fracturada; cartílago desgarrado, o un accidente que causa daños en la zona o las cepas de la rodilla más allá de su rango normal de movimiento. Otras condiciones que pueden conducir a dolor de rodilla son las infecciones; artritis; hemartrosis (sangre en la articulación de la rodilla); quistes y tumores óseos. El sobrepeso también puede contribuir a problemas de rodilla, causando exceso de tensión en los ligamentos y el cartílago.

El dolor de rodilla no se limita a los atletas profesionales, sin embargo. A medida que la gente envejece, la cantidad de cartílago en las disminuciones de rodilla, y muchos ligamentos comienzan a perder parte de su elasticidad, haciéndolos más susceptibles al dolor y / o lesiones.

Los estudios han demostrado que la acupuntura es eficaz en el alivio de ciertos tipos de dolor en la rodilla, especialmente en condiciones artríticas de la rodilla y la articulación de la rodilla. Un estudio de 1999 comparó electroacupuntura para masaje con hielo y la estimulación nerviosa transcutánea (TENS) para los sujetos con osteoartritis encuentran que la acupuntura reduce el dolor y la rigidez y el aumento de los niveles de fuerza muscular y la flexión de la rodilla. Otro estudio publicado ese mismo año sugiere que los pacientes con síndrome de dolor patelofemoral podrían beneficiarse de los tratamientos de acupuntura semanalmente. Estudios más pequeños han confirmado que la acupuntura es beneficiosa para reducir el dolor de rodilla, la rigidez y la discapacidad física en los pacientes con problemas de rodilla y la rodilla-relacionado. Se puede aliviar el malestar algunos sujetos se sientan a la espera de una cirugía de rodilla, y en algunos casos, incluso puede ser considerada como una alternativa a la cirugía.

La acupuntura es bien probada para el alivio del dolor. Todos los días, miles de personas en los Estados Unidos y en Europa, solamente reciben la acupuntura para el dolor. Un reciente estudio patrocinado por los Institutos Nacionales de Salud muestra de manera concluyente que la acupuntura es eficaz para el alivio del dolor de rodilla causado por la osteoartritis. De hecho, se redujo la necesidad de medicamentos para el dolor en un 40%, al mismo tiempo aumentar la funcionalidad de un 40%. Un estudio de  Demark incluso mostró que la acupuntura para reducir la necesidad de una cirugía de reemplazo de rodilla. También puede ayudar a reducir el dolor y la hinchazón de la tendinitis, bursitis, lesiones y de la artritis reumatoide.

Consulte con su médico ACUPUNTURISTA si:
  • No puede soportar peso en la rodilla
  • Presenta un dolor intenso incluso cuando no está soportando peso
  • La rodilla se dobla, produce un chasquido o se bloquea
  • Su rodilla aparece deforme o desfigurada
  • Presenta fiebre, enrojecimiento o calor alrededor de la rodilla o inflamación significativa
  • Tiene dolor, inflamación, entumecimiento, hormigueo o coloración azulosa en la pantorrilla debajo de la rodilla adolorida
  • Aún tiene dolor después de tres días de tratamiento en el hogar
La mayoría de mis pacientes tienen alivio en el momento en que bajan de la mesa de tratamiento! Algunos pacientes puede tardar hasta seis semanas de tratamiento antes de experimentar un alivio significativo. El alivio del dolor que dura por lo general mucho tiempo se llevará a cabo con varios tratamientos. En mi consultorio profesional, les sugiero dos tratamientos por semana durante tres semanas, luego de un tratamiento a la semana durante dos semanas. En este punto se volverá a evaluar para ver si hay más sesiones de acupuntura y si son necesarios. Algunos pacientes no necesitan regresar después de que el curso del tratamiento termina, mientras que otros con enfermedades crónicas, encontramos que los tratamientos de mantenimiento regulares son necesarios para mantener alejado el dolor en la rodilla

Al igual que con cualquier otro tipo de atención, sin embargo, recuerde que no todos los pacientes responden a la acupuntura. Asegúrese de discutir a fondo la situación con Harvey Rivadeneira Galiano, profesional en acupuntura medica científica, antes de someterse a tratamiento para la rodilla / dolor en las piernas.

Informes:

Telf. 2236069 / 0997388009
Quito   - Ecuador

Referencias
  • Ernst E, Lee MH. Efectos simpáticos de la acupuntura manual y eléctrica del punto de inflexión tsusanli: comparación con los Hoku mano puntuales efectos simpáticos. Exp Neurol 10 1986, 94 (1) :1-10.
  • Colmillo Z. Artralgia tratados por la acupuntura dentro de la zona "Chifu". J Tradit Chin Med 09 1999, 19 (3) :207-9.
  • Jensen R, Gothesen O, Liseth K, Baerheim A. El tratamiento con acupuntura del síndrome de dolor patelofemoral. J Altern Complement Med 12 1999, 5 (6): 521-7.
  • Myhal D, E Lebel, CY Leung, Camerlain M. Estudio de Radioisótopos del efecto de la acupuntura sobre la vascularización articular de la rodilla. Unión Med Can diciembre 1981, 110 (12) :1046-8. Francés.
  • Shafshak TS. La electroacupuntura y el ejercicio en la reducción del peso corporal y su aplicación en la rehabilitación de pacientes con osteoartritis de rodilla. Am J Chin Med 1995; 23 (1) :15-25.
  • ZM Wu, Chen CG. Tratamiento de hidrartrosis de la rodilla con la manipulación manual y hierbas. Chin Med J Tradit dic 1998; 8 (4) :251-3.
  • Yurtkuran M, Kocagil T. TENS, electroacupuntura y masaje de hielo: comparación del tratamiento para la osteoartritis de la rodilla. Am J Acupunct 1999, 27 (3-4) :133-40.
  • Zhang WB, Aukland K, Lund T, H. Wiig Distribución de la presión del fluido intersticial y el volumen de líquido en la piel de las extremidades posteriores de ratas: relación con los meridianos? Clin Physiol mayo de 2000; 20 (3) :242-9.

lunes, 29 de abril de 2013

RELOJ ETERNA MATIC KONTIKI 20












ETERNA MATIC / KON TIKI 20

Referencia 1489K
Código ET-01
Cuerda Automático
Material de la caja Acero
Material de la correa Acero
Año 1978
Estado 1 (bueno)
Lugar Quito   -  Ecuador
Precio en VENTA$ 55.000 USA 
Disponibilidad Entrega inmediata
Calibre
Cuerda Automático
Calibre 1489K
Calibre básico 1438
Reserva (h) 40 h
Número de piedras 26
Oscilación 21600 A/h
Caja
Material de la caja Acero
Diámetro 37 x 44 mm
Alto 11 mm
Resistente al agua Si / resistente al agua
Cristal Plexiglás
Esfera Plata
Esfera con números Sin números
Brazalete
Material de la correa Acero
Color de la correa Plata
Cierre Broche
Material de cierre Acero
Funciones
Fecha
Otros
Agujas luminosas, Corona atornillada, Estado original/piezas originales

Comentarios
Creado durante la década de 1950, poco después del 100 aniversario Eterna, este reloj fue lanzado como un homenaje a la expedición Kon-Tiki de 1947. En la expedición Kon-Tiki, el explorador noruego Thor Henderdahl y cinco compañeros de aventura construido una balsa y salido de Perú en un intento de establecer una conexión entre las leyendas nativas y teorías arqueológicas que conectan América del Sur y la Polinesia. El Kon Tiki navegó durante 101 días y 4.300 millas náuticas antes de chocar contra el arrecife de Raroia en las islas Tuamotu, pero se demostró que era posible que una balsa primitiva para navegar por el Pacífico, con relativa facilidad. Heyerdahl escribió un libro sobre la expedición que se hizo en un premio de la Academia ganador documental. Este reloj con 1950 buenas miradas clásicas, con casta de un caballo de batalla de un movimiento. Las características 1489K Eterna-matic bujes con cojinetes de bolas de marcas de Eterna. Desarrollado en 1948, el cojinete de bolas montado sistema de rotor que reduce la fricción entrado en la historia de la relojería y se ha convertido en el estándar para los movimientos automáticos. Este reloj no ha sido restaurado para su perfecto estado de funcionamiento y se mantiene perfectamente bien y de  maravilla.  Aunque todos los esfuerzos y la consideración se ha tenido en cuanto a la resistencia al agua, por favor, tenga en cuenta que este es un reloj vintage de la década de 1970. Al igual que con todos los relojes de esta época, no hay garantías para la resistencia al agua, aunque personalmente lo utilizaba al ir al mar o en piscina no ingresando agua al interior.
Un reloj fantástico para añadir o para iniciar una colección de alto nivel.
El presente Reloj Eterna Matic Kontiki 20 Especial Automatico, entregado en el año 1978 por el Sr. Tomas Bogniza, Distribuidor para Ecuador, al Sr. Harvey Rivadeneira Galiano estudiante de medicina de la Facultad de Ciencias Medicas de la Universidad Central del Ecuador y cumpliendo el año de Internado Rotativo en el Hospital Carlos Andrade Marín de la ciudad de Quito.
Por mi propia voluntad y derecho, con la finalidad de entregar apoyo humano, pongo en venta a nivel mundial  el reloj especial Eterna Matic Kontiki 20 Automático.
Informes:
02 2236069 / 0997388009
Quito  - Ecuador

viernes, 26 de abril de 2013

LEYENDAS DE DRAGONES





La Edad Media es el período de tiempo que va desde el siglo V al XV de nuestra era. Nacieron entonces numerosas leyendas, pobladas de creencias y devociones populares, pero también florecieron trovadores, juglares y poetas.  El dragón es uno de los seres fantásticos que más pasiones despierta. Caracterizado como una criatura de enorme poder, grande y fiera, es representante de la fuerza y de lo poderoso. La palabra que le da origen, “drakos“, significa serpiente en griego antiguo, y en efecto, muchos dragones son una especie de gran serpiente, o un hibrido entre serpiente y lagarto,  con cabeza, piel de escamas y cortas patas acabadas en garras… sin contar con las alas que poseen los dragones voladores. La mitología ha empleado recurrentemente el símbolo del dragón, extendiendo su pervivencia en el imaginario; pero también ha usado su imagen reduciéndolo a un poderoso monstruo casi invencible. Las múltiples apariciones de dragones, sin embargo, hacen uso frecuente de elementos tradicionales e innovadores en la criatura, que amplían sus alcances y estimulan más la imaginación, dando así lugar a un sinfín de dragones con diversas cualidades y variantes.



Como ejemplos representativos se pueden mencionar los dragones del legendarium de J. R. R. Tolkien, cuyo máximo exponente es el Smaug de El hobbit, los dragones de las novelas de Memorias de Idhún, de Laura Gallego García, o los dragones que constituyen uno de los elementos más relevantes del universo del juego de rol Dungeons & Dragons. También podemos encontrar a Fujur en La historia interminable o los dragones-montura de la serie de historietas El Mercenario. También es un buen ejemplo la película Cómo entrenar a tu dragón, en la que se pueden observar distintas formas de dragones. En el año 2005, el Discovery Channel, a través de su afiliada Animal Planet, produjo un documental titulado «El mundo del dragón: una fantasía hecha realidad» realizando de manera fantástica la recreación de lo que podría haber sido la extinción de esta supuesta especie. La producción es una conjunción de ficción, supuestos y leyendas, con una amplia descripción de posibles patrones de conducta animales de apareamiento, alimentación y comportamiento. La producción del Discovery Channel cuenta la historia de una hembra de dragón que trata de sobrevivir para alimentar a su cría. Esta historia fue ambientada en Rumanía, donde la leyenda de los dragones es muy importante, en la Edad Media. Explica que un grupo de estos animales que escupían fuego habrían podido vivir en la época de los dinosaurios, que escaparon a la aniquilación adaptándose a vivir en el agua y que más tarde se expandieron por todo el planeta, dominando selvas y conquistando montañas. En la historia mostrada en este documental, los caballeros rumanos, vestidos con los atuendos típicos de la Edad Media, suben a la montaña y matan a la madre y a su cría, acabando así con la leyenda.

El dragón (del latín draco, y este del griego δρακων, drakon, ‘víbora’ o ‘serpiente’) es un animal mitológico que aparece en diversas formas en varias culturas de todo el mundo, con diferentes simbolismos asociados. Las interpretaciones más familiares de dragones son los dragones europeos, derivados de la tradición popular y de la mitología de Grecia, Escandinavia y Oriente Próximo, y también las de dragones orientales. La palabra dragón deriva del griego δράκων (drákōn), “dragón, serpiente de gran tamaño, o serpiente de agua“, que probablemente viene del verbo δρακεῖν “ver claramente“. En función de las diversas culturas que lo han representado, la figura del dragón juega un papel importante como dios o guardián, o como monstruo y poderoso enemigo. Se le atribuyen cualidades y habilidades tales como ser poseedor de una gran sabiduría y conocimiento o pecar de gran avaricia y codicia que le conduce a devastar poblaciones enteras para apilar gigantescos tesoros. Por lo tanto, la imagen y figura del dragón ha ido variando y ha sido interpretada de muy diversas formas a lo largo de la historia. Las culturas occidentales y orientales han imaginado reptiles gigantes y alados. El mito de la existencia de los dragones se sustenta en una diversa cantidad de leyendas y representaciones, diseminadas entre las distintas culturas que lo representan. Se ha planteado, como explicación de este fenómeno, el descubrimiento de fósiles de dinosaurio que llevasen a esas culturas a imaginar seres parecidos. También cabe señalar que los dragones en cada cultura presentan aspectos y características diferentes.

 
Así, en la Edad Media, se creía que los cadáveres de cocodrilo, traídos a mercados y demás sitios de exhibición desde Egipto y Arabia durante la época de Las Cruzadas, se trataban de cadáveres de dragón. El simbolismo alrededor del dragón es esencialmente el de la lucha. La lucha entre el dragón y un héroe o un dios tiene, sin embargo, distintos significados. En estos míticos combates el dragón asume dos papeles, el de devorador y el de guardián, que tienen finalmente una sola raíz: el de un ser cósmico en espera, cuya acción implica la muerte –o el nacimiento– de un orden universal. Así, en un principio, los dragones fueron devoradores de dioses –algunos mitos se refieren a los dragones como la causa de los eclipses, por ejemplo–, o sus enemigos –caso de Apofis y Pithon, enemigos del sol–; posteriormente los dragones fueron fuerzas a las que se les ofrecían doncellas en sacrificio y no tardaron en concebirse como comedores de hombres. De todos modos, ese papel no se aleja del de guardián, que implica la espera y el mantenimiento de un orden que preludia una reinvención del universo o el descubrimiento de un lugar sagrado. Justamente porque son guardianes de algo sagrado, es por lo que simbolizan el puente a otro mundo o la prueba de todo héroe. Las actitudes tomadas en las culturas del mundo frente a la figura del dragón y la lucha que supone se distancian en ocasiones, particularmente si se compara la idea de dragón que existe en el lejano Oriente con la predominante en Occidente. Los dragones chinos (o long), los japoneses (o ryū) y los coreanos son vistos generalmente como seres benévolos, mientras que los europeos son en su mayoría malévolos.
Sin embargo, los dragones malévolos no están restringidos a Europa: entre otras culturas, esta interpretación se mantiene también en la mitología persa. El tema es complejo y ha variado a lo largo de la historia. Como ejemplo, entre los romanos, típicos representantes del Occidente antiguo, el dragón era considerado un símbolo de poder y sabiduría. En Oriente Próximo, la figura del dragón, simbolizaba el mal y la ruina. En Enuma Elish, una epopeya escrita alrededor del 2000 a. C., la diosa Tiamat era un dragón que simbolizaba los océanos y comandaba las hordas del mal, cuya destrucción previa era necesaria para crear un nuevo universo ordenado. También en la Biblia hebrea el dragón representa el mal. En la mitología persa destaca el caso de Azi Dahaka, un dragón malévolo. En Rumanía, se habla del dragón geta-dacio, que tenía cabeza de lobo y cola de serpiente. Esta imagen era empleada en la guerra ya que en la bandera de Dacia aparece un dragón. En muchas culturas orientales los dragones eran, y en algunos cultos son todavía, reverenciados como representantes de las fuerzas primitivas de la naturaleza y el universo. En Oriente, el dragón siempre se ha considerado una criatura benéfica y un símbolo de buena fortuna.



A diferencia de sus congéneres occidentales, los dragones orientales no escupen fuego ni tienen alas, aunque normalmente pueden volar gracias a la magia. Un dragón típico de Oriente tiene cuernos de ciervo, cabeza de caballo, cuello de serpiente, garras de águilas, orejas de toro y bigotes largos como los de los gatos. En las leyendas chinas hay dragones que vigilan los cielos, dragones que traen la lluvia, y dragones que controlan los ríos y arroyos. En Japón, donde se los tiene por seres sabios, amables y siempre dispuestos a ayudar, los dragones han sido, durante siglos, el emblema oficial de la familia imperial. Los dragones chinos y japoneses simbolizan el poder espiritual supremo, el poder terrenal y celestial, el conocimiento y la fuerza, y por lo tanto son benévolos. El dragón es la insignia más antigua del arte de estos países. Proporcionan salud y buena suerte y viven en el agua. Según las antiguas creencias chinas, traen la lluvia para la recolección. Es por eso que el dragón se convirtió en el símbolo imperial de ese país. En el Himalaya representan la buena suerte. Corea también tiene sus dragones, de similar carácter positivo. Pero las tribus nórdicas de Europa asociaban su folclore con varios aspectos terroríficos del dragón.
La mitología germana incluye al dragón (Nidhug o Níðhöggr) entre las fuerzas del inframundo. Se alimenta de las raíces de Yggdrasil, el fresno sagrado que extiende sus raíces a través de todos los mundos. Los antiguos escandinavos (los vikingos), adornaban las proas de sus naves esculpiéndolas en forma de dragón. Usaban esta decoración en la creencia de que así asustarían a los espíritus (Landvaettir) que vigilaban las costas a las que llegaban. También los dragones aparecen en poemas germanos: en Beowulf, un poema épico anglosajón, el más antiguo que se conserva y en el que se basó Tolkien para algunas de sus obras. Un hombre llamado Beowulf, que había librado a su pueblo de un monstruo mitad hombre y mitad diablo, luego, ya convertido en el rey, lucha contra un dragón, disputa en la que ambos mueren. En el Cantar de los Nibelungos, un poema épico medieval anónimo, Sigfrido mata a un dragón, llamado Fafnir, y al ungirse con su sangre se hace inmune a todo mal. Para los celtas, el dragón era una divinidad de los bosques, cuya fuerza podía ser controlada y utilizada por los magos. Entre los conquistadores celtas de Britania fue símbolo de soberanía, y durante la ocupación romana de la isla adornó los estandartes de guerra, convirtiéndose en un símbolo heráldico y luego militar. Entre los romanos el dragón era considerado un símbolo de poder y sabiduría. Para la mitología eslava, el dragón era una de las formas que adoptaba el dios Veles, señor del Mundo Subterráneo, adversario de Perún, dios del trueno.



Los cristianos heredaron la idea hebrea del dragón, que aparece en el Apocalipsis, del apóstol Juan, y en otras tradiciones posteriores. En el arte cristiano del Medievo simboliza el pecado y al aparecer bajo los pies de los santos y mártires representa el triunfo de la fe y los reinos cristianos sobre el diablo. La leyenda de San Jorge y el dragón muestra claramente este significado. En el simbolismo medieval la idea de lucha contra dragones sirvió para fortalecer la motivación de los reinos cristianos. Se presentaban a menudo también como representaciones de la apostasía, la herejía y la traición, pero también de cólera y envidia, y presagiaban grandes calamidades. Varias veces significaban la decadencia y la opresión, aunque sirvieron también como símbolos para la independencia, el liderazgo y la fuerza. Los colores a menudo determinaron el simbolismo que un dragón tenía. En la pauta del viaje del héroe, los dragones representaron el obstáculo o el temor, y el paso necesario para volver al hogar, y como muchos dragones se presentan también como la encarnación de la sabiduría. En esas tradiciones matar a uno de ellos no sólo daba acceso a sus riquezas sino también significaba que el caballero había vencido a la más astuta de las criaturas. Otra faceta del dragón, en la mitología clásica de la época caballeresca, es el dragón como guardián que custodia o secuestra princesas en sus castillos.
En el occidente de la actualidad es casi siempre concebido como una criatura malvada, poderosa y cruel, estereotipo extraído tanto de las antiguas leyendas como de las más modernas películas. La mayoría de los autores llaman serpientes a los dragones mesoamericanos, pero ya que etimológicamente la palabra dragón significa serpiente entonces tomaremos el término cóatl como dragón en el caso de los seres mitológicos mencionados, en lugar del significado literal “serpiente” para diferenciarlos de las serpientes y víboras, las que tienen sus propios significados. En la Mesoamérica prehispánica existe una gran tradición de veneración a la serpiente como animal sagrado. Gracias al intercambio cultural debido en gran medida a las constantes guerras de conquista de algunos imperios mesoamericanos y el intercambio comercial de otros tantos, no era de sorprenderse que muchos pueblos compartieran no sólo creencias, sino que los dioses extranjeros súbitamente formaran parte integral de un panteón dado. De esta manera las criaturas mitológicas también eran absorbidas por la gente e incluidas en el folclore y religiones de dichas naciones. Las serpientes mesoamericanas a menudo son acompañantes de dioses a quienes asisten en sus deberes. Tal es el caso del dios tutelar de los tenochcas, Huitzilopochtli, a quien un dragón de fuego asiste como arma. Algunos dioses responsables de la lluvia (excepto Tlaloc) montan serpientes de viento mientras lanzan dardos y flechas a las nubes ocasionando la lluvia.



Algunas características casi siempre presentes en las serpientes mesoamericanas son: cuerpo serpentino o de serpiente, plumas (en tocado o como símbolo de divinidad) o capacidad de volar.  Si bien los nahuas son un grupo étnico, su cultura influenció a los pueblos adyacentes, particularmente a los que adoptaron su lengua, como los chichimecas que se asentaron en el Valle y se convirtieron más tarde en mexicas. Pero estas categorías de dragones eran reconocidas por la mayoría de las culturas nativas del Valle de México. Decían los antiguos nahuas que el dragón de viento, Ehécatl, barría con su aliento la tierra, preparándola para recibir el regalo del agua divina. De esta manera se explicaban el viento que sopla anunciando la inminente lluvia. Las Mazacoatl, o serpientes venado, son un tipo de serpientes viciosas, mitad venado mitad serpiente, y es un ser que disfruta al seducir a los mortales para después devorarlos. Desempeña un papel similar al de las sirenas o las arpías de la mitología griega. La serpiente jaguar, Ocelocoatl,  tiene la mitad anterior del cuerpo como el de un jaguar y de la cintura a la punta de la cola tiene el cuerpo de una serpiente. Ésta simboliza la tierra (jaguar) y el agua (serpiente), en relación dependiente la una de la otra.
La traducción literal utilizada de ‘serpiente emplumada’ ha ido cambiando conforme a nuevos hallazgos e interpretaciones de las culturas nahuas. El término “quetzalli“, en el caso de Quetzalcoatl, significa precioso debido al plumaje reluciente del dragón. Recordemos que las plumas eran utilizadas por los pueblos americanos a manera de joyas y las plumas del quetzal eran las más preciosas de todas. De ahí que el término haya pasado de ‘serpiente emplumada’ a ‘serpiente preciosa’ o ‘hermosa serpiente voladora’, que es un término más conceptual y no una mera traducción literal. Así bien, la serpiente preciosa posee un plumaje de brillantes colores en donde predomina el verde turquesa, además de un gran tocado de plumas rodeando su cabeza a manera de melena. Y en una pirámide está representado que en el equinoccio baja una serpiente del cielo. Aparece representado en muchas culturas como ornamento en muchas partes, desde vasijas ornamentadas hasta templos y edificios. La serpiente preciosa es casi exclusivamente identificada con el dios tolteca Quetzalcóatl, el que fue reverenciado por múltiples culturas del Valle de México como los teotihuacanos, los propios toltecas y hasta los tenochcas, como podremos evidenciar en el arte de cualquiera de estos pueblos. Alfonso Caso lo traduce como “mi gemelo precioso“, debido a que Venus aparece a un lado y otro del cielo, representando a Quetzalcóatl y Tezctlipoca, según sea de mañana o al caer la noche.



Xiuhcóatl , o serpiente de fuego, se trata de una serpiente, color verde turquesa, que puede verse en los cielos nocturnos cuando cruza el firmamento a toda prisa como estrella fugaz. Su apariencia es similar a la de la ‘serpiente preciosa’, pero se puede diferenciar ya que en algunas ocasiones es representado como rojo con flamas turquesa alrededor de su cuerpo y con un tocado de largas plumas en vez de la melena característica de la serpiente preciosa, además, frecuentemente se representa con un cascabel en la punta de la cola. Según las historias del Popol Vuh, Tepew y Kukumatz fueron dos dioses que tomaron forma de serpientes y dieron forma y orden a todo lo creado por Corazón del Cielo a partir del caos primitivo. Cabe destacar que Kukumatz comparte muchas características con el maya Kukulkán o el tolteca Quetzalcóatl. No obstante lo anterior, varios estudiosos de las culturas mesoamericanas no consideran correcto utilizar el concepto de “dragón“, para referirse a las serpientes sagradas objeto de culto de dichos pueblos. En torno a Los Andes se creía en el poder que ejercían las “serpientes del abismo marítimo y de la montaña esplendorosa“. Estas eran criaturas de grandes proporciones que también son considerados dragones. Así por ejemplo, las que se veneraban en los Andes centrales difieren de aquéllas de los extremos del Imperio Inca.
Las bestias de la mayor parte de Sudamérica estaban ampliamente relacionadas con enormes serpientes que se remontaban con los orígenes de la humanidad, coincidiendo con otras regiones del planeta. Pero, a diferencia del viejo mundo, estos dragones no presentan unicidad ni en sus características predominantes ni en sus actitudes, aún siendo de aspectos semejantes. De hecho, tales dragones mantenían una historia de conflictos entre sí que se remonta al primitivo pasado de las culturas americanas. La leyenda de Ten Ten y Cai Cai Vilu refleja esto, al enfrentarse ambas serpientes (Mar y Tierra) por el futuro del pueblo Mapuche. Los Muiscas, pueblo indígena de Colombia, creían en Chiminigagua, dios creador en forma de serpiente de fuego bajo a la sagrada laguna de Iguaque, y creó a los padres de la humanidad, Bachue y su joven acompañante, vivieron y tuvieron hijos, que después de un tiempo los dejarían hasta convertirse en dos serpientes acuáticas para vigilar a su pueblo, dentro de la laguna de Iguaque; tiempo después el primer Zaque de la sabana de Bogotá, Hijo de Sue o el sol (o de Chia, la Luna o deidad maligna) era un hombre en forma de dragón de color verde.

 
Los dragones de Europa arrojaban fuego, envenenaban las aguas y raptaban doncellas. O esto era lo que se decía de ellos para que se les considerara un enemigo común con el que todos desearan acabar. Se les culpaba de plagas y de épocas de carestía de alimentos, ya que no sólo podían atacar físicamente, sino que dominaban los secretos de la magia con la que podían maldecir o hechizar sin que la gente lo notara. Ya fueran europeos o asiáticos, todos los cronistas coinciden en afirmar que los dragones eran tan antiguos como el propio mundo, criaturas que surgieron de las mismas entrañas del Caos con el nacimiento de la Tierra y el Cielo. Su imagen cambia según las épocas y el lugar, pero suelen tener unas características generales en común: una bestia serpentina con una piel de escamas que actuaba como la mejor de las armaduras. De hecho, cada vez que un ejemplar era muerto, se entraba en la disputa de quién se quedaría con la piel para usarla como armadura o escudo impenetrables. También tenían unas armas mortíferas, como eran su aliento, ya fuera en forma de fuego o de aire helado, sus garras y su misma sangre, que resultaba un ácido muy potente al contacto con los seres humanos. También se les relacionaba con una vista sobrenaturalmente aguda, e incluso nos encontramos con relatos antiguos en los que la misma mirada del dragón era capaz de fulminar a sus adversarios.
Muchas veces encontramos figuras de dragones en los emblemas de distintos ejércitos. Era una creencia extendida la de que el animal que acompañaba en la batalla prestaba su fuerza a los hombres que luchaban en ella, y esta es sin duda la razón por la que esa imagen es tan común. Los soldados persas iban a la guerra llevando delante de sus ejércitos grandes figuras de dragones con las que pretendían espantar a sus enemigos. Los romanos ya pintaban dragones en sus estandartes y los guerreros de las tierras escandinavas, antiguamente tenían como costumbre adornar las proas de sus barcos, a los que llamaban drakar, con cabezas de dragones, que les prestarían su fuerza en caso de combate. Sin embargo, a pesar de las buenas relaciones que con estos seres se daban en algunas tierras, sobre todo en Oriente, donde aún se celebran muchas fiestas con la exhibición de dragones, la realidad más extendida fue de una oposición entre la especie de los dragones y la humana. Los hombres que mataban a un dragón se convertían en héroes. Incluso en santos y los hombres olvidaron las ocasiones en las que los dragones habían estado de su lado. Asimismo, los dragones se volvieron más fieros y hubo enfrentamientos crueles. Dejaron de batallar conjuntamente, y al final los dragones acabaron convirtiéndose en lo que hoy son, un mito fantástico, una leyenda del pasado.Tal vez, inteligentes y sabios como habían sido siempre, fueron ellos mismos los que optaron por permanecer ocultos, por refugiarse en nuestro olvido, quizás hartos de que los hombres acabaran una y otra vez enzarzados en las mismas batallas de siempre, eternas y repetidas.

 
Y allí, relegados al mismo olvido que tantos otros seres mágicos, contactaron con esos otros seres: gnomos, hadas, poderosos magos a quienes, si lograban hacerse dignos de su admiración, a veces servían. Incluso  amazonas sin miedo llegaron a cabalgar sobre sus lomo, por los aires. Smok Wawelski, también conocido como El Dragón de Wawel Hill o simplemente The Wawel Dragon,  es un famoso dragón del folclore polaco. Cuenta la leyenda que este maligno animal vivía antiguamente en una caverna debajo de Wawel Hill, en la ribera del río Vístula que atraviesa Cracovia, Polonia. Algunas historias y tradiciones indican que los dragones existían con anterioridad a la fundación de la ciudad, cuando el área todavía era ocupada sólo por granjeros. Las catedrales de Wawel y de Cracovia se encuentran construidas sobre Wawel Hill. Allí ostentan estatuas de Smok Wawelski y una placa conmemorativa del héroe Krakus, el príncipe polaco fundador de la ciudad. Su palacio, supuestamente, se alza sobre la guarida de dragón. Actualmente se utiliza la caverna del dragón, debajo del castillo, como pieza de interés turístico.
Una versión popular del cuento de Smok Wawelski indica que, durante el imperio del Rey Krak, la ciudad vivía atemorizada bajo el acecho de esta bestia de peligroso aliento de fuego, dotada de seis patas. Cada día, el maligno dragón causaba estragos en la campiña, matando gente, destruyendo sus viviendas y devorando el ganado. Se dice que este animal fabuloso disfrutaba alimentándose de jóvenes doncellas. El gobernante, ansioso de poner fin a la amenaza del dragón, utilizó una influyente una vía para conseguirlo. Ya no quedaban más jóvenes vivas en el reino, excepto la hija del rey, llamada Wanda. Desesperado, el rey prometió la mano de su hermosa hija al caballero que fuera capaz de vencer al temible dragón. Grandiosos guerreros se acercaron desde lugares remotos para disputarse el trofeo… pero todos fueron derrotados por el animal.  Uno día, un pobre aprendiz de caballero llamado Skuba Dratewka aceptó el desafío. Rellenó un gran trozo de carne de cordero con azufre y lo colocó afuera la caverna de dragón. Éste lo engulló de un bocado e inmediatamente comenzó a sentir una sed insoportable.Se acercó al río Vístula para beber, pero el agua no logró mitigar su estómago insatisfecho. Después de beber y beber interminablemente, explotó a orillas del río.  Finalmente, Dratewka obtuvo la mano de la bella Wanda y el pueblo recuperó su felicidad.

 

Jorge de Capadocia es el nombre de un hipotético soldado romano de Capadocia (en la actual Turquía), mártir y más tarde santo cristiano. Nació el 275 d.C. y se dice que murió el 23 de abril del 303. Es considerado un pariente de Santa Nina. Su popularidad en la Edad Media le ha llevado a ser uno de los santos más venerados en las diferentes creencias cristianas e incluso, en un fenómeno de sincretismo, en las religiones afroamericanas. La leyenda, posiblemente originada en el siglo IV, cuenta la historia de Jorge, un romano que tras morir su padre, Geroncio, oficial del ejército romano, se trasladó con su madre Policromía hasta la ciudad natal de ésta,  Lydda, actual Lod (Israel). Allí, Policromía pudo educar a su hijo en la fe cristiana y poco después de cumplir la mayoría de edad entró en el ejército. Debido a su carisma, Jorge no tardó en ascender y, antes de cumplir los 30 años, fue tribuno y comes, siendo destinado a Nicomedia como guardia personal del emperador Diocleciano (284-305 d.C.). En el 303, el emperador emitió un edicto autorizando la persecución de los cristianos por todo el imperio, que continuó con Galerio (305-311). Jorge, que recibió órdenes de participar, confesó que él también era cristiano y Diocleciano ordenó que le torturaran sin éxito. Por ello, fue ordenado que se le ejecutara.
Tras ser decapitado frente a las murallas de Nicomedia el 23 de abril de 303, los testigos convencieron a la emperatriz Alejandra y a una anónima sacerdotisa pagana para convertirse al cristianismo y unirse a Jorge en su martirio. Una vez muerto, el cuerpo de Jorge fue enviado a Lydda para que fuera enterrado. La historia anterior es, en el mejor de los casos, dudosa. Sin embargo, su veneración como mártir comenzó relativamente pronto. Se tienen noticias a través de relatos de peregrinos de una iglesia construida en Diospolis (la antigua Lydda), en su honor, durante el reinado de Constantino I, que se convirtió en el centro del culto oriental a Jorge. Hacia los años 518–530, el archidiácono y bibliotecario Teodosio relata que Diospolis era el centro del culto de Jorge. Un peregrino anónimo de Piacenza menciona lo mismo hacia el 570. La iglesia fue destruida en 1010 y más tarde reconstruida por los cruzados. En 1191 y durante la Tercera Cruzada (1189–1192), la iglesia fue destruida de nuevo por las fuerzas de Saladino. Una nueva iglesia fue erigida en 1872 y aún se mantiene en pie. Durante el siglo IV, la veneración al santo se extendió desde Palestina al resto del Imperio Romano de Oriente. En el siglo V su popularidad llegó a la parte occidental del imperio. En el 494 d.C.,  Jorge de Capadocia fue canonizado por el papa Gelasio I: «…aquellos cuyos nombres son justamente reverenciados, pero cuyos actos sólo son conocidos por Dios».

 

Esta afirmación no evitaría la creación de diversas historias apócrifas sobre su vida, varias de ellas llenas de milagros. De acuerdo con la Enciclopedia Católica, el texto más antiguo preservado sobre la vida del santo se encuentra en el Acta Sanctorum, identificado por estudiosos como un palimpsesto del siglo V, «lleno de extravagancias y maravillas más allá de cualquier credibilidad». Hacia finales del siglo VI, el abad irlandés Adomnanus de la abadía de la isla de Iona relata algunas de las leyendas orientales de Jorge recogidas por el obispo galo Arkulf en su peregrinaje a Tierra Santa en el año 680. En los comienzos del Islam, el santo cristiano se unió, a través del sincretismo religioso y cultural, con el profeta judío Elías, el predicador judío samaritano Phineas y el santo islámico al-Hadr (‘el verde’, del árabe hadir) para formar una figura religiosa que era y todavía es venerada en las tres grandes religiones monoteístas. El nombre de al-Hadr es más corrientemente transcrito como al-Khidr o al-Khadir, mientras para el habla hispana sería más correcto al-Jadir o al-Jidr. La historia de al-Jidr con el profeta Moisés en el  Corán árabe: al-Qur’an al-Karim donde se le llama Musa,  se encuentra en la sura 18, Surat al-Kahf. Es una historia característica para las realidades místicas y gnósticas del sufismo, la ciencia esotérica del Islam.
En el siglo IX aparece otra popular historia: San Jorge a caballo como vencedor de un dragón. Esta historia, que es parte de la leyenda dorada, también es conocida como «San Jorge y el dragón», y es el probable origen de todos los cuentos de hadas sobre princesas y dragones en Occidente. Debe tenerse en cuenta que la leyenda se relata en diversas partes de Europa y Asia Menor como propia. E incluso en el Japón, donde se puede equiparar a Jorge con el dios del trueno Susano-oh, a la princesa con la doncella Kushinada y al dragón con Yamata-no-Orochi. Los detalles varían según la tradición local. La leyenda occidental medieval comienza con un dragón que hace un nido en la fuente que provee de agua a una ciudad. Como consecuencia, los ciudadanos debían apartar diariamente el dragón de la fuente para conseguir agua. Así que ofrecían diariamente un sacrificio humano que se decidía al azar entre los habitantes. Un día resultó seleccionada la princesa local. En algunas historias aparece el rey, su padre, pidiendo por la vida de su hija, pero sin éxito. Cuando estaba a punto de ser devorada por el dragón, aparece Jorge, que en uno de sus viajes, a menudo a caballo, se enfrenta con el dragón, lo mata y salva a la princesa. Los agradecidos ciudadanos abandonan el paganismo y abrazan el cristianismo.

 
La historia, antiguamente considerada verdadera, ha sido abandonada progresivamente. Pero pocos dudan que contenga un rico simbolismo religioso, para el que se han propuesto diversas interpretaciones. Según una antigua interpretación cristiana del mito,  Jorge sería el creyente, el caballo blanco la Iglesia y el dragón representaría el paganismo, la idolatría, la tentación y Satanás. Algunos historiadores laicos consideran que la historia tiene raíces más antiguas que las cristianas. En Capadocia, como una de las primeras regiones en adoptar al santo, puede que haya habido una integración de elementos paganos. Un candidato a predecesor de Jorge de Capadocia es el dios Sabacio, padre celestial de los frigios, conocido como Sabazius por los romanos. Evidentemente su imagen a caballo arrollando a una serpiente es el origen de la popular imagen de San Jorge sobre un caballo blanco. Por otra parte, la historia de Jorge y el dragón tiene muchos elementos comunes con el antiguo mito griego de la princesa etíope Andrómeda y su salvador y posterior esposo Perseo, vencedor de la gorgona Medusa. En ambos casos hay un dragón o Gorgona, con su decapitación, una princesa y una recompensa, en un caso el matrimonio y en el otro la conversión de la ciudad. Algunas de las leyendas sobre Jorge y el dragón sitúan la acción en Libia (antiguamente, toda África del norte al oeste de Egipto), es decir, la acción en ambos casos se sitúa en distantes reinos «mágicos».
Finalmente, el origen podría estar en una manifestación alternativa de Miguel Arcángel, que está al frente de las huestes celestiales. Se puede demostrar que en el reino Franco merovingio ya se veneraba a Jorge de Capadocia en el siglo VI. Sin embargo, no fue hasta la Alta Edad Media, la época de las cruzadas y de la caballería, que se extenderá el culto en Europa. Jorge se convirtió en el protector de los cruzados en la conquista de Jerusalén (15 de julio de 1099). Como miles Christi, es decir, ‘soldado de Cristo’, se convirtió en patrón de los caballeros y soldados, y en protector de algunas órdenes religiosas militares, como la Orden Teutónica (siglo XII) o los templarios. Hacia el siglo XII, la leyenda áurea se extendió por Europa. Santiago de la Vorágine (1230 –1298), arzobispo de Génova, escribió la Legenda sanctorum, una colección de fábulas sobre distintos santos. La historia de Jorge de Capadocia destacaba entre otras. El libro, por el valor que tenía a ojos de los lectores del siglo XIII, acabó conociéndose como Legenda aurea o Leyenda dorada. La información contenida en sus 177 capítulos (que en otras ediciones son 182) actualmente se considera falsa, pero de notable valor literario. Se estima que el libro tuvo una profunda influencia en la extensión de la leyenda en Occidente, tanto a nivel popular como en la literatura y la pintura de Europa Occidental. En los últimos siglos de la Edad Media, Jorge se convirtió en patrón de ciudades, burgos y casas nobles. También llegó a ser el primero de los 14 santos ayudadores como protector de los animales domésticos.

 
 
Como derivación de la anterior leyenda tenemos la de Sant Jordi, en Catalunya. Cuenta la leyenda que la ciudad de Montblanc vivía aterrorizada por un gran dragón que asustaba a todos y causaba daños entre la población y los animales. Para tranquilizarlo, los habitantes del pueblo acordaron dar al dragón una persona en sacrificio y para ello, todos los días se realizaba un sorteo en el que salía elegida la persona que debía ser entregada al dragón. Uno de esos días la mala suerte le tocó a la hija del rey. Ella era una mujer joven y bella muy admirada por los habitantes del pueblo, en especial por su padre quien se resistía a entregarla en sacrificio. Al ver el sufrimiento del rey muchos ciudadanos se ofrecieron para reemplazar a la princesa, pero el rey se negaba a que otros tuvieran que pagar por la suerte de su hija. Además, él era consciente de que su hija hacía parte del pueblo y por tanto debía seguir las normas que hasta el momento se habían pactado. La princesa abandonó la ciudad. Caminando sin prisa en dirección hacia el gran dragón, la princesa se detenía algunos instantes para mirar su pueblo con gran tristeza y resignación. De pronto, cuando menos lo esperaba, apareció un joven caballero con armadura montado sobre un caballo blanco. Al verlo, la princesa le informó de los peligros que podía sufrir estando en ese lugar, pero el caballero se negó a abandonarla y le dijo que él estaba allí para salvarla a ella y a todos los habitantes del pueblo. Este caballero llamado Jordi, se enfrentó al dragón tan pronto este apareció. Libraron una gran batalla hasta que el caballero le incrustó una gran lanza al dragón. De la sangre que derramó el dragón nació un hermoso rosal que Jordi entregó a la princesa después de haber ganado la batalla. Así nace la tradición de que el 23 de abril, día de Sant Jordi, todos los enamorados le regalen una rosa a sus novias.
Dice una leyenda que cuando todavía las aguas no estaban controladas y los ríos en su desborde arrasaban los campos, la diosa madre procreó benéficos descendientes que terminaron ordenando ese caos diluvial. Trabajando en el control de los ríos, de los lagos, del mar y de las nubes, los brillantes dragones navegaron por las aguas y el cielo. Con zarpas de tigre y garras de águila, rasgaban con estruendo las cortinas de lo alto que chispeando ante el descomunal embate dejaban en libertad a las lluvias. Ellos dieron cauce a los ríos, contención a los lagos y profundidad a los mares. Hicieron cavernas de las que brotaba el agua y por conductos subterráneos las llevaron muy lejos para que surgieran de pronto, sin que el asalto abrasador del sol las detuviera. Trazaron las líneas que se ven en las montañas para que la energía de la tierra fluyera, equilibrando la salud de ese cuerpo gigantesco. Y muy frecuentemente tuvieron que luchar con las obstrucciones que provocaban los dioses y los hombres ocupados en sus irresponsables afanes. De sus fauces brotaba como un humo la niebla, vivificante y húmeda, creadora de mundos irreales. Con sus escamosos cuerpos serpentinos cortaban las tempestades y dividían los tifones. Con sus poderosos cuernos; con sus afilados dientes, ningún obstáculo era suficiente, ningún enredo podía permanecer.

 
Y gustaban de aparecerse a los mortales. A veces en los sueños, a veces en las grutas, a veces en el borde de los lagos, porque en éstos solían tener sus escondidas moradas de cristal en las que bellos jardines se ornaban con frutos destellantes y con las piedras más preciosas. El Long inmortal, el dragón celeste, siempre puso su actividad (Yang) al servicio del Tao. Y el Tao lo reconoció permitiéndole estar en todas las cosas, desde lo más grande a lo más pequeño, desde el gran universo hasta la partícula insignificante. Todo ha vivido gracias al Long. Nada ha permanecido inmutable salvo el Tao innombrable, porque aún el Tao nombrable muda y se transforma gracias a la actividad del Long. Y ni aún los que creen en el Cielo y el Infierno pueden asegurar su permanencia. Pero el Long ama al Feng, al ave Fénix que concentra el germen de las cosas, que contrae aquello que el Long estira. Y cuando el Long y el Feng se equilibran el Tao resplandece como una perla bañada en la luz más pura. No lucha el Long con el Feng porque se aman, se buscan haciendo resplandecer la perla. Por ello, el sabio arregla su vida conforme al equilibrio entre el Dragón y el Fénix que son las imágenes de los sagrados principios del Yang y el Ying.
El sabio se emplaza en el lugar vacío buscando el equilibrio. El sabio comprende que la no-acción genera la acción y que la acción genera la no-acción. Que el corazón de los vivientes y las aguas del mar, que el día y la noche, que el invierno y el verano, se suceden en el ritmo que para ellos marca el Tao. Al fin de esta edad, cuando el universo haya llegado a su gran estiramiento, volverá a contraerse como piedra que cae. Todo, hasta el tiempo, se invertirá volviendo al principio. El Dragón y el Fénix se reencontrarán. El Yang y el Ying se compenetrarán, y será tan grande su atracción que absorberán todo en el germen vacío del Tao. El cielo es alto, la tierra es baja; con esto están determinados lo creativo y lo receptivo… con esto se revelan los cambios y las transformaciones. Pero nadie puede saber realmente cómo han sido ni cómo serán las cosas, y si alguien lo supiera no podría explicarlo. El que sabe que no sabe es el más grande; el que pretende que sabe pero no sabe, tiene la mente enferma. El que reconoce la mente enferma como que está enferma, no tiene la mente enferma. El sabio no tiene la mente enferma porque reconoce a la mente enferma como la mente enferma.

 
Otra leyenda dice que hace mucho tiempo, cuando no había ríos ni lagos en la Tierra sino solamente el mar del Este, habitaban en él cuatro dragones: el Gran Dragón, el Dragón Amarillo, el Dragón Negro y el Dragón Perlado. Un día, los cuatro dragones volaron desde el mar hacia el cielo, en donde comenzaron a jugar con las nubes. De pronto uno de los dragones dijo a los demás “¡Vengan rápido a ver esto, por favor!”. “¿Qué sucede?” preguntaron al unísono los otros tres, mirando hacia donde apuntaba el Dragón Perlado. Abajo, en la Tierra, se veía una multitud ofrendando panes y frutas y quemando incienso. Entre el gentío se destacaba una anciana de cabellos blancos, arrodillada en el suelo con un niño pequeño atado a su espalda. Ella rezaba: “Dios de los Cielos, por favor, envíanos pronto la lluvia para que tengamos arroz para nuestros niños”. Y es que no había llovido por largo tiempo. Los cultivos se secaban, la hierba estaba amarilla y la tierra se resquebrajaba bajo el sol ardiente. “¡Cuán pobre es esta gente!” dijo el Dragón Amarillo, “y morirán si no llueve pronto”. El Gran Dragón asintió. Entonces propuso “Vayamos a rogarle al Emperador de Jade para que haga llover”. Dicho lo cual dio un salto y desapareció entre las nubes. Los demás lo siguieron de cerca y todos volaron hacia el Palacio del Cielo. El Emperador de Jade era muy poderoso, pues estaba a cargo de los asuntos del cielo y de la tierra. Al emperador no le agradó ver a los dragones llegar a toda velocidad.
“¿Qué hacen aquí? ¿Por qué no se comportan como es debido y se quedan en el mar?”. El Gran Dragón se adelantó y dijo: “Los cultivos de la Tierra se secan y mueren, su majestad. Le ruego que envíe pronto la lluvia”. “Muy bien. Primero vuelvan al mar y mañana enviaré la lluvia”, dijo el emperador. Los cuatro dragones le agradecieron y regresaron muy alegres. Pero pasaron diez días y ni una sola gota de agua cayó del cielo. La gente sufría más, algunos comían raíces, algunos comían arcilla, cuando ya no hubo más raíces. Viendo esto, los dragones se pusieron muy tristes, pues sabían que el Emperador de Jade sólo se preocupaba por su propio placer y nunca se tomaba a la gente en serio. Sólo ellos cuatro podían ayudar a la gente, pero ¿cómo hacerlo? Mirando hacia el vasto océano, el Gran Dragón dijo tener la solución. “¿De qué se trata? ¡Habla ya!” dijeron los otros tres. “Miren. ¿No hay muchísima agua en el mar en donde vivimos? Podríamos tomarla y arrojarla hacia el cielo, entonces caería como si fuera lluvia y se salvarían la gente y sus cultivos” dijo el Gran Dragón. “¡Buena idea!” dijeron los demás aplaudiendo. “Pero, advirtió el Gran Dragón, si el emperador se entera nos castigará”. “Haría cualquier cosa con tal de ayudar a la gente” dijo el Dragón Amarillo. “Entonces comencemos. De seguro no nos arrepentiremos” dijo el Gran Dragón.

 
El Dragón Negro y el Perlado no se quedaron atrás y volaron hacia el mar para llenar sus bocas de agua, que luego soltaron sobre la Tierra. Los cuatro dragones iban y venían y el cielo se oscureció de tanta actividad. No pasó mucho rato hasta que el agua del mar estaba derramándose en forma de lluvia sobre toda la Tierra. “¡Llueve, llueve! ¡Los cultivos se salvarán!” toda la gente saltaba y gritaba de alegría. Las espigas de trigo y el sorgo se enderezaron. El Dios del Mar descubrió lo que estaba sucediendo e informó al emperador. “¿Cómo se atreven los cuatro dragones a dar lluvia sin mi permiso?” El Emperador de Jade estaba furioso y ordenó a las tropas del cielo que apresaran a los dragones. Los dragones, en evidente inferioridad numérica, no pudieron defenderse y pronto fueron arrestados y llevados al Palacio del Cielo. “Ve y pon cuatro montañas sobre los cuatro dragones, para que nunca más puedan escapar” ordenó el emperador al Dios de las Montañas. Este uso su magia para que cuatro grandes montañas aparecieran volando y cayeran sobre los cuatro dragones. Aún así, los dragones nunca se arrepintieron de sus actos. Decididos a ayudar a la gente por toda la eternidad, se convirtieron en cuatro ríos, que corrieron atravesando las montañas y los valles, cruzando el territorio de oeste a este para llegar finalmente a su hogar, el mar. Y así se formaron los cuatro grandes ríos de China: el Heilongjian (Dragón Negro) en el norte, el Huanghe (Río Amarillo) en el centro, el Changjiang (Yangtze, o Gran Río) en el sur y el Zhujiang (Perlado) mucho más al sur.


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miércoles, 24 de abril de 2013

INFIDELIDAD







 



La infidelidad se refiere, popularmente, a las relaciones amorosas, a corto o largo plazo, establecidas con personas distintas del vínculo oficial  que a menudo se mantienen en secreto por considerarse como una amenaza a la institución familiar. Aunque de acuerdo con el DRAE el vocablo (proveniente del latín infidelĭtas, -ātis) denota el incumplimiento del compromiso de fidelidad o la falta de ésta. Por consiguiente, puede significar la carencia de lealtad o quebrantamiento de la misma hacia cualquier compromiso moral como la religión, la amistad, el matrimonio (situación que se conoce como adulterio) o cualquier otra relación amorosa o erótica.

La infidelidad amorosa, acepción con la que frecuentemente se asocia el término, es descrita, grosso modo, como la falta al pacto normativo que limita el número de personas involucradas en una relación amorosa o erótica y, por tanto, la prohibición de mantener otras de forma paralela, sean ocasionales o continuas. De forma que, en las relaciones con tradición monogámica la inclusión de un tercero supone una violación del acuerdo, mientras que en relaciones poliamorosas se produce al involucrar a personas ajenas al círculo aceptado. Bajo esta definición, ser infiel es romper de forma consciente un acuerdo afectivo o sexual preestablecido para el tipo de relación escogida.

Tanto en humanos como otros animales se suelen combinar las dos tácticas reproductivas opuestas: la monogamia y la poligamia, aunque históricamente muchas sociedades se oponen a esta última. Las causas de la infidelidad humana son múltiples, están relacionadas con la personalidad y la historia erótica individual; pueden ser insatisfacción, aburrimiento, curiosidad, búsqueda de novedad, narcisismo, venganza, desenamoramiento, soledad, la habilidad de conquista del tercero involucrado, necesidad de amor, comunicación deficiente, crisis, etcétera.

Vale resaltar que la tipificación de la conducta infiel, así como sus sanciones, varían conforme a los consensos individuales y sociales. Esto da píe a clasificar como infidelidad tanto a las relaciones basadas únicamente en atracción y relaciones sexuales, por un lado (infidelidad sexual); o relaciones afectivas de índole erótica sin contacto sexual, por el otro (infidelidad emocional).

Frecuentemente se refiere a la infidelidad como una de las principales situaciones que conflictúan las relaciones amorosas monógamas. Su descubrimiento generalmente trae emociones desagradables como tristeza, baja autoestima e ira para el miembro «engañado», quien en muchos casos suele retirar toda la confianza depositada en la pareja. Aunque es considerada una de las principales causas de divorcio, no necesariamente significa el final de la relación. Entre las principales causas que evitan el rompimiento, además de los fuertes vínculos afectivos, se encuentran el temor a la soledad, evitar un daño al otro, no conflictuar a los hijos y no modificar la calidad de vida.

A menudo uno de los síntomas asociados a la infidelidad son los celos,  si existe la presencia de una infidelidad real, éstos son parte de los síntomas asociados y tienen una cualidad «objetiva»; si por el contrario, no existe una infidelidad, consisten en una celopatía.  Sobre esto, el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales de la APA señala que aunque pueden existir evidencias para sospechar que la pareja es infiel, también dichas conjeturas pueden ser de carácter imaginario, provocando en los sujetos celos infundados e incluso delirantes. Estos celos aparecen sin motivo y conllevan a acusaciones y conductas encaminadas a coartar la libertad de la pareja,  búsqueda afanosa de indicios que comprueben la sospecha, preguntas asediantes, interpretaciones erróneas y recuerdos falsos.

 

El psicólogo estadounidense Aaron T. Beck señaló que la infidelidad conyugal, a pesar de ser bastante común, causa un efecto tan traumático en el consorte ofendido debido al significado simbólico de la «aventura». Esto debido al pensamiento polar de todo-o-nada, en donde se concluye que una pareja es totalmente fiel o totalmente infiel sin cabida a puntos intermedios. También destacó que es común una visión negativa de la infidelidad, pues suele ser equiparada con palabras descriptivas como: traición, engaño, perfidia; lo que genera una «percepción catastrófica» de ocurrir. Además, expuso que un efecto frecuente tras descubrir una infidelidad es la devaluación no de la pareja sino de la propia persona, manifestando dudas sobre el atractivo y la suficiencia mediante pensamientos automáticos como «fracasé», «no sirvo para nada», «nadie me necesita», etc. Por otra parte, afirmó que la infidelidad no necesariamente es la causa de debilitamiento de una relación, sino que incluso puede ser el síntoma de una relación ya vacilante. Finalmente, él apuntó que, como muchos otros trastornos emocionales, los síntomas asociados a la infidelidad son tratados con el replanteamiento de los significados personales mediante el trabajo en terapia.

Por su parte, los sociólogos Philip Blumstein y Pepper Schwartz, en su libro American Couples, también citados por Beck, estimaron que por lo menos el 21% de mujeres y el 37% de hombres había tenido una aventura extramarital en diez años de matrimonio (datos de Estados Unidos en 1983), y que aún consideraban a la monogamia como un ideal. Además, ellos observaron que (dadas ciertas diferencias de género socialmente establecidas) en las parejas heterosexuales los hombres y las mujeres tienden a interpretar las conversaciones sobre la infidelidad de modo distinto: los esposos creen que han recibido el consentimiento de sus esposas, mientras que éstas suponen que les han reiterado su oposición.

El también psicólogo estadounidense Albert Ellis opinó que la infidelidad generalmente no «destruye» un matrimonio y que es un motivo exagerado para terminar una relación. Para él, el sexo extramarital sólo es dañino cuando a las personas involucradas realmente no les gusta convivir.  Es decir, la perspectiva de la TREC sobre la infidelidad es que ésta sólo es conflictiva cuando va acompañada de creencias irracionales que desencadenan emociones inapropiadas. Bajo el modelo A-B-C, el descubrimiento de la infidelidad sería el activante, el enojo y la tristeza serían la consecuencia indeseable, en medio de estas dos habría un sistema de creencias racionales (por ejemplo: «no es grato que mi pareja haya tenido relaciones sexuales con otra persona»), pero sobre todo ideas irracionales como: «esto no puede estar pasando», «es horrible», «no puedo lidiar con esto», «soy indigno de ser amado», etc. También se presentarían exigencias absolutistas de ser amado y aprobado (por todos y en todo momento). De igual manera, la conmoción generada por el proceso vendría a distorsionar la percepción; así, por ejemplo se vería a la pareja como un completo desconocido y se sesgaría u omitiría los momentos agradables con la pareja. De este modo, la persona iría creando conclusiones rápidas y precipitadas que lo llevarían incluso a un estado depresivo y autoderrotista. Para el tratamiento de estos síntomas, Ellis y los terapeutas racionales debaten con el cliente cuestionando sus ideas rígidas y tendenciosas, demostrando la ausencia de evidencias y buscando generar ideas más lógicas. Al final, la persona podría aceptar que la infidelidad de su pareja, aunque dolorosa, no es «catastrófica» y que aunque ésta pueda ser considerada moralmente «mala» no haría a quién la cometió una mala persona (pues para Ellis, el ser no es definido por la conducta).

Desde la perspectiva biológica, un estudio en ratones reveló una estrecha relación entre la exclusividad de las parejas y la regulación, determinada genéticamente, de oxitocina y vasopresina.19 La disminución de dichas sustancias podrían traer como consecuencia el fenómeno descrito como infidelidad. Asimismo, es probable que las sustancias encontradas en los ratones también jueguen un papel importante en la fidelidad/infidelidad humana.20 21 Igualmente, algunos biólogos suponen que la tendencia a la infidelidad tendría un origen adaptativo: en las hembras vendría a asegurar mayor protección y recursos para los hijos cuando se cuenta con varios amantes; mientras que para los machos, aseguraría una mayor contribución genética para la próxima generación.

Para el psicoanálisis y la terapia psicodinámica, la infidelidad proviene de fijación en la etapa sádico-anal, dando la variante dominante/dominado, sádico/masoquista y celos/ infidelidad, además consiste en un reflejo del triángulo edípico. Se puede manifestar de dos formas: una «benigna» y otra «maligna». En la primera, el tercero involucrado funge como un objeto transicional, es decir, pasajero y en función de las propias necesidades conscientes o inconscientes de la pareja formal. En la otra forma, el tercero funciona como un facilitador de agresión, menosprecio, rechazo o venganza.

Para el marxismo tanto la fidelidad como la infidelidad son vistas como el resultado de las condiciones sociales e históricas que legitiman o prohíben las relaciones monogámicas o poligámicas. Friedrich Engels en El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado sostuvo que en las sociedades patriarcales, donde la mujer pasa a ser propiedad privada del hombre, la infidelidad femenina es vista con desprecio e incluso castigada, mientras que la infidelidad masculina puede ser incluso un derecho. Esto debido a que la fidelidad femenina asegura la paternidad y por tanto la herencia de bienes a la progenie ligada a un único varón. Sin embargo, Engels señaló que las relaciones basadas en los derechos de propiedad y la monogamia obligatoria sólo pueden conducir a la proliferación de la inmoralidad y la prostitución.

Partiendo de un análisis microeconómico, el sujeto infiel, que mantiene una relación ilegal o informal, en contraposición a una legal, oficial o principal, oscila de una relación a otra dependiendo de la satisfacción sexual y emocional obtenida en cada una. Es decir, a medida que el beneficio disminuye y el costo aumenta en la pareja legal, se recurre a la ilegal, y cuando la calidad de ésta decrece se vuelve a la principal. Persiguiendo así el máximo de beneficios.

Es frecuente que algunas personas, apoyadas en parte desde la visión de la medicina preventiva, consideren a la infidelidad sexual en combinación con la promiscuidad como factores contribuyentes a la transmisión de enfermedades infecciosas, como gonorrea, sífilis, VPH, VIH/sida, etc. Esto bajo la suposición de que un individuo con mayor estabilidad sexual tendría menos probabilidad de contraer dichas enfermedades que uno con menor estabilidad. Sin embargo, no se debe obviar dicha relación, pues no necesariamente la infidelidad sexual conlleva a contraer ITS, ni mucho menos significa que quienes tengan estas enfermedades forzosamente fueron infieles o promiscuos. Además que las principales causas de las ITS son el sexo sin protección y la falta de educación sexual.  De tal manera que la infidelidad no es por sí misma causa de enfermedades de transmisión sexual, sino sólo si se presenta con otras conductas de riesgo (como es la ausencia de preservativos durante las relaciones sexuales).

Asimismo, el término es comúnmente asociado con un carácter moral de «pecado»; esto ocurre principalmente en las religiones abrahámicas. Cabe destacar que bajo esta concepción adulterio e infidelidad son sinónimos, pues cualquier relación sexual fuera del matrimonio es ya de por sí una acto de fornicación. En el Éxodo el adulterio es vetado en el séptimo mandamiento judío (Éxodo 20:14). También en el Antiguo Testamento, específicamente en el libro de Proverbios (Proverbios 5:18-20 y Proverbios 6:27-32) se anima a los esposos a ser fieles a sus esposas, pues no hay motivo para buscar el amor en otra mujer; indicando las consecuencias negativas de hacerlo.  En el Nuevo Testamento se señala en la Primera epístola a Timoteo (1 Timoteo 3:2) que el hombre debe ser esposo de una sola mujer, y en Epístola a los hebreos (Hebreos 13:4) recalca que los cónyuges se deben fidelidad y que el adulterio es un pecado contra Dios;  por otra parte, según el Evangelio de Mateo (Mateo 19:9) quien se divorcie por la infidelidad sexual de su pareja tiene la posibilidad de casarse de nuevo sin cometer adulterio.

En el Corán la expresión infidelidad es usada para referirse a los que niegan o no aceptan el Islam, mientras que el adulterio/fornicación es definido como «una cosa fea y un mal camino» (Sura 17:32) y una razón para repudiar a una mujer (Sura 65:1); así como una conducta que trae como consecuencia el castigo de Dios (Sura 25:68). Se destaca que para la tradición poligámica musulmana, que un hombre mantenga relaciones con sus esposas no es considerado infidelidad (Sura 4:23 -25). En otro apartado del libro de Mahoma se indica la pena al adulterio:

(24:2) Aplicaréis al hombre o a la mujer adúlteros cien latigazos a cada uno. Que la compasión no os contenga en el cumplimiento de este precepto de Dios, si creéis en Dios y en el día final. Que el suplicio tenga lugar en presencia de un cierto número de creyentes.

 (24:3) Un hombre adúltero no debe casarse más que con una mujér adúltera o con una idólatra, y una mujer adúltera no debe casarse más que con un hombre adúltero o con una idólatra. Estas alianzas están prohibidas a los creyentes.

Análogamente, para el budismo el rol de los esposos debe ser el trato respetuoso y fiel; conductas contrarias a éstas son desaconsejadas, porque consisten en actos motivados por la lujuria que conllevan al sufrimiento. Desde esta visión, las relaciones con otras personas más allá de la propia pareja traen como consecuencia el deterioro de la misma, así como una serié de conductas dañinas como la mentira y el enojo. Para la ética budista la infidelidad es producto de la ignorancia, la necedad, la insatisfacción y el deseo de eliminarla, que conllevan a la avaricia. Este deseo sexual vehemente es combatido con la práctica de la Óctuple senda.

El noble óctuple sendero (en sánscrito: āria sṭāṅga mārga y en pali: Ariya aṭṭhaṅgika magga) es considerado, según el budismo, como la vía que lleva al cese de dukkha (‘sufrimiento’). Este cese del sufrimiento se conoce como nirvana.

El noble camino es una de las enseñanzas budistas fundamentales; la cuarta parte de las Cuatro Nobles Verdades. En la simbología budista, el noble camino es usualmente representado con la rueda del dharma, donde cada rayo representa un elemento del sendero. Este símbolo también se utiliza para el budismo en general.

Los elementos del noble camino óctuple se subdividen en tres categorías básicas: sabiduría, conducta ética y entrenamiento de la mente (o meditación); para rehabilitar y desacondicionar la mente. En todos los elementos del noble camino, la palabra «correcta» o «recta» es una traducción de la palabra "sammā" (en pali), que significa ‘plenitud’, ‘coherencia’, ‘perfección’ o ‘ideal’. El noble camino es:

(pali: paññā) Sabiduría

1 (sánscrito: dṛṣṭi • pali: diṭṭhi) visión o comprensión correcta  (saṃkalpa • saṅkappa) pensamiento o determinación correcta(Sīla) Conducta ética

3 (vāc • vācā) Hablar correcto4 (karmānta • kammanta) Actuar correcto5 (ājīva • ājīva) Medio de vida correcto(samadhi) Entrenamiento de la mente

6 (viāiāma • vāiāma) Esfuerzo correcto  (smriti • sati) Estar-Presente o Consciencia del momento correcta8 (samādhi • samādhi) Concentración o Meditación correcta

Aunque el camino está enumerado del uno al ocho, normalmente no es considerado como una serie de pasos lineales por los cuales uno debe progresar; más bien, como señala el monje budista y erudito Walpola Rahula, los ocho elementos del Noble Camino «deben ser desarrollados de manera más o menos simultánea, dentro de lo que sea posible de acuerdo a la capacidad de cada individuo. Todos están unidos y cada uno ayuda a la cultivación de los otros»; siendo esta una guía práctica que se hace en paralelo.

El Noble Camino Óctuple, por la forma en que está escrito, puede comprenderse de manera ordinaria o práctica por personas no budistas o de manera trascendental y sagrada para budistas.

La categoría de la sabiduría del Noble Sendero está constituida por aquellos elementos que se refieren a aspectos mentales o cognitivos de la práctica del budista. Se dice que cuando alguien empezó a caminar en este noble sendero y además ha destruido las tres primeras cadenas abre el ojo del dharma, siendo ahora un sotāpanna.  En general, es la búsqueda de conocimiento trascendental, para así no perderse en los caminos de la ignorancia y creencia en mentiras.

La visión o comprensión, a veces traducida como ‘perspectiva’, es el paradigma o filosofía que una persona tiene acerca de la realidad.  La visión correcta se refiere al entendimiento y comprensión de las Cuatro Nobles Verdades del budismo. En el Mahāsatipaṭṭhāna Sutta, el Buda Śākyamuni explica esta faceta:

entender el sufrimiento (El sufrimiento existe)

entender su origen (El deseo es el origen del sufrimiento)

entender su extinción (El cese del deseo erradica el sufrimiento)

En el Sammādiṭṭhi Sutta, el Buda Sariputra instruye que Correcto Entendimiento puede ser logrado alternativamente a través del entendimiento de: lo sano y lo malsano, los cuatro nutrimentos, las Doce Nidanas o las tres corrupciones.

Para el conocimiento de las Cuatro Nobles Verdades se tienen que entender otros fundamentos budistas como: tri-laksana, anatta, nirvana, pratitya-samutpada, skandha y karma.

Esta faceta, a veces traducida como ‘intención’, ‘motivación’, ‘aspiración’ o ‘nuestra voluntad para cambiar’ es explicada en el Magga Vibhanga Sutta.  Un Correcto pensamiento es:

intención de nekkhamma: renuncia del camino mundano para así poder alcanzar el nirvana, dejar ir; porque nada es constante

intención de buena fe o voluntad

intención de ajimsá: no-violencia hacia otros organismos

El pensamiento correcto se refiere a las emociones, y consiste en canalizar correctamente el pensamiento para conseguir una serena libertad respecto de la sensualidad, que se aparte de la mala voluntad y de la crueldad, y que se dirija hacia la bondad y la compasión.

Esta faceta del Noble Camino es el entender que cada vez que hablamos o actuamos agregamos una carga kármica como consecuencia. La ética es considerada la base o fundación sobre la que los pensamientos y prácticas insanas terminan y los estados meditativos superiores empiezan.

Este aspecto del Noble Camino Óctuple es el más extrovertido, porque trata directamente con la relación entre budistas y demás miembros de su sociedad. Además este subgrupo del Noble Camino Óctuple constituye los Cinco Preceptos (sánscrito: pañcha śīla, pali: pañcha sīla), la base de la ética budista:

Abstenerse de destruir la vida.

Abstenerse de tomar lo que no nos es dado.

Abstenerse de conductas sexuales inapropiadas o dañinas.

Abstenerse de no decir lo que es propio.

Abstenerse de mantener visiones equivocadas de la realidad.

En AN 11.2 (un acto de voluntad) del Cetana Sutta (sutra sobre la conciencia), el Buda Gautama dice que la ética es virtud (sin aferrarse a la virtud) que da libertad de remordimiento, la cual lleva a la alegría, serenidad y otras características de la naturaleza boddhi.

Es en la naturaleza de la realidad que la libertad del remordimiento surge en la persona dotada de virtud, consumada en virtud.

En el budismo, esto es también uno de los Diez Recuerdos junto con las Tres Gemas.

Está el caso del noble discípulo que recuerda sus propias virtudes, entonces  irrompibles, sin mancha, sin salpicadura, liberadas, elogiadas por sabios, sin suciedad, propicias para la contemplación.

Es la forma en que los budistas hacen el mejor uso de su hablar o lenguaje. En el Canon Pali, este aspecto del Noble Camino es explicado de la siguiente forma:

Abstenerse de mentir.-  Abandonando la mentira, se abstiene de mentir. Habla la verdad, se mantiene con la verdad, es firme, fiable, no alguien que engaña a los demás...abstenerse del hablar calumnioso, difamador

Abandonando el hablar calumnioso, difamador se abstiene del hablar calumnioso, difamador. Lo que ha oído aquí no dice allá para separar esa gente de la gente de aquí. Lo que ha oído allá no dice aquí para separar esa gente de la gente de allá. Así, reconciliando a quienes se hubieran separado o fortaleciendo quienes están en unión, ama la concordia, le place la concordia, disfruta la concordia, habla creando concordia...abstenerse del hablar irrespetuoso

Abandonando el hablar irrespetuoso, se abstiene de hablar irrespetuoso. Habla palabras que son tranquilizadoras para el oído, que son afectivas, que van al corazón, que son educadas, atractivas y placenteras para la gente en general...abstenerse del hablar frívolo

Abandonando el hablar frívolo, se abstiene de hablar frívolo. Habla lo que conviene, habla lo que es un hecho, lo que está de acuerdo con la meta, el Dharma y la Vinaya. Habla palabras que valen atesorar, convenientes, razonables, circunscritas, conectadas a la meta.

Con respecto a decir la verdad sobre conocimiento mundano, la Cunda Kammaraputta Sutta (AN 10.176) atribuye a Gautama lo siguiente:

«Está el caso en que cierta persona, abandonando la mentira, se abstiene de la mentira. Cuando alguien ha sido llamado [...], si se le pregunta como testigo: “Venga y diga, buena persona, lo que usted sabe”: Si no sabe, dice, “No sé”. Si sabe, dice, “Sí sé”. Si no vio, dice, “No vi”. Si vio, dice, “Sí vi”. Entonces nunca dice conscientemente una mentira por su propio bien, ni por el bien de otra persona, ni por alguna recompensa. Abandonando el falso hablar, se abstiene del falso hablar».

Con respecto a decir la verdad sobre conocimiento espiritual, la Canki Sutta (MN 95) atribuye a Gautama las siguientes prevenciones:

«Si una persona tiene convicción, declara: “Esta es mi convicción”, salvaguarda la verdad. Pero no llega a la conclusión definitiva “sólo esto es verdad; todo lo demás no tiene valor”».   «Si a una persona le gusta algo [...] sostiene una tradición irrompible [...] tiene algo razonado a través de la analogía [...] tiene algo en lo que está de acuerdo, habiendo analizado distintos puntos de vista, declara: “Esto es algo en lo que estoy de acuerdo, habiendo analizado distintos puntos de vista”. Así salvaguarda la verdad. Pero no llega a la conclusión definitiva “sólo esto es verdad; todo lo demás no tiene valor”».

Walpola Rahula resume este factor del camino diciendo que absteniéndose de participar en "formas de hablar malas y dañinas" significa que "uno naturalmente tiene que decir la verdad, tiene que usar palabras amigables y benevolentes, placenteras y amables, significativas y útiles".

"Actuar correcto" o "conducta correcta" trata con la manera apropiada en que budistas deberían actuar en su vida diaria. En la Sutra Cunda Kammaraputta (AN 10.176), este aspecto del Noble Camino es explicado así:

Abstenerse de tomar la vida.-  Está el caso de cierta persona que, abandonando la toma de la vida, se abstiene de tomar la vida. Medita con su caña de pescar en descanso, su cuchillo en descanso, escrupuloso, misericordioso, compasivo por el bienestar de todos los seres vivos. abstenerse de tomar lo que no es dado, de robar

Absteniéndose de tomar lo que no es dado, se abstiene de tomar lo que no es dado. No toma, como un ladrón, cosas en una aldea o en la naturaleza, que pertenezcan a otros y no se las han dado. abstenerse de conductas sensuales inapropiadas, dañinas

El "sustento" o "modo de subsistencia correcto" está basado en el concepto de ajimsá, o inofensividad, y esencialmente declara que un budista no debería optar por oficios o profesiones en los que, de forma directa o indirectamente, dañe otros seres vivos o sistemas. Estas ocupaciones incluyen "comerciar armas letales, bebidas intoxicantes, venenos, matar animales", entre otros.  "Comerciar con humanos" —tales como comercio de esclavos y prostitución— es también incorrecto,  así como también otras formas deshonestas de ganar riqueza, tales como "corrupción, estafas, engaños, robos, intrigando, persuadiendo, insinuando, subvalorando, [y] persiguiendo ganancias con ganancias".  En resumen Medio de vida Correcto consta de:

Renunciar a un vivir incorrecto

Ganarse la vida de una manera correcta

 

En adición, para un ejemplo en el cual el Buda Gautama instruye a un laico en la forma propicia para ganar y proteger las riquezas materiales, incluyendo consejos para ahorrar, ver la Dighajanu Sutta.

Samādhi; Entrenamiento de la mente.-  Esta agrupación de los tres últimos eslabones del sendero (samādhi) es la que recibe una mayor variedad de traducciones por parte de distintos autores, que pueden referirse a él también como ‘meditación’, ‘concentración’, ‘disciplina mental’, ‘cultivo de la mente y corazón’ o ‘estar presente’. Esta sección está constituida por los elementos que tratan sobre como el practicante budista puede ir transformando la actividad de su mente, sus emociones, y la forma de ver la realidad.

Esfuerzo correcto.-  Este apartado (en sánscrito: vyāyāma) forma parte de samādhi por lo que se entiende que el esfuerzo es mental. Vyāyāma involucra el esfuerzo continuo, la práctica consciente para, esencialmente, mantener la mente libre de pensamientos que podrían perjudicar la habilidad para realizar o poner en práctica los otros elementos del Noble Camino. Por ejemplo, desearle el mal a otro organismo contradice el precepto —contenido en el pensamiento correcto— de desear lo mejor para los demás (inclusive que todos alcancen el nirvana). Este elemento se refiere al proceso de intentar desarraigar tales pensamientos malsanos y reemplazarlos.

El esfuerzo (a veces también llamado diligencia o energía) correcto, para un budista es considerado involucrarse en un esfuerzo que es sano en términos del karma; esto significa, en términos de las consecuencias que tengan esos esfuerzos.  Para lograr un correcto esfuerzo es necesario (vīria) o energía espiritual. Las cuatro etapas de esta faceta son explicadas en el sutra SN 45.8:16

esforzarse en prevenir lo insano que no ha surgido todavía.

genera deseo, esfuerzos, persistencia, defiende y ejerce su intencionalidad de que el mal no surja; antes de que estas cualidades insanas surjan. esforzarse en destruir lo insano que ha venido.

genera deseo, esfuerzos, persistencia, defiende y ejerce su intencionalidad de que el mal sea abandonado; cuando estas cualidades insanas ya han surgido. esforzarse en producir lo sano que no ha surgido todavía.

genera deseo, esfuerzos, persistencia, defiende y ejerce su intencionalidad de que el bien surja; antes de que estas cualidades sanas surjan. esforzarse en cultivar lo sano que ha venido.

genera deseo, esfuerzos, persistencia, defiende y ejerce su intencionalidad para el mantenimiento, no-confusión, incremento, plenitud, desarrollo y culminación del bien; cuando estas cualidades sanas ya han surgido.

 Smrti; atención consciente correcta.-  Este elemento trata en detalle sobre la contemplación atenta y consciente en el budismo y se refiere a la práctica de mantener la mente en el instante presente (el estar en el ahora, el presente), atenta de fenómenos conforme vayan afectando el cuerpo y la mente. En la Magga-vibhanga Sutta, y otros sutras DN 22 (Thanissaro, 2000), MN 141 (Thanissaro, 2005) y SN 45.8 (Thanissaro, 1996). Este aspecto se explica de la siguiente manera:

kayanupassana: atenta, consciente contemplación del cuerpo

contempla su propio cuerpo... consciente, atento, contemplando... habiéndose ya liberado, desarraigado del deseo y aversión mundanos. vedananupassana: atenta, consciente contemplación de la percepción de su entorno

contempla la propia percepción de su entorno.17 consciente, atento, contemplando... habiéndose ya liberado, desarraigado del deseo y aversión mundanos. cittanupassana: atenta, consciente contemplación de la mente

contempla su propia mente.17 consciente, atento, contemplando... habiéndose ya liberado, desarraigado del deseo y aversión mundanos. dhammanupassana: atenta, consciente contemplación de sus pensamientos

contempla la percepción de sus pensamientos.17 consciente, atento, contemplando... habiéndose ya liberado, desarraigado del deseo y aversión mundanos.

La Maha-parinibbana Sutta (DN 16) explica:

"Y cómo, Ananda, es una persona una isla en si misma, refugiándose en si misma, sin necesidad de buscar refugio externo; con el dhamma como su isla, el Dhamma como su refugio, sin necesidad de buscar otro refugio"

Concentración, meditación o absorción correcta.-  Este aspecto se explica en términos de los jhānas;8 niveles de absorción en la meditación:

Primer jhāna (pathamajjhana)

Bastante distanciado de la sensualidad, distanciado de estados insanos, una persona entra en la primera absorción (jhāna): éxtasis (piti) y felicidad (sukha) nacen del desarraigo, acompañados por el pensar discursivo y verbal (vitakka y vicara).segundo jhanna (dutiyajjhana)

Tranquilizando y relajando la mente, una persona entra en la segunda absorción (jhāna): éxtasis (piti) y felicidad (sukha) nacen de la concentración en la propia consciencia (ekaggata) libre del pensar discursivo y verbal (vitakka y vichara).tercer jhanna (tatiyajjhana)

Con el éxtasis desvanecido, una persona se mantiene ecuánime, atenta, consciente, contemplando, físicamente sensitiva al placer. Entra y se mantiene en la tercera absorción (jhāna); llamado ahora por personas nobles como "ecuánime y contemplativo, alguien que tiene una morada placentera" cuarto jhanna (catutthajjhana)

Con el abandono del placer y el dolor... como con la desaparición anterior del éxtasis y del estrés... entra y se mantiene en la cuarta absorción (jhāna): pureza en ecuanimidad (upeksa) y contemplación, ni en placer ni en dolor.

 El noble camino y la psicología cognitiva.-  El noble camino, en especial los tres últimos aspectos (samādhi), se relaciona con la psicología cognitiva porque prescribe una disciplina mental. El aspecto de esfuerzo (vyāyāma) correcto, en psicología cognitiva, se llama o está relacionado con la intencionalidad.

En el ensayo "Buddhism Meets Western Science", Gay Watson explica (traducción):

El budismo siempre se ha interesado en los sentimientos, emociones, sensaciones y cognición. El Buda señala tanto a las causas cognitivas como emocionales del sufrimiento. La causa emocional es el deseo y su opuesto negativo, la aversión. La causa cognitiva es la ignorancia de la manera en que las cosas realmente ocurren, o de las Tres Marcas de la Existencia: que todas las cosas son insatisfactorias, impermanentes y sin un ser esencial.

El Noble Óctuple Sendero es, desde un punto de vista psicológico, un intento para cambiar patrones de pensamiento y comportamiento. Es por esta razón que el primer elemento del camino es Entendimiento Correcto (sammā-diṭṭhi), que es como la mente de uno mismo ve el mundo. En el segundo elemento de la categoría de sabiduría (paññā) del Noble Camino, esta visión del mundo es conectada íntimamente con el segundo elemento, Pensamiento Correcto (sammā-saṅkappa), que concierne a los patrones de pensamiento e intencionalidad que controlan nuestras propias acciones. Estos elementos se pueden leer en los versos iniciales de la Dhammapada:

Todos los estados encuentran su origen en la mente. La mente es su fundamento y son creaciones de la mente. Si uno habla o actúa con un pensamiento impuro, entonces el sufrimiento le sigue de la misma manera que la rueda sigue la pezuña del buey...Todos los estados encuentran su origen en la mente. La mente es su fundamento y son creaciones de la mente. Si uno habla o actúa con un pensamiento puro, entonces la felicidad le sigue como una sombra que jamás le abandona.

Entonces, alterando la distorsionada visión del mundo de uno, con una "percepción tranquila" en vez de una "percepción contaminada", uno es capaz de mitigar el sufrimiento. Watson explica esto desde un punto de vista sicológico (traducción):

Hay investigaciones que han demostrado que acciones, aprendizaje y memorias repetidas pueden en efecto cambiar el sistema nervioso físicamente, alterando tanto la fuerza y conexiones sinápticas. Tales cambios pueden realizarse cultivando cambio en emoción y acción; que hicieron subsecuentes cambios de experiencias.

En la Gran Sutra Cuarenta (Mahācattārīsaka Sutta),19 del canon pali, Sidharta explica que la cultivación del Noble Camino conduce a otra etapa después de alcanzar el nirvana. Esta es parte de la categoría sabiduría y es correcta liberación (sammā vimutti). Puede haber desde una hasta ocho liberaciones, pero esto no es claro todavía y se continúa estudiando.

En algunos países de América Latina y en algunas zonas de Europa se usa regularmente la palabra cornudo o la expresión «poner los cuernos», así como los nombres de animales con cuernos o astas (como el buey [en México: güey], el cabrón, el venado, etc.) para referirse al marido (o a cualquier persona) cuya esposa (o pareja) le ha sido infiel. Sin embargo, este término no sólo hace referencia al amante engañado como una muestra de desprecio social, sino también a la parafilia en la que el «cornudo» se excita e incluso consigue a los amantes para las escenas de triolismo.

El origen de la relación es incierta, probablemente sea una alusión a los hábitos de apareamiento de los ciervos que pierden a sus compañeras cuando son derrotados por otro macho.

En francés, el término es «porter des cornes» que es una mofa o un insulto.  Fue usado por Molière para describir a alguien a quien su concerté le fue infiel en su obra La escuela de las mujeres, historia de un hombre que se burla de los cornudos y se convierte en uno al final. Para Molière existen tres tipos de «cornudos»:

El «complaciente», quien se alegra de la situación y la presume.

El «protestatario», quien se queja abiertamente de su desgracia.

El «juicioso», quien toma el asunto con calma.
 


 




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